Crítica de "Black is Beltza 2: Ainhoa" animación sobre los contextos históricos y políticos de finales de los 80

Ainhoa nació en La Paz, Bolivia. Su madre Amanda tiene un accidente en un atentado y, estando embarazada, fallece. Pero Ainhoa logra sobrevivir. Ella creció en Cuba y en 1988 cuando tenía 21 años decide viajar al País Vasco a conocer la historia del lugar de donde era su padre, Manex. A partir de ahí inicia un viaje que la llevará a distintos espacios. Mientras toma fotografías recorriendo la ciudad, se produce una revuelta y un conflicto con la policía y ahí conoce a Josune que trabaja como periodista, y le presentará a otros jóvenes comprometidos con el ambiente político en el País Vasco.

Ainhoa habla euskera y no tiene problemas de comunicación. Sin embargo, tras la muerte del novio de Josune por sobredosis, Ainhoa y Josune emprenden un viaje hacia Beirut y después a El Líbano, y que las llevará también a otros lugares en el Medio Oriente hasta Marsella. Así se adentran a conocer el mundo del narcotráfico y la heroína, y también a ver lugares donde lo político y lo histórico están en momentos particulares de cambios y nuevas perspectivas. 

Es interesante el ritmo que mantiene el relato al tratarse de fragmentos que van construyendo la historia principal. Y también es importante el uso de la música. La conexión emotiva entre los distintos fragmentos dramáticos y diferentes estilos musicales muestran la acción política de cada secuencia. El clima de lo que está sucediendo está basado en un época determinada y su aspecto histórico. Las imágenes animadas, alejados de la perfección, forman así un estilo visual que se conecta con el ritmo de la música y el ambiente de cada historia.

El manejo de las fotografías también se presenta como un elemento importante que relaciona la ficción con el documental. Es atractivo que Ainhoa sea quien tome las fotografías y realice un registro de lo que está siendo testigo. Así mismo, la mezcla de las fotografías en blanco y negro con el relato de ficción muestra que hay sucesos reales en cada lugar, marcados por un hecho histórico. Muchos tienen que ver con la violencia, el ambiente de revolución y eventos sociales y políticos.

Finalmente, Black is Beltza 2 Ainhoa (2022) es un relato de viaje centrado en la historia de un personaje desde la mezcla de idiomas y nacionalidades. El euskera, el inglés y otros lenguajes, le
dan una mezcla local y de diversidad, haciendo un estilo particular que se construye desde lo visual y también desde el lenguaje, el color, el ritmo y lo emotivo entre las historias y el ambiente político de esos años.