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Crítica de "Fui Alan por un año", Darío Arcella y la problemática de los indocumentados
La problemática que aquellos al nacer, por diversos motivos, no fueron anotados por algunos de sus progenitores en el Registro Civil y carecen de Documento Nacional de Identidad, es el eje central sobre el que gira "Fui Alan por un año" (2021).
Darío Arcella, realizador de, entre otras películas, Crónicas de la Gran Serpiente (2011), La Ceremonia (2014), Nuestro Mundo-Anuhu Yrmo (2016) y Los relocalizados (2016), aborda a través del testimonio de diversas personas adultas las dificultades que éstas atraviesan ante la carencia del DNI, como también la burocracia a la que deben enfrentarse frente a los trámites judiciales y gubernamentales para obtenerlo.
Fui Alan por un año se nutre en su esencia de la palabra de aquellos que deben afrontar una vida como NN. Arcella toma diversos casos testigos para conformar un corpus polifónico de relatos frente a cámara que exponen la impotencia sufrida ante la imposibilidad de acceder a derechos humanos básicos como la educación, la medicina o al trabajo registrado.
Sn apelar a la demagogia ni al efectismo, Arcella construye un clásico documental de investigación periodística, certero y conciso, alejado de los maniqueísmos característicos a los que muchas veces se enfrentan obras de tales características, y todo tipo de especulación emocional, sencillo en su forma, pero sin descuidar una estética visual plagada de imágenes que dan cuenta de lo que se expone verbalmente (muy acertada la secuencia de títulos inicial), aunque toda su fuerza radica en lo que se cuenta por sobre el como se cuenta.
