Debate I

"Deaf & Dumb", cuando la historia del cine se distorsiona en pos de la pseudo corrección política

A propósito de la encuesta publicada por "Sight & Sound", sobre las mejores películas de la historia del cine, el director y escritor afincado en México, Alexander Katzowicz, cuestiona la selección donde según su punto de vista se incluye para excluir.

"Deaf & Dumb", cuando la historia del cine se distorsiona en pos de la pseudo corrección política
"Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruxelles", de Chantal Akerman, encabezó la encuesta de "Sight and Sound"
"Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruxelles", de Chantal Akerman, encabezó la encuesta de "Sight and Sound"
lunes 30 de enero de 2023

En el clamor en boga porque aparezcan trans, gays, mujeres, sin importar su talento o calidad, aparecen en la lista de las mejores películas algunas de dudosa calidad, pero por evidentes razones. Es la "cuota" que ahora se necesita para que no queden como "discriminadores". La tan consabida "inclusión", excluye talento e incluye infamias.

He de aclarar -ya que todo hay que aclararlo hoy en día-: es indiferente si la película la dirige un musulmán, un judío, mujer, hombre, o trans, lo que prima es la calidad de la película. El error reside en que si la película se incluye únicamente porque se trata de una vagina y no de un pene lo que porta quien dirige, estamos viviendo la dictadura de la idiotez- o lo políticamente correcto (según lo que dictaminan los gringos, esa democracia que impone lo que hay que pensar).

Lo dijo claramente el editor de la revista "ya hay directores que no están en boga"- es decir la lista no se trata de películas, sino de si la película la dirigió una persona negra o una persona que se identifica como mujer…

Fassbinder, por ejemplo, director irregular que ha hecho películas muy buenas, como Todos somos Alí (o El miedo corroe el alma, traducción fidedigna), película que he visto varias veces, y que, sin duda, merece ser vista, no por ello la incluiría jamás entre las 100 películas más grandes de la historia. Pero como Fassbinder fue un notorio homosexual, aparece en la lista. Hete ahí el error: su inclusión por su orientación sexual. ¿Desde cuándo juzgamos un film por las preferencia sexuales del director? Así es como no aparece ni una sola película de Woody Allen ni de Roman Polanski… ¿Casualidad? Estamos recayendo en un mundo de falsa moralina de pacotilla, a donde las película de los streamings son soporíferas o una fantasía digna de un adolescente, ansioso por ver estallar por los aires ciudades enteras, con "actores" que más que interpretar, lucen abdominales y sonrisas de cirujano plástico.

Gigantes de la talla de Buñuel o Clouzot aparecen completamente omisos.
Joyas del cine como The Hustler, Robert Rossen, 1961, The night and the city, Jules Dassin, 1950, Freaks, de Tod Browning 1932, The Killers, de R.Siodmak, 1946, desaparecidas…

Aparece primera una película de una directora. Aquí siempre se puede aludir a la sempiterna "subjetividad", pero… qué curioso que jamás en 47 años que lleva esa película existiendo nunca apareció primera en ninguna lista de categoría, pero Deaf & Dumb- perdón, Sight & Sound, dijo que "gracias al streaming y a la comunicación digital ahora tenemos acceso a mucho más". Cuando la verdad es todo lo contrario. El streaming acota fuertemente las posibilidades e inunda la pantalla de bodrios y plomos.

No sólo aparece primera en la lista la película de Chantal Akerman (Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruxelles, 1975), sino que luego aparece otro film suyo… Idem con Agnès Varda, directora de talento, pero lejos de ser un genio, a la cual colocan con dos en films la lista… Y Bergman sólo tiene uno. Ajá. El mejor director de la historia (quien diga que es relativo, evidentemente no ha visto ni la mitad de las obras maestras de este artista de la talla de Bach), y sólo aparece uno de sus films… ¡ninguna película de Elia Kazan! Apenas una de John Ford… y claro, aparecen dos de Wong Kar-wai, en el cual siempre prima la estética, la música y la fotografía, siendo su narrativa una cosa meliflua y sin ton ni son… (Aparece uno de sus films por encima de Fritz Lang…).

El New York Times y otros periódicos publican la lista de la "prestigiosa revista", sin cuestionar nada. Es que claro, cuestionar hoy en día es "juzgar", ¿y quién es uno para juzgar? Juzgar es feo, molesto, indecoroso, de mal gusto. Como tener conocimiento: una pedantería de mal tono. ¿Quién es uno para decir que Buñuel ha de estar en la lista? ¿Quién fue Buñuel? Para Deaf & Dumb, claro está, nadie. Al igual que Clouzot, que hizo dos de las mejores películas de la historia (Les espions, 1957, Le corbeau, 1943).

También aparecen algunas películas demasiado famosas como Taxi Driver de Scorsese, o Goodfellas, cuando Raging Bull o Alice doesn’t live here anymore, ambas de Scorsese, son muy superiores y no están en la lista. O Apocalipsis now de Coppola, cuando La conversación es superior. Pero ambas películas son de directores "intachables", no de machistas degenerados… Aparece Moonlight, una película que parece un videoclip (pero la dirigió un negro- perdón, un afroamericano… como si a los gringos blancos se les dijera "angloamericanos"…) o Parasite, de estética publicitaria que se puede ver para pasar el rato, pero lejos de ser una joya como The magnificent Ambersons o Touch of Evil, ambas clases magistrales de Orson Welles que no incluyeron… Tampoco aparece nada de Cassavetes, Wajda ni Kieslowski… No aparece ninguna película de David Lean (uno de los mejores directores británicos de toda la historia), ni de John Huston (The asphalt Jungle, 1950, sin lugar a dudas está entre las 100 mejores películas de la historia), ni el gran Ernst Lubitsch aparece -su To be or not to be, 1942, es el cánon de todas las películas de Billy Wilder y ha sido copiado, frito y refrito su estilo infinidad de veces-.

Qué verde era mi valle, Viñas de ira, ambas películas de John Ford, ganadoras del Oscar mejor película, en años consecutivos, también completamente omisas. All about Eve, con la maravillosa e inigualable Bette Davis, de Mankiewicz, 1950, tampoco aparece…Midnight Cowboy, 1969, de Schlesinger, una joyita con Dustin Hoffman y John Voight, desapercibida…

Sólo quienes desconozcan estos films podrán ofenderse. Porque quienes los hayan visto, saben que es un crimen omitir a Elia Kazan, Luis Buñuel o Henri-Georges Clouzot, en pos de una supuesta inclusión, que no hace al mundo más justo ni más equitativo, ni más igualitario… sino un mundo bobalicón, a donde se ha de callar, y se ha de someter a un orden papanatas, cuyo fin ulterior es generar millones de adictos a los fármacos, al streaming, a un entretenimiento soso, inculto y peor aún que ignorante: un entretenimiento que fabrica idiotas obedientes y que no cuestionan, ni juzgan, ni saben. Y así aman: por Tik-Tok. Y así gozan: por Instagram. Y así luchan: dando likes.

El séptimo arte está moribundo, y esa lista es el retrato de su agonía.

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