Un repaso para ver como el cine argentino retrato la dictadura cívico militar y sus consecuencias
Día de la Memoria: 47 películas a 47años
El cine argentino resultó indispensable a hora de representar la dictadura y la violencia política de los años setenta y principios de los 80. Ficciones y documentales, explícitos o alegóricos, fueron los encargados de poner en imágenes varios de los hechos más dolorosos de la historia reciente.

- Tiempo de revancha (1981), de Adolfo Aristarain. A partir de una historia de corte policial, Adolfo Aristarain retrata un país corrompido en todos sus niveles sociales. Federico Luppi en la piel de Pedro Bengoa es un trabajador de las minas de la empresa Tulsaco. No sólo debe borrar su pasado para sobrevivir, sino que advierte que la "marca" sobre el cuerpo es la contraseña del "éxito". Tiempo de revancha fue uno de los títulos más representativos del cine argentino durante los años de la última dictadura militar. La película marcó el retorno al cine nacional de Federico Luppi y obtuvo numerosos premios internacionales.
- Plata dulce (1982), de Fernando Ayala. Cruda descripción de la economía en tiempos de Martínez de Hoz. Un hombre se encuentra con un ex compañero del secundario que le ofrece un negocio redondo. La plata comienza a venir a raudales, pero las cosas cambiarán de un día para el otro. Fue una de las primeras películas en poner en duda el sentimiento triunfalista que imperaba después del Mundial '78.
- La República perdida I (1983), documental de Miguel Pérez. El film está realizado a partir del montaje de imágenes históricas de archivo y dedicado a seguir la evolución política argentina desde el golpe de estado de 1930 -que derrocó a Hipólito Yrigoyen- hasta la última pérdida de la democracia en 1976. Primer film de Miguel Pérez, reconocido montajista del cine argentino, que se transformó en un estruendoso éxito de comercial, en lo que mucho tuvo que ver el contexto histórico en el que se estrenó: a meses del retorno de la democracia en 1983. La República perdida II (1986) es la continuación de La República perdida que, en este caso, revisa el período de la dictadura militar en la Argentina de 1976.
- No habrá más penas ni olvido (1983), de Héctor Olivera. Radiografía de la violencia y el desconcierto que ha sufrido la sociedad argentina por años. La película transcurre en un pequeño pueblo, en el que se enfrentan dos fracciones del peronismo: la que representa al intendente y la corporizada en la figura del delegado municipal. La película está basada en la novela homónima de Osvaldo Soriano
- Cuarteles de invierno (1984), de Lautaro Murúa. Metáfora de la realidad argentinas de los años '70. Durante la dictadura militar que rigió en la Argentina entre 1976 y 1983, un boxeador en decadencia y un cantor se encuentran en un pueblo del interior y establecen una fuerte amistad. Los militares preparan un festival y necesitan de la ayuda del púgil y del cantante. También basado en la novela de Osvaldo Soriano y última película de Lautaro Murúa.
- Los chicos de la guerra (1984), de Bebe Kamin. Evocación de la Guerra de las Malvinas. Se centra en las historias de tres jóvenes de distintas clases sociales, desde sus propias infancias hasta los traumáticos regresos del conflicto bélico en el Atlántico Sur. Fue el primer film argentino de ficción sobre la guerra de Malvinas.
- La historia oficial (1985), de Luis Puenzo. En la última etapa de la dictadura militar, una profesora de historia comienza a darse cuenta de lo acontecido en la Argentina de años anteriores. El retorno de una amiga exiliada, el descubrimiento de los turbios manejos de su esposo y la aparición de una Abuela de Plaza de Mayo que busca a su nieta son motivos más que suficientes para que la mujer viva una auténtica toma de conciencia política. Fue la primera película argentina en ganar Oscar a la mejor película extranjera.
- La noche de los lápices (1986), de Héctor Olivera. La película de ficción relata sucesos reales desde la voz y presencia de su único sobreviviente. En septiembre de 1976, durante los primeros meses del gobierno militar en la Argentina, siete adolescentes de la ciudad de La Plata son secuestrados, torturados y asesinados a raíz de sus protestas por el aumento del boleto estudiantil. Basado en un hecho real, este drama es uno de los films más emblemáticos del cine testimonial argentino sobre los crímenes de la sangrienta dictadura que gobernó el país hasta 1983.
- Tangos, El exilio de Gardel (1986), de Fernando "Pino" Solanas. Drama musical sobre el desarraigo y el exilio marcan las vidas de unos argentinos que viven en París. Juan 1, un bandoneonista, intenta llevar a escena una "Tanguedia" (tango-comedia-tragedia), cuyo libro es enviado desde Buenos Aires por Juan 2, un amigo que resiste los años de la dictadura militar.
- El ausente (1987), documental de Rafael Filipelli que, si bien el film no alude a nadie con nombres propios conocidos, se trata de los hechos protagonizados por el dirigente obrero, desaparecido en 1976, René Salamanca, en el sindicalismo cordobés de los años setenta.
- Mirta, de Liniers a Estambul (1987), de Jorge Coscia y Guillermo Saura, aborda la historia de una joven que culmina sus estudios en la Universidad en 1974 y viaja a Suecia con su pareja. En su difícil relación durante el exilio político irá encontrando poco a poco un camino más personal. Descubrirá múltiples puntos de contacto y comunión de intereses.
- Sofía (1987), de Alejandro Doria. Ambientada en 1976, tiene como protagonista a un adolescente que ayuda a una mujer mayor perseguida por la última dictadura cívico-militar y de la que termina enamorándose.
- Juan, como si nada hubiera sucedido (1987), de Carlos Echeverría. Sobre Juan Marcos Herman, el único desaparecido de la ciudad de Bariloche durante la última dictadura. A partir de entrevistas a familiares, amigos y militares responsables de puestos clave en aquel momento un joven periodista, álter ego del director del film, se pregunta por los motivos del secuestro y el destino final del joven estudiante de derecho. En su recorrido el documental va revelando contradicciones entre los diferentes relatos, puntos de incertidumbre, complicidades entre la cúpula militar, el poder económico, la justicia y la sociedad civil, y la indiferencia de una ciudad que ha elegido hacer como si nada hubiera sucedido.
- La sagrada familia (1988), de Pablo César. Un grupo de hombres y mujeres damnificados por una inundación llegan a la estancia de un poderoso terrateniente quien aprovecha la oportunidad de ayudarlos, creando para ello una extraña fundación con la cual obtendrá publicidad y ventajas económicas. Los huéspedes empiezan a ser tratados como prisioneros y serán sometidos a experimentos y vejaciones al tiempo que se les imparte un discurso moralista y religioso. Finalmente serán asfixiados con gas y sus órganos exportados al exterior mientras que la fundación es reconocida por su contribución al progreso del país.
- La amiga (1989), de Jeanine Meerapfel. Nueva mirada del cine argentino sobre la dictadura militar de los años '70 y los terribles daños que causó en la sociedad. El foco está puesto en dos amigas (Cipe Lincovsky y Liv Ullmann) de muchos años separadas por el exilio, provocado por la dictadura militar. Ambas se reencuentran durante los primeros años de la democracia y luchan por la justicia.
- El acto en cuestión (1993), de Alejandro Agresti. Un hombre descubre en un viejo libro de ilusionismo el llamado "acto en cuestión", un truco que consiste en hacer desaparecer objetos y personas. Gracias a este hallazgo, se convierte en una celebridad y recorre el mundo entero. El temor a que se descubra el origen de su truco convierte al mago en un hombre agresivo y paranoico, al extremo de mantener a su mujer en cautiverio. Negándose a develar cómo hacía desaparecer objetos y personas, guardará para siempre el silencio sobre lo sucedido. A lo largo del film hay alusiones a la última dictadura argentina.
- Un muro de silencio (1993), de Lita Stantic. Un muro de silencio toma como punto de partida la experiencia autobiográfica de perder a un ser querido a manos de la represión de Estado, pero le agrega la dificultad adicional de representar las trabas emocionales que los sobrevivientes tuvieron y tienen para procesar ese pasado, atravesado por un dolor inenarrable.
- El censor (1995), de Eduardo Calcagno. Acercamiento a la figura de un censor cinematográfico de la época de la última dictadura militar, levemente inspirado en el tristemente célebre Miguel Paulino Tato en la piel de Ulises Dumont.
- Prohibido (1996). Andrés Di Tella examina la censura mediante testimonios y documentos de época. El film alude a la propaganda que el último régimen militar hacía en cánticos agradecidos, eslóganes publicitarios y exhibiciones televisivas de sus jerarcas, que bien recuerdan el uso de los medios visuales y de audio en la Alemania nazi y en otras dictaduras.
- Cazadores de utopías (1996), de David Blaustein. En el film, 34 testimoniantes, protagonistas de la historia política de los años ´70, cuentan por primera vez, pormenores de los hechos que marcaron la violenta lucha por el poder en la Argentina. El punto de vista de la narración, que se caracteriza por su profundo compromiso con la historia del país, trata sobre la politización de la juventud, la militancia, la lucha armada, el poder, la utopía, la represión, los campos de concentración, la cárcel, el exilio y la vuelta a la democracia.
- Buenos Aires viceversa (1996), de Alejandro Agresti. Es una película existencialista concentrada en un grupo de jóvenes viviendo en Buenos Aires, viviendo una existencia dura y absurda, frente a la indiferencia de la ciudad y la irracionalidad y el egoísmo de los adultos. La historia es un largo episodio, juntando a más de 6 historias.
- Botín de Guerra (1999), de David Blaustein. Documental que relata la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo para identificar a los niños secuestrados por las fuerzas armadas y de seguridad durante la última dictadura militar. Segundo trabajo del realizador, está estructurado en base a entrevistas que se filmaron en Argentina, Suiza y España.
- Garage Olimpo (1999), de Marco Bechis. Narra cómo los torturadores han sido capaces de instalar la cárcel en el alma del secuestrado. Durante la última dictadura militar, una detenida-desaparecida (Antonella Costa) tiene una relación de amor-odio con su victimario y torturador. (Carlos Echevarría). La película se mueve todo el tiempo entre límites muy precisos, sin golpes bajos, sin mostrar la picana sobre la carne, en todo caso, el golpe bajo es la propia historia, en un escenario que la ciudad se traga.
- Historias cotidianas (2000), de Andrés Habegger. Documental estructurado en cuatro segmentos que siguen a una breve y vertiginosa presentación de los protagonistas, cámara en mano. Además de las múltiples fotografías que guardan estos hijos, hay mucho material de archivo. Se centra en los relatos de otros seis hijos de padres desaparecidos durante la última dictadura militar. Es el primer largometraje realizado por un hijo de desaparecidos.
- Operación Walsh (2000), de Gustavo E. Gordillo. La película devuelve con generosidad la vida de uno de los grandes escritores de la Argentina: Rodolfo Jorge Walsh. Película realizada por alumnos, docentes y graduados de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
- Ni vivo, ni muerto (2001), de Víctor Jorge Ruiz. El film cuenta una extraña historia en tiempos de la última dictadura militar en el país. Buenos Aires, 1980. Alcides ha perdido a su esposa, quien fue secuestrada por un grupo armado. Dos años después, es contactado por los mismos secuestradores, que le hacen un trato imposible de rechazar: si quiere recuperar a su esposa con vida deberá realizar un trabajo muy especial para ellos.
- Figli/Hijos (2001), de Marco Bechis. En un país lejano una mujer está pariendo, dos hombres esperan afuera para llevarse al bebé. Nacen gemelos, un varón y una nena. Los hombres se llevan al varón mientras la obstetra logra esconder a la nena (Rosa) en un bolso. Veinte años después en Buenos Aires Rosa encuentra a su hermano que vive en Milán con su nueva familia. Y viaja hacia allí para encontrarlo después de haberlo contado por email su pasado, el absurdo de la separación, la muerte prematura de su verdadera madre. Javier no le puede creer, pero la duda se insinúa. Su vida, su seguridad, sus afectos se derrumban. Encuentra a Rosa, que le muestra fotos, documentos, la sigue a Barcelona, donde en un centro de análisis de ADN pueden certificar su parentela, y allí vive la obstetra que los ayudó a nacer.
- Kamchatka (2002), de Marcelo Piñeyro . Aborda el tema de la última dictadura militar, visto desde los ojos de un niño. En el otoño de 1976, en plena dictadura militar argentina, a Harry le cambia la vida. Tiene 10 años y no logra entender por qué debe abandonar su casa y a sus compañeros de escuela para mudarse a una quinta con sus padres y su hermano. Adaptarse a esa nueva vida -en la que existen reglas rigurosas- ayudará al protagonista a comprender por qué su padre le pidió que recordara siempre Kamchatka, uno de los países de un conocido juego de estrategia. Una historia sin sentimentalismos, pero con mucha emoción sobre la última dictadura militar. Lejos de buscar la reconstrucción histórica o la denuncia, el film plantea una situación inexplorada por otras películas: el sufrimiento de los hijos de los perseguidos políticos, otras víctimas de la época.
- Los rubios (2003), de Albertina Carri. Docuficción que trata sobre las memorias de la directora respecto de sus padres que luego de vivir en la clandestinidad durante la dictadura militar iniciada en Argentina en 1976 fueron secuestrados y permanecen desaparecidos. La directora se vale de fragmentos, fantasías, relatos, fotos y hasta muñecos Playmobil en un relato que enfoca al pasado y se proyecta en el presente. Un equipo de filmación que por momentos aparece en cámara y una actriz completan la construcción del universo fracturado en que la protagonista descubre una y otra vez lo imposible de la memoria.
- Flores de septiembre (2003), de Roberto Testa, Nicolás Wainszelbaum y Pablo Osores. Documental que habla de la historia secreta de la Escuela Carlos Pellegrini durante los años de la represión, desde su inicio en 1975 hasta la vuelta al sistema democrático. Recupera la historia de Rubén Benchoam, Mauricio Weinstein y Juan Carlos Mártire, alumnos de "4º Noche" (división que ingresa a la escuela en 1973 y egresa en 1978), a través de los testimonios de sus compañeros: la militancia política, la amistad, las anécdotas estudiantiles, la cotidianeidad, la pérdida y las ilusiones. Ellos tres, al igual que muchísimos otros jóvenes, fueron desaparecidos. Los relatos de los distintos protagonistas: docentes, autoridades, ex alumnos, familiares y estudiantes actuales, reelaboran y dan cuenta de los efectos de la dictadura y la represión en el ámbito particular que constituye una escuela secundaria, en un juego permanente entre pasado y presente.
- Nietos (Identidad y memoria) (2004), de Benjamín Ávila. Durante el período de 1976 a 1983, Argentina fue gobernada por una violenta dictadura militar. Durante estos años, miles de personas fueron secuestradas y asesinadas con total impunidad. En muchos casos, los hijos de estos desaparecidos y los recién nacidos de mujeres embarazadas en el momento de su secuestro fueron apropiados ilegalmente. La cifra de 500 niños desaparecidos es uno de los más sombríos legados de este período. La incansable labor de Abuelas de Plaza de Mayo a lo largo de más de 25 años permitió que 77 de estos niños fueran restituidos a sus familias biológicas. Lejos de intentar una revisión política o histórica sobre este período, El documental rescata, a partir de los relatos de algunos de estos chicos, la dimensión humana que este proceso de recuperación de una nueva y verdadera identidad posee para ellos, explorando la forma en que la historia de ayer se inscribe en la del presente y les señala un camino para el futuro.
- Crónica de una fuga (2006), de Israel Adrián Caetano. Película que relata un hecho real, la fuga de un centro clandestino de detención en la Argentina llamado la Mansión Seré durante la dictadura militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983). El autor de la novela sobre la que se basa la película es Claudio Tamburrini, uno de los detenidos que logró fugarse. Se trata del único caso de fuga registrado.
- Cordero de Dios (2008), de Lucía Cedrón. El abuelo de Guillermina es secuestrado durante la crisis de 2001, y la joven decide contactar a su madre, quien se encuentra exiliada en Francia y tiene sus propios fantasmas de la época de la dictadura.
- La mirada invisible (2009), de Diego Lerman. María Teresa (Julieta Zylberberg) es preceptora en un colegio en plena dictadura, o sea, una inocente maestra de ceremonias. Y cuando María Teresa, persiguiendo un vago olor a tabaco, comienza a esconderse en los baños de los chicos para sorprender a los que fuman y llevarlos ante la autoridad, poco a poco hace de ellos un hábito oscuramente excitante, no es de la violación de las reglas sino de su aplicación a ultranza de donde surgirán la torsión y el desvío.
- Eva & Lola (2010) de Sabrina Farji. Cuenta la historia de Eva (Celeste Cid), una joven hija de padre desaparecido, que durante los días entre Navidad y Año Nuevo se entera que su amiga y compañera de un particular circo cabaret punk es una hija apropiada, Lola (Emme). Eva se ocupará esos días de ayudar a su amiga a elegir entre la verdad o la mentira. Esto no es tarea sencilla para Eva, ya que ella misma mantiene conversaciones imaginarias vía celular con su propio padre desaparecido. ¿Hasta qué punto ella misma puede vivir con la verdad?
- Verdades verdaderas. La vida de Estela (2011), de Nicolás Gil Lavedra. La película cuenta la vida de Estela de Carlotto, presidenta de la asociación de las Abuelas de la Plaza de Mayo desde que su hija desapareciera. Su lucha permanente nos cuenta su historia y la de su familia, reflejo de miles de casos similares que buscan desde hace 30 años a sus desaparecidos.
- Calles de la memoria (2012), de Carmen Guarini. Un grupo de alumnos extranjeros realiza en Buenos Aires un taller de cine de corta duración. Les propongo trabajar en torno al tema de la Memoria y sobre una de sus expresiones de reciente visibilidad en nuestro país: unas baldosas en las veredas de la ciudad, colocadas para recordar a los desaparecidos por el Terrorismo de Estado. Sin ningún conocimiento previo del tema, los jóvenes comienzan a adentrarse en historias y situaciones muy alejadas de sus propias experiencias. A partir de la fabricación de un film reflexionan sobre las formas que toma la transmisión de la memoria en sus diversas capas. El film deviene un ensayo en torno al modo en que la imagen es protagonista en nuestros modos de elaborar el pasado.
- Infancia Clandestina (2012), de Benjamín Ávila. Es la historia de Juan, un niño de 12 años, y su familia. Es una historia de militancias, de clandestinidad y de amores. Donde los deseos se pueden convertir en realidad y también pueden desaparecer. Donde se puede ser feliz y también desdichado. Juan está clandestino, tiene otro nombre al igual que toda su familia: Su mamá Charo, su papá Daniel y su adorado Tío Beto. Juan se llama Ernesto. En el barrio y en la escuela lo conocen así. Pero en su casa es simplemente Juan. Estos dos mundo, Juan y Ernesto, conviven, colisionan y se retroalimentan hasta un punto en que Juan no podrá sostenerlo más y querrá comenzar su propia clandestinidad con su gran amor que es María, una niña que conoce en la escuela.
- La parte por el todo (2015), de Roberto Persano, Gato Martínez Cantó y Santiago Nacif Cabrera. Durante la última dictadura militar argentina, las Fuerzas Armadas llevaron adelante un plan sistemático de apropiación de menores, cuyo punto más siniestro fue el funcionamiento de maternidades dentro de los centros clandestinos de detención. Para iluminar esta parte de nuestra historia reciente, la película se propone como un viaje a la verdad que busca “dar luz sobre los lugares en donde se dio a luz”, desde un pasado oscuro a un presente esperanzador. A través de tres historias de nietos restituidos, se verá la parte por el todo: cómo se orquestó un genocidio que llegó a planificar la sustracción de identidad de bebés nacidos en cautiverio, hijos de mujeres secuestradas y detenidas ilegalmente.
- La guardería (2015) de Virginia Croatto. Un interesante documental sobre la experiencia de haber vivido exiliada junto a los hijos de militantes montoneros en Cuba al cuidado de lo que ellos llamaban los ”tíos”, militantes que hacían la suerte de padres mientras los verdaderos participaban de la lucha armada en Argentina durante los años 70.
- La larga noche de Francisco Sanctis (2016) de Andrea Testa y Francisco Márquez. Francisco Sanctis (45), un hombre sin compromiso político, recibe en plena dictadura militar la información precisa de dos personas que van a ser secuestradas por el ejército. Esa misma noche Francisco tiene que tomar la decisión: ¿Arriesgará su vida para intentar salvar la de dos desconocidos?
- La muerte no duele (2016) de Tomás de Leone. Documental sobre el escritor, abogado y diputado Rodolfo Ortega Peña, la primera víctima de la Triple A, asesinado en pleno centro porteño en julio de 1974. La historia de un hombre que nació antiperonista, se convirtió al peronismo y murió asesinado por la derecha peronista.
- Martínez de Hoz (2017) de Mariano Aiello. Este film surge a partir del juicio de censura contra el documental Awka Liwen, iniciado por los nietos de uno de los mayores protagonistas de la última dictadura cívico militar en Argentina, José Alfredo Martínez de Hoz. Para intentar explicar esta aberración jurídica, la obra narra y analiza la historia económica del país a través del contrapunto entre lo que los hermanos Martínez de Hoz cuentan en el juicio de censura y toda una serie de hechos históricos que muestran su falsedad. El documental se desarrolla con un planteamiento estético-narrativo de corte clásico, que busca alcanzar a una audiencia masiva. Osvaldo Bayer es el narrador de la historia.
- Sinfonía para Ana (2017), de Virna Molina y Ernesto Ardito. Basada en la novela de Gaby Meik, la trama se centra eb Ana e Isa dos amigas inseparables que van al tradicional Colegio Nacional de Buenos Aires, en los tiempos previos al Golpe de Estado de 1976. Ambas crecieron con la idea de que hay dos cosas esenciales en la vida: vivir el amor verdadero y cambiar el mundo. Cuando llega el momento de amar para Ana, las cosas no resultan ser tan claras. La presión de su agrupación por haberse enamorado de un joven de otro partido y su propio miedo al debut sexual, la alejan de Lito y la acercan a Camilo. A partir de allí, nada será igual. Su corazón quedará atrapado entre dos pasiones y la realidad política la obligará -a pesar de sus 15 años- a tomar decisiones irreversibles.
- Azor (2021), de Andreas Fontana. 1980. Yvan De Wiel, un banquero privado de Ginebra del más alto nivel, viaja a Argentina en plena dictadura militar para reemplazar a su socio, objeto de los rumores más inquietantes, al desaparecer sin dejar rastro. Entre salones lujosos, piscinas y jardines bajo vigilancia, se instala un duelo a distancia entre los dos banqueros que, a pesar de sus métodos diferentes, son cómplices de una misma forma de colonización discreta y despiadada.
- Adiós a la memoria (2020), de Nicolás Prividera. Documental en primera persona sobre un padre que ha perdido la memoria, mientras en su país se impone un gobierno que propone el olvido. Un hijo que bucea en las películas familiares que filmó su padre, buscando los rastros de su propia memoria. Y entre ambos, el recuerdo imposible de la madre desaparecida.
- Fuerzas vivas (2022), de Esteban Garelli y Juan Pablo Felix que narra hechos que sucedieron en la localidad pampeana Jacinto Araoz durante la última dictadura militar cuando miembros del ejército secuestran y torturan a los profesores de un colegio pampeano. Más de cuarenta años más tarde, uno de ellos regresa al pueblo en busca de justicia. Sin concesiones, Fuerzas vivas lo acompaña en su investigación y devela la cruenta verdad del suceso.
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