"Charcoal", la producción argentino-brasileña de Carolina Markowicz que llegará al Festival de Huelva

"Charcoal", la producción argentino-brasileña de Carolina Markowicz que llegará al Festival de Huelva
miércoles 09 de noviembre de 2022

El cine patrio vuelve a colarse un año más en la programación del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano. Esta vez lo hará a través de Charcoal, una coproducción argentino-brasileña que llega bajo la dirección de Carolina Markowicz. La película, que ya fue presentada en el apartado Horizontes Latinos del último Festival de San Sebastián, ha sido seleccionada para proyectarse en la edición número cuarenta y ocho de la cita onubense, que se celebrará entre los días 11 y 18 de noviembre.

El buen hacer de Markowicz y la interpretación de César Bordón, Maeve Jinkings y Stella Galazzi -unidos al trabajo conjunto de las productoras audiovisuales Ajimolido, Cinematográfica Superfilmes y Biónica Filmes- han dado como resultado una ficción en la que se relata con maestría el ridículo que puede llegar a ofrecer una sociedad adormecida por el fanatismo. La crítica social especialmente afilada alerta en esta película del peligro que encierra normalizar lo inhumano. El argumento se ocupa de vehicular esta idea a la perfección.

Contra el despropósito

Charcoal, ópera prima de la directora brasileña, cuenta en clave de humor macabro la historia de una familia que vive en los más profundo de Sao Paulo y que decide alojar en su casa a un enigmático extranjero. El hogar no tarda en convertirse en un escondite, y es que el nuevo inquilino es en realidad un narcotraficante que se encuentra en plena huida. El avance de la trama está marcado por el disimulo de los miembros de la familia, que obligados a lidiar con esta esperpéntica situación tratan de instalarse en el día a día a golpe de farsa, como si no pasara nada raro.

 Carolina Markovicz emplea esta compleja convivencia para trasladar a los espectadores todo el caudal de mentiras, incoherencias, surrealismo y secretos de una familia que, sin serlo, parece de lo más normal. El papel protagónico de la madre corre a cargo de la actriz brasileña Maeve Jinkings, que fue invitada al proyecto en 2016, cuando la directora empezó a escribir la historia. La propia Markovizc confiesa que contó con ella porque desde el principio tuvo claro que sería capaz de resolver sin fisuras el laberinto de registros que acumula el personaje.

Es precisamente la figura materna la que adopta una posición de poder en todo este embrollo, tanto en el terreno laboral como en el doméstico, a pesar del entorno conservador y machista en el que se desarrolla la película. Por lo demás, un ambiente salpicado de violencia y resignación que logra volverse natural entre los protagonistas advierte de la facilidad que tienen estas cosas para conquistar universos cotidianos.

 Proyección virtual y segura

Charcoal podrá verse en la sección Sismos del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano. Se trata de un apartado en el que se muestra una selección de las producciones de América Latina que han sido capaces de dejar huella en las diferentes citas internacionales. Las películas que forman parte de Sismos -que nació en tiempos de pandemia- se emiten en el escenario virtual de la página del festival.

Para poder acceder a ellas, el espectador debe registrarse previamente en el sitio web, que además cumple con todos los estándares de ciberseguridad diseñados para proteger los datos personales de los usuarios. Se trata de un entorno digital que en este sentido sigue el modelo de software que usan las grandes referencias en la materia, como son las entidades bancarias y las plataformas de juegos de azar.

En el primero de los casos, son los bancos de nueva generación los que incorporan la tecnología más avanzada que existe a la hora de salvaguardar todo tipo de información sensible frente a la amenaza de los hackers, ya sea un número de cuenta o una contraseña. El programa que se utiliza en esta tarea lleva a cabo labores de encriptación y se conoce como certificado TLS (Transport layer security). Su función es la de ocultar todo el contenido privado que se transfiere por la red hasta los servidores, impidiendo de este modo el acceso de terceras personas y el robo de datos delicados.

Con los portales destinados al juego que operan en el país ocurre algo similar, y es que también pueden presumir de haberse convertido en soportes especialmente seguros. De hecho, cuando un casino en línea Argentina se lanza a ofrecer sus servicios bajo la legalidad, está obligado a usar diferentes herramientas informáticas para prevenir delitos como el de suplantación de perfiles. El recurso predilecto de las salas de juego es el denominado sistema KYC (Know your customer), un protocolo de verificación de identidad que se encarga de confirmar que la persona que intenta acceder a una cuenta es quien declara ser. Para ello, el sistema solicita a los jugadores toda la documentación telemática necesaria, pudiendo además exigir pruebas de carácter biométrico si la situación lo requiere. Ante este panorama, no resulta extraño que la sección Sismos haya tomado buena nota de ello.

Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS