Crítica de "中孚 61. La Verdad Interior", debut en la dirección de Sofía Brito

Luego de participar de un taller junto a James Benning en Argentina, Brito recibió a los pocos días de finalizado un mensaje del director proponiéndole realizar algún proyecto juntos “tenemos que hacer una película vos y yo”. Sofía Brito, con ansias de avanzar en el universo de la dirección, aceptó la propuesta, aun sabiendo que el lenguaje (ella no habla inglés, él no habla español) podría haber sido ser el mayor obstáculo para llevar adelante la tarea.

Pero en ese impedimento, la habilidad de Brito fue la de potenciar esa carencia para transformarla en una virtud, indagando en la imposibilidad como punto de partida para hacer un documental que hablara de su encuentro con Benning y a partir de allí universalizar su experiencia.El director es capturado por la inocente y tímida cámara de Brito, quien con los elementos que posee intenta avanzar en el difícil proyecto de construir un relato, asumiendo una posición secundaria en el mismo y dejando que Benning la guíe por el camino del cine.

Por el otro lado, Benning también tiene su proyecto, en el que no sólo se servirá de la actriz para complementar sus ideas, sino, que, además, junto a ella ofrecerá una especie de exploración acerca de su soledad, ideas sobre la vida y el tiempo.Es justamente entre el tiempo y el lenguaje, en donde 中孚 61. La Verdad Interior tiene sus grandes aciertos, en las profundas reflexiones que ambos dicen a cámara. Ya no importa si el encuadre, el plano, la puesta en escena es profesional o amateur, porque en el discurso que circula la relación entre ambos trascienden aquellos pequeños errores en la misma.

中孚 61. La Verdad Interior es una película honesta sobre personas que en el encuentro con el otro terminan por encontrarse a sí mismos, de seres que se animan a perderse en rutas, caminos, en películas, en las palabras, aún sin comprenderlas, animándose a bucear en cuestiones ajenas a identidades y nacionalidades.

Brito logra superar sus miedos en la creación de un film que no sólo sea homenaje a su maestro, porque aún en aquellos planos en los que se recrean escenas de películas del director, su mirada, y sensibilidad exploran otros aspectos del acto creativo, sino que registra declaraciones e ideas sobre la libertad, la justicia (“justicia es que todos puedan hacer lo que quieren”) y, lógicamente, el cine.