Crítica de "Voy a pasármelo bien", comedia musical ochentosa al ritmo de la canciones de Hombres G

La quinta obra del español David Serrano -cuya trayectoria profesional transcurrió entre el cine y el teatro, especialmente el musical-, combina varios de los elementos que más le interesan trabajar en esta nostálgica comedia musical, la más familiar del también autor de Días de fútbol, Días de cine, Una hora más en Canarias y Tenemos que hablar, sin olvidarnos que también escribió tanto El otro lado de la cama como Los 2 lados de la cama.

Con un elenco que incluye a Raúl Arévalo y Dani Rovira, junto a la mexicana Karla Souza, Voy a pasármelo bien (2022) es una comedia musical sobre el amor y la amistad.  El amor y los vínculos en la adolescencia y la adultez. La historia se ambienta en Valladolid y se estructura en dos temporalidades -finales de los 80 y la actualidad- teniendo a los mismos personajes como protagonistas y un mismo común denominador: las canciones de Hombres G.

David y Layla se conocen en el año 89 cuando comienzan octavo año. Ambos son fanáticos de Hombres G y David, que muere de amor por ella, no sabe como conquistarla. Pese a estar muy mal asesorado por Fer, un repetidor serial que se supone tiene experiencia en los asuntos del amor, David y Layla se vuelven inseparables hasta que un viaje truncó la incipiente relación. Treinta y pico de años después, Layla se ha convertido en una premiada cineasta con un Oscar en su haber, y David, en un frustrado escritor dueño de una librería. Ella vuelve a Valladolid, invitada por el Festival de Cine, y claro que donde hubo fuego cenizas quedan.

Pero Voy a pasármelo bien no solo focaliza en la historia de amor entre los dos protagonistas, sino que también desarrolla otros personajes que se mueven alrededor de la pareja principal. Subtramas que abordan tópicos como la amistad incondicional, el acoso escolar, la muerte, la homosexualidad, el divorcio, el reencuentro, el éxito, el fracaso, la rebeldía juvenil y la resignación en la adultez, combinando comedia y drama, luces y sus sombras de la vida en dosis justas y sin abusar de los golpes de efecto.

La música no es un capricho estético ni nada que se le parezca,  sino que sirve de hilo consuctor. A diferencia de lo que suele ocurrir en otras películas donde su inclusión funciona como un mero espectáculo decorativo en Voy a pasármelo bien las canciones de Hombres G fueron escogidas en función a lo que se cuenta para reforzar la historia, ser parte de ella y hacerla madurar. 

Izan Fernández y Raúl Arévalo son los encargados de dar vida a David en las dos etapas de la vida y también los motores de la historia. Pero no están solos y todo el elenco se luce homogéneamente, sobre todo los más jóvenes como Rodrigo Gibaja, Rodrigo Diaz, Michel Herráiz y Renata Hermida Richards dirigidos con maestría por David Serrano.

Voy a pasármelo bien le hace honor a su título y sin dudas al menos durante un poco más de una hora y media uno la va a pasar muy bien al ritmo de una historia compacta, bien desarrollada, que nunca se corre de su eje,  y por supuesto en compañía de las canciones de Hombres G.