Salas

Crítica de "APPS", terror tecnológico en una antología regional

Cinco historias de intriga y terror se hacen presentes a través de un mismo hilo conductor: los jóvenes y el uso de las nuevas tendencias tecnológicas.

jueves 27 de octubre de 2022

Coproducida entre Chile y Argentina, y a través del ojo de un director distinto para cada relato, esta antología propone una ola fresca de horror, de esas que te dejan perplejo pero con ganas de más. Cinco cortos, cinco realizadores, un solo objetivo: regalarnos cine de género de calidad.

Una antología funciona bien cuando existe un verdadero común denominador para cada uno de los cortos, pero estos, a la vez, resultan ser diferentes entre sí. Obvio que, como el cine (y el arte en general) es subjetivo, habrá algún relato que nos pueda gustar más que otros. Y, si de cine terror hablamos, los gustos por este maravilloso género son diversos e increíbles. En Apps (2022) esa combinación se hace presente. Slasher, western, fantasmas y gore son algunos de los elementos que aquí encontraremos, aunque sus resultados de construcción y calidad resulten dispares entre sí.

Para exponer la diversidad dentro de esta obra vale la pena hacer mención a algunos ejemplos. La oscuridad, a través de un ritmo desacelerado e intrigante, se apodera del corto en donde un joven descubre los misterios de sus vecinos. Las sectas, a lo Midsommar (2019), atrapan a un grupo de amigos y la violencia se hace explícita. Un niño pequeño, utilizado por su padre para hacer citas en línea, descubre que tiene poderes y, a lo The Boys, nos hará reflexionar sobre el futuro de un diminuto Superman corrompido.

Lucio A. Rojas, José Miguel Zúñiga, Sandra Arriagada, Camilo León y Samot Márquez son los directores que configuran esta antología mediante sus frescas miradas. Con protagónico de Clara Kovacic (El último zombi), scream queen local, Apps es original y arriesgada. Sus efectos especiales están bien logrados y el entretenimiento está a la orden del día (o de la noche).

Si bien puede estar señalada por llevar el peso de tener a Black Mirror como espejo, algo que sin dudas sirvió como inspiración, que el terror sea el sostén alimenta el subgénero del horror tecnológico y posibilita el nacimiento de más historias latinoamericanas como éstas.

6.0
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