Festival de Cine Francés

Crítica de "Vortex", Gaspar Noé y un sensible acercamiento a la decadencia de la vejez

La nueva película del polémico Gaspar Noé se aleja de los golpes de efecto y el sensacionalismo al que nos tiene acostumbrados para narrar una íntima y desgarradora historia de amor en la vejez. Una vejez decadente y una muerte dolorosa.

viernes 17 de marzo de 2023

El realizador argentino, radicado en Francia, ha abordado a lo largo de su obra temas relacionados con el sexo, el crimen, el baile y, en su última película, Vortex (2021), la muerte. En este caso, al igual que en Amour de Michael Haneke, el cineasta realiza un estudio antropológico sobre el amor en la última etapa de la vida. La película es pesimista y desgarradora, tratando temas como el paso del tiempo, la vejez, la enfermedad y la muerte. Pero también es la obra más íntima y madura del director.

La pareja protagonista, cuyos nombres reales nunca se mencionan, son Darío Argento, el maestro del giallo, y Françoise Lebrun, famosa por su trabajo en La Maman et la Putain (1973) de Jean Eustache. Ella, ex-psiquiatra y analista, padece demencia, y son frecuentes sus pérdidas de orientación y conciencia. Él, un escritor bloqueado, trabaja en un libro sobre la relación entre el cine y el inconsciente. Entre ambos, Stéphane (interpretado por Alex Lutz), el preocupado y complicado hijo que trata de convencerlos de que vayan a un geriátrico.

Revelar más detalles sobre la trama sería un grave e imperdonable error. Noé es el artífice de una obra dramática en la que la violencia es siempre interna y la angustia nunca se exterioriza.

La puesta en escena se construye a partir de una pantalla dividida, mediante un ratio de encuadre de 2,35:1. Cada actor ofrece su propio punto de vista, con un espacio negro en el medio, y unos fotogramas que incomodan y producen un profundo desasosiego. El ritmo aletargado para la resolución de cada escena está asociado a la rutina diaria de los protagonistas, que intentan evitar que la muerte los alcance.

Desde los créditos de presentación, el director deja en claro cuál será la fina línea que atravesará Vortex. La canción inicial habla de lo efímero de la vida, y desde ese lugar se plantea todo un relato que, por momentos, resulta tan asfixiante como en las películas de Lynch. En la escena inicial, en la terraza de la casa donde viven, están ellos, tomando una copa de vino. Uno dice: "La vida es un sueño, ¿no?" Mientras otro responde: "Sí, un sueño dentro de un sueño". Es como Lynch llevado al extremo.

8.0
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