El 22, 24 y 28 de julio en el CCGSM a las 19 hs.

Silvina Estévez y el paradigma de la idealización de la maternidad en "Años cortos, días eternos"

"La necesidad de hacer esta película me surge al haber visto a mi madre maternar a mis hermanas menores, al haber escuchado los relatos de mis abuelas y al haber sido fuertemente atravesada por el despertar feminista que, gracias a la militancia de tantas mujeres a lo largo de la historia, llega a nosotras en forma masiva", dice en diálogo con EscribiendoCine.

Silvina Estévez y el paradigma de la idealización de la maternidad en "Años cortos, días eternos"
Silvina Estévez
Silvina Estévez
martes 19 de julio de 2022

El viernes 22, el domingo 24 y el jueves 28 de julio a las 19 hs. en el CCGSM (Sarmiento 1551-CABA) se proyecta Años cortos, días eternos (2021), ópera prima documental de Silvina Estévez que busca desmitificar la maternidad y generar nuevas preguntas en lxs espctadorxs.

¿En qué momento te surge la necesidad de hacer una película sobre la maternidad?
La idea de hacer Años cortos, días eternos, surgió cuando la coguionista de la película, Brenda Howlin, fue madre. Comenzamos a registrar su puerperio, palabra que en su momento no conocíamos ninguna de ambas. No es inocente que se desconozca cómo nombrar una etapa de la vida, eso implica el desconocimiento de las vicisitudes que lo caracterizan y a su vez, los derechos. 

Luego, me di cuenta que la necesidad de hacer esta película me surge al haber visto a mi madre maternar a mis hermanas menores, al haber escuchado los relatos de mis abuelas y al haber sido fuertemente atravesada por el despertar feminista que, gracias a la militancia de tantas mujeres a lo largo de la historia, llega a nosotras en forma masiva. 

La película se corre de cierta idealización de la maternidad que muchas veces se evita cuestionar, ¿había una idea preestablecida de ir para ese lado y surgió a partir de los testimonios?
Corrernos de cierta idealización de la maternidad parte del momento en que Brenda quedó sola en su casa al cuidado de su hija, mientras su marido volvió a trabajar a los dos días de haber sido padre. Yo comencé a acompañarla intuitivamente y así filmamos un cortometraje documental. Varias espectadoras se sintieron acompañadas viendo en la pantalla, una maternidad más cercana a la experiencia real y no edulcorada como suele verse en publicidades o como el discurso hegemónico la reproduce.

A partir de lo que reflejás en la película ¿por qué pensás vos que existe tal idealización y no se desmitifica?
En ciertos sectores creo que se está desmitificando. Para todo lo demás creo que la respuesta es el patriarcado. No se desmitifica porque vivimos oprimidas por un sistema acorde a otras lógicas, no a las nuestras. Pero no dejaremos de luchar. 

A lo largo de la película el espectador es testigo de cómo las entrevistadas se van corriendo y abandonando el proyecto, ¿sentías que ibas por el camino hacia una película inconclusa? ¿Pensaste en claudicar?
Si, pensé en claudicar. Pensé que iba camino a una película inconclusa. Tuve muchas crisis durante el proceso. Mientras, filmabamos la serie No sé cómo volver, también sobre la misma temática, que se puede ver en Cine.ar. Yo estaba cada vez más agotada del tema y sentía que no estaba sucediendo lo que debería. Además, era cada vez más opresivo que me preguntaran por qué hacía una película sobre la maternidad si no soy madre. Eso me enojaba. Me cuestionaba si a un director varón le preguntan si mató a alguien para hacer una película sobre asesinos. 

Por suerte, en un momento dado, dejé de resistirme a esa pregunta y me la hice a mí misma. Ahí se ordenó todo. Fuimos a buscar esa respuesta en las mujeres de mi familia y sus propias historias. Y cuando llegamos a la isla de edición con la montajista Constanza Curia, incorporamos todo lo que había fallado. Esos “errores”, esa sensación de agotamiento y frustración, como emociones que son parte de maternar en esta sociedad, nos ayudaron a narrar el puerperio. Y a narrar también sobre el hecho de hacer esta película.

¿Desde lo narrativo fue trabajar en una película con estas características? ¿El resultado fue la película que tenías en mente o tomó un camino diferente?
El comienzo es lo que tenía en mente. Por suerte luego tomó un camino diferente. Por eso yo me considero también espectadora de este film que me sorprendió con su estructura y me devolvió el hecho de conocer mi propia motivación. Como los procesos creativos cuando son honestos, transforman. 

¿La ves como una película generacional?
Si, es una película donde dialogan mis abuelas de 95 años, mis hermanas de 20 y otras mujeres con edades intermedias. Y más allá de las diferencias en sus discursos y paradigmas, me sorprende como todas se aúnan en que las mujeres, seamos madres o no, necesitamos menos presión y más compañía (desde el Estado y de nosotras mismas). 

¿Cambió la visión de la maternidad en vos con la película?
Si, creo que sí. Me hice preguntas y eso siempre te modifica. Cuando termina la proyección en general alguien me pregunta si tengo el deseo de ser madre o no. No tengo una sola respuesta. Pero mientras, elijo otras formas de maternar y reivindicar esos roles de cuidado que están en todos lados y exceden a la relación madre-hijx.

Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS