¿Qué tanto trabajo implica grabar un pequeño cortometraje?
Estamos acostumbrados a ver en los cines a producciones de horas con muchos efectos especiales y actores reconocidos. En vista de ello, pareciera fácil grabar una película y hacer un film propio, al gusto de cada director. La realidad es muy diferente a lo que puede pensar un espectador promedio del cine. Con solo ver el presupuesto de las mega producciones más renombradas, uno puede hacerse una idea de lo complicado que es hacer una película. Si uno pone el ojo en las posibilidades que una persona común y corriente tiene a su alcance, se hace más visible lo retador que es grabar hasta un cortometraje de tan solo unos minutos.
¿Cuáles son las dificultades?
Por nombrar una de las dificultades, se puede mencionar que, para grabar una simple escena, podría requerir horas y horas de trabajo. Un actor podría equivocarse al decir su parlamento, algún ruido externo se podría colar en la grabación, alguien detrás de cámara le puede dar risa lo que está pasando frente a la cámara, entre otras posibles situaciones. Y si se tiene la escena lista, un director bien podría pedir que la graben nuevamente porque probablemente notó una manera de hacerla mejor. Vale añadir que cada escena debe mantener cierta continuidad con el resto de las escenas y respetar el guion planteado. Cambiando de tema, si te gustaría dedicar algo de tiempo a una actividad interesante, apuesta en línea aquí. El cine es una de las pasiones de algunas personas y eso se puede notar en los pequeños cortometrajes que se presentan en festivales, ferias, entre otros eventos. Un film pequeño hecho por aficionados se puede describir como el resultado de varios esfuerzos mancomunados para obtener una grabación con una calidad buena (que quizás no llegue a excelente, pero igual es meritorio).
¿Se necesita una permisología especial?
La palabra “permisología” engloba los papeles o trámites que obligatoriamente se tienen que conseguir para realizar varias acciones relacionadas con los cortometrajes, como, por ejemplo, grabar en una calle pública. Hasta la escena más simple de dos personas conversando en la vía pública pudiera requerir un permiso especial por parte de la autoridad que supervise esos espacios. Otro tema es que al grabar hace falta silencio y la posibilidad de ubicarse con comodidad en los puestos destinados para cada actor. En la calle hay muchos elementos cambiantes como el paso de los carros o el de las personas. Es decir, si se busca controlar el movimiento de todo lo que sucede en una avenida o calle, sería imposible grabar cualquier película. Sin hablar de las técnicas que se emplean, entre las cuales hay varias que se mencionan acá.
En resumen, todo cortometraje que llegue a las salas de cine bien podría ser el sueño o la visión de un grupo de personas. Aunado a ello, está la disposición a seguir grabando, con todo y el esfuerzo que requiere. Por ejemplo. Si una escena necesita un día soleado y no hay sol, lograr una ilusión óptica costaría mucho.
