Crítica de "Canto cósmico". Niño de Elche", retrato anticonvencional del "enfant terrible" de la música española

Oriundo de Elche, Alicante, Francisco Contreras Molina (1985), más conocido como Niño de Elche, es un músico que apareció en la escena española, hace ya algunos unos años atrás, reinterpretando el flamenco desde una fusión entre lo clásico y lo moderno, e incorporando ritmos como la electrónica, el jazz, el trip-hop, el rap, la cumbia o la música clásica. Célebre por discos como Voces del extremo (2015) o Antología del cante flamenco heterodoxo (2018), artistas como C Tangana, Macaco, Agoria, David Cordero o Ilegales contaron con su colaboración. Además, explora ámbitos multidisciplinarios, como la performance y la escritura.

Canto cósmico. Niño de Elche (2021), proyectado en el último BAFICI, le escapa a todos los lugares típicos en los que muchas caen los documentales biográficos para acercarse al artista desde otros ángulos. No es un recorrido por su vida, sino por conceptos e ideas vinculados a él. Un ensayo documental con una puesta en escena que busca resignificar las convenciones del género, para desmarcarse y transformarlas.

Los orígenes flamencos y familiares, el particular estilo, lo ideológico y performático se entrecruzan con reflexiones propias y la participación de figuras como Angélica Liddell, José Val del Omar, Los Voluble, Pedro G. Romero, Israel Galvan y C. Tangana, entre otros, quienes contextualizan su dimensión artística y le dan forma al retrato simbólico de su mundo que, como un rompecabezas, se va construyendo de a piezas, fragmentos aislados y sin un orden cronológico a los que el espectador tiene que encontrarle su lugar.