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Crítica de “El fanático” la increíble bazofia de John Travolta

Como toda película mala “El fanático” tiene su encanto, entretiene y la actuación de Travolta propia de la peor parodia, produce humor involuntario.

sábado 22 de octubre de 2022

El mayor problema del film dirigido y escrito por Fred Durst, cantante de la noventosa banda de rock alternativo Limp Bizkit (en la película se escucha un tema), es que además de lo descabellado de su propuesta es pretensiosa. Intenta todo el tiempo hacer una crítica al mundo de la fama, se muestra seria y solemne en el discurso anti Hollywood que intenta realizar. Un tiro que le sale por la culata.

Travolta que además produce la película, es Moose, un freakie, un nerd, un fan obsesionado con una estrella del cine de acción Hunter Dunbar (Devon Sawa), al que termina acosando. Pelo rapado arriba de las orejas, viste bermudas anchas, zapatillas con medias altas y camisas floreadas, usa mochila en la espalda y se traslada en bicicleta por Los Ángeles. Todo un arquetipo de nerd coleccionista de merchandising que vive sobrevalorando al universo de Hollywood y sus dioses de la pantalla.

Lo que no queda claro es cuál es la crítica al mundo de la fama que El fanático (The Fanatic, 2019) quiere hacer. Por un lado convierte en un monstruo al protagonista, con dibujos caricaturescos que lo asocian a demonios del Apocalipsis, que funcionan de separadores en el film. A la vez la película pretende que sintamos lastima por él, lo muestra como un buen tipo que termina siendo engañado por el universo que vanagloria, en una suerte de víctima/victimario al mismo tiempo. No queda claro tampoco la posición del astro del cine de acción, que por momentos es un tipo correcto, padre de familia, y en otras oportunidades un completo villano que explota en violencia gore como sus personajes en pantalla.

Travolta ganó el premio Razzie a la peor actuación del 2020 por esta película. Con 67 años no da con la edad ni con el físico para este personaje (propio de un adolescente de treinta y pico) y lo compone como un retrasado mental, tambaleándose de un lado a otro constantemente. Su registro de actuación está siempre fuera de sincronización con el resto del elenco.

Nadie en su sano juicio puede tomarse muy en serio el film, salvo quienes lo hicieron evidentemente. La historia no termina de cerrar y las situaciones están tan pero tan al límite de lo inverosímil que no se salva nadie. Un verdadero show del desconcierto.

2.0
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