Crítica de "Zero Fucks Given", Adèle Exarchopoulos es una millenial low cost

La trama se centra en Cassandre, una joven millennial de 26 años interpretada por Adèle Exarchopoulos (La vida de Adèle, 2013), quien trabaja como azafata en una aerolínea low cost. Aunque gran parte de su vida parece una sucesión interminable de aventuras propias de su generación, como fiestas desenfrenadas, horas muertas al sol y la búsqueda de parejas a través de las redes sociales, detrás de su aparente disfrute se esconde una profunda tristeza causada por la muerte de su madre en un accidente de tráfico.

Aunque Zero Fucks Given no busca denunciar la deshumanización que conlleva la profesión de azafata, ofrece una visión casi documental de la vida en constante tránsito y la búsqueda personal de la protagonista por superar sus heridas internas. La interpretación de Adèle Exarchopoulos logra presentar diferentes y sólidas versiones de su personaje, capturando los contrastes de la vida de una mujer joven.

Julie Lecoustre y Emmanuel Marre presentan una estructura narrativa original, mostrando la banalidad de la intimidad mediante la ralentización del tempo. La película crea una atmósfera de empatía y reflexión que lleva al espectador desde un mundo brillante y soleado a uno gris y oscuro, sin emitir juicios ni moralizar.