Crítica de "Nene revancha", potente debut de Gonzalo Demaría en una película sobre la venganza y el perdón

Lo ópera prima del dramaturgo y escritor Gonzalo Demaría es una rareza de una potencia prácticamente inigualable en la reciente producción del cine argentino. Una historia de venganzas enfocada en hijos que se ven obligados a cargar con las consecuencias de los errores cometidos por sus padres en el pasado.

La historia sigue a un joven de 26 años que está a punto de conseguir la libertad y durante sus últimos meses debe compartir la celda con el hijo del boxeador que mató a su padre. Inspirada en un documental sobre un boxeador que usaba yeso en sus guantes para noquear a sus oponentes, utiliza esto como punto de partida para explorar temas más amplios sobre la venganza, la redención y la empatía.

Luciano Cáceres da vida a un personaje que se enfrenta a la adversidad de ser un exboxeador ciego, pero que a pesar de ello busca redimirse a sí mismo. Su actuación resulta efectiva al transmitir tanto la vulnerabilidad como la fuerza interior de su personaje, lo que permite al espectador conectarse emocionalmente con su historia y su lucha. Por su parte, José Giménez Zapiola, que interpreta a un joven preso que sale en libertad mientras persigue la venganza, logra comunicar de manera convincente la complejidad emocional de su personaje. Este se encuentra atrapado entre sus impulsos violentos y su deseo de encontrar una salida a su situación, lo que lo convierte en un personaje fascinante y lleno de matices.

La narrativa desarrollada por Demaría es visceral y perturbadora, presentando una galería de personajes oscuros y complejos que logran transmitir de manera magistral la complejidad psicológica y emocional de sus situaciones. Visualmente, se puede apreciar cómo la paleta de colores utilizada contribuye de manera efectiva a la construcción de un ambiente emocionalmente significativo. Por medio de los contrastes y la selección cuidadosa de los colores, la película logra transmitir de manera clara y efectiva los sentimientos y las emociones de los personajes. Los tonos oscuros y sombríos buscan reflejar el ambiente opresivo y desolador que rodea a los personajes en la prisión, mientras que las imágenes más luminosas y coloridas son utilizadas para representar la esperanza y la redención que buscan a lo largo de la historia. El elenco se completa con Brenda Gandini y Eliam Pico como el compañero de celda hijo del boxeador.

Además, la trama se envuelve en un potente componente de homoerotismo, que se desarrolla de manera sutil. Desde el inicio, se establece una tensión sexual entre los jóvenes presos, con escenas de sudor y boxeo en el patio de la cárcel que exaltan la virilidad y la masculinidad. Esta tensión se intensifica en las escenas de ducha y en la intimidad de las celdas, donde la pulsión erótica es palpable y logra contribuir al clima de tensión de la narrativa.

Este aspecto de la película no solo añade una capa adicional de complejidad a los personajes y sus relaciones, sino que también puede interpretarse como una crítica a la masculinidad tóxica y a la violencia que se perpetúa en las sociedades machistas. El hecho de que la tensión sexual entre los personajes se convierta en un elemento clave en el desarrollo de la trama puede ser visto como una forma de cuestionar la relación entre la masculinidad y la violencia en la sociedad actual.

Nene revancha es una poderosa reflexión sobre los ciclos de violencia y su impacto en la vida de las personas, especialmente en aquellas que se encuentran atrapadas en una espiral de resentimiento y dolor. Demaría es una prueba de que en el cine argentino aún existe el poder creativo y la originalidad. Su enfoque arriesgado y poco convencional, así como la complejidad emocional y el hecho de que aborda temas que suelen ser ignorados, la hacen una obra única y difícil de olvidar.