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Crítica de "Mañana es hoy", Nacho G. Velilla y una fallida "Volver al futuro" en versión española

El director de “Perdiendo el norte” (2015) regresa con una película sobre viajes, aunque esta vez sean a través del tiempo. Como en la saga de “Volver al futuro” ((1985), una familia viaja en el tiempo de 1991 al 2022.

domingo 25 de diciembre de 2022

Mañana es hoy (2022), una comedia dramática cruzada por la ciencia ficción que nunca encuentra su equilibrio, se ambienta en el verano de 1991 cuando los cuatro integrantes de la familia Gaspar parte de vacaciones rumbo a la playa en medio de discusiones entre el progenitor y su adolescente hija, Lucía. El conflicto es el noviazgo que ella mantiene con un “vago”. Ya instalados en la playa y luego de una nueva discusión por la inesperada llegada del muchacho en cuestión, Lucía abandona la playa y los restantes integrantes del clan familiar se adentran en medio del mar. Una feroz tormenta eléctrica los sorprende y al regresar descubren que están en 2022 y que Lucía fue asesinada. Para cambiar el destino deben regresar al pasado y evitar los sucesos que derivaron en la muerte de la joven unos días después de la misteriosa desaparición de la familia.

La extraordinaria Carmen Machi y Javier Gutiérrez son los protagonistas excluyentes y quienes sacan a flote una película que nunca encuentra el tono ni el ritmo que la historia necesita, aun cuando el guion desdibuja sus personajes y los fuerza a la sobreactuación. El resto del elenco se completa con actores y actrices reconocidos como Asier Rikarte, Natalia Agüero Avecilla, Carla Díaz y Mina El Hammani (ambas salidas de diferentes temporadas de Élite) interpretando a una serie de personajes secundarios bien definidos, pero a los que la chatura narrativa no deja evolucionar. Aunque los que se llevan la peor parte son Pepón Nieto, Antonia San Juan y Silvia Abril expuestos a una serie de situaciones tan forzadas al ridículo que les resulta imposible salir airosos.

Mañana es hoy, que busca poner en valor la transformación sociocultural a través de la confrontación temporal, es la típica película que parte de una idea atractiva pero que pierde todo su potencial ante la carencia de inteligencia en su desarrollo. Los giros dramáticos, forzados a medida que la trama avanza, desdibujan situaciones que en otro contexto hubieran resultado brillantes, mientras otros que buscan la corrección política típica de la época resultan antipáticos y desaprovechados.

La idea de cruzar dos décadas opuestas con su vestuario característico, expresiones, adelantos tecnológicos e idiosincrasia en general es tan obvia y predecible que no causa ninguna gracia. Mañana es hoy, que representa a medias tintas, sin lineamientos, subrayados y lugares comunes, la mirada nostálgica hacia el cine de aventuras americano de los años 80 que marcó a toda una generación (Robert Zemeckis y Volver al futuro es el referente más claro pero también hay citas al cine de Landis, Reiner, entre otros), no funciona y el resultado final es un mero entretenimiento superficial vacío de todo contenido.

4.0
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