Gaumont

Crítica de “Los olvidados: Cicatrices”, el terror estético de Nicolás Onetti

El codirector de “Abrakadabra” realiza la secuela de “Los olvidados”, ese slasher con muchos puntos en común con “La masacre de Texas”.

domingo 30 de abril de 2023

Los olvidados: Cicatrices (2023) está filmada en Epecuén, un pueblo inundado por años luego de la ruptura de una represa en 1985. El territorio en ruinas del pueblo es desolador y sienta las cualidades perfectas para un film post apocalíptico. En ese escenario una banda de rock extranjera llega y será cazada uno a uno por la maniática familia que habita la zona.

Tras un inicio en la Guerra de Malvinas, la historia muestra cómo la barbarie humana y la locura se apodera de los soldados en combate. Este prólogo marca el tono de tensión entre la banda de rock angloamericana y los argentinos escondidos en ese devastado terreno. Sin muchas más conexiones ni pretensiones discursivas, la trama se abre a una cacería brutal, con víctimas torturadas y mutiladas esperando la oportunidad de escapar.

Nicolas Onetti, junto a su hermano Luciano (que aquí se encarga de la música), no son realizadores con un estilo distintivo, sino directores de oficio, que conocen de memoria la matriz visual y estructura genérica del cine de terror sin importar el subgénero en cuestión. Todas sus películas reproducen con perfección la estética, estereotipos y hasta clichés del género (el slasher en este caso) representado. Y lo hacen con un conocimiento del mismo sorprendente. Planos, tópicos narrativos, filtros visuales, arquetipos de personajes; todo hace referencia a ese universo construido con detalle.

En Los olvidados: Cicatrices entran muy bien en escena un elenco asociado al género Clara Kovacic (El último Zombi), María Eugenia Rigón (Abrakadabra), Juan Pablo Bishel, Matías Desiderio (La Sombra del Gato), Germán Baudino (Los Olvidados), Chucho Fernández (La Forma del Bosque, Luciferina), Magui Bravi (El juego de las 100 velas), Paula Brasca (La Valija de Benavídez), Agustin Olcese, la presentación del actor e influencer internacional David Michigan y el gran Mario Alarcón componiendo a un despiadado villano y patriarca de la familia sin escrúpulos.

Estamos ante una película que no entrega nada que no se haya visto en el género y tampoco llega a los niveles de impacto de los clásicos. Sin embargo, respeta con perfección técnica el canon del slasher en cuanto a tono y registro, y con eso le alcanza para ser un digno exponente.

 

6.0
Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS