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Crítica de “Fuerzas vivas”, potente documental de Esteban Garelli y Juan Pablo Félix, sobre la convivencia cívico militar

Esteban Garelli y Juan Pablo Félix cuentan la historia real de un hecho acontecido hace 45 años atrás en La Pampa que supera a cualquier ficción.

Crítica de “Fuerzas vivas”, potente documental de Esteban Garelli y Juan Pablo Félix, sobre la convivencia cívico militar
lunes 20 de marzo de 2023

La historia sobre la que indaga Fuerzas vivas (2021) es digna de una película. Un pequeño pueblo pampeano es victima del mayor operativo militar ocurrido en la provincia durante la última dictadura cívico militar que gobernó el país entre 1976 y 1983. El aparato represivo, creado en una zona donde no existía ningún tipo de conflicto, se llevó detenidos a cuatro profesores del único colegio secundario del lugar, uno de ellos escapa delante de sus narices y es acusado de ser parte de los servicios. Cuatro décadas después regresa para que se sepa la verdad.

Jacinto Arauz es una localidad del departamento Hucal, provincia de La Pampa, Argentina, que en 1976 contaba con apenas 2000 habitantes y estaba dividido, como la mayoría de los pueblos por la vía del tren, de un lado los ricos, y del otro los pobres. Un colegio secundario, progresista y popular para la época, se había creado del lado más humilde. Un operativo comandado por las fuerzas represivas irrumpe el 14 de julio de 1976 con más de 100 efectivos en el colegio y se lleva a cuatro profesores acusándolos de impartir ideas marxistas. Guillermo Quartucci, uno de los detenidos, huye del puesto donde lo tenían esposado y encapuchado, y se lo acusa de haber colaborado con los servicios brindando información. Un manto de silencio cubre la ciudad y ya nadie habla de lo ocurrido. Pero Quartucci vuelve y Fuerzas vivas lo sigue en la titánica tarea de encontrar la verdad sobre lo que en realidad sucedió casi 45 años atrás.

Esteban Garelli y Juan Pablo Félix aprovechan la historia al máximo y construyen un relato detectivesco que a medida que avanza, como en un policial, va sacando a la luz detalles cada vez más asombrosos sobre cómo se pergeñó el operativo, cual fue el verdadero motivo, y que deja cada vez más en claro la convivencia entre civiles y militares. En este caso el de las fuerzas vivas, denominación que se utiliza para llamar a las personas de cierto poderío económico dentro de un pueblo, la clase dominante, que utiliza su poder en favor de sus propios intereses. Un relato con diversas capas que muchas veces roza lo novelesco.

En una de las escenas, tal vez la que sintetiza la esencia de este potente documental, clásico en su estructura formal, pero atrapante en su concesión narrativa, se repite el testimonio de uno los denunciantes, un agricultor de “mucha solvencia”, que integraba esas fuerzas vivas, y que decía “si todos estudian quien iba a trabajar”. Un odio de clase no muy diferente al de la actualidad y que responde a todos los interrogantes que Fuerzas vivas plantea.

8.0
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