Homenaje

A 50 años del estreno de "Alianza para el progreso" de Julio Ludueña

Dirigida por Julio Ludueña y protagonizada por Lorenzo Quinteros, Roberto Carnaghi, Carlos del Burgo, Juana Droeven y Alicia Quintas, entre otros, "Alianza para el progreso" (1972) se estrenaba hace 50 años en la Qincena de los Realizadores del Festival de Cannes.

martes 03 de mayo de 2022

Al comienzo de los 70, la total censura política y cultural dominante impuesta por el estado y las diversas corporaciones y factores de poder, produjo tanto en cineastas como en espectadores la necesidad de un circuito alternativo subterráneo de distribución en copias de 16 milímetros establecido dificultosamente a través de sindicatos, universidades, iglesias y casas particulares. Reproduciendo en Argentina un fenómeno como el de Jonas Mekas, circularon  La hora de los hornos de Octavio Getino y Pino Solanas, Puntos suspensivos de Edgardo Cozarisnky, El camino a la muerte del viejo reales de Gerardo Vallejos, La familia unida esperando la llegada de Hallewyn de Miguel Bejo  y Alianza para el progreso de Julio Ludueña.  

Autofinanciadas por los propios directores gracias a sus ingresos provenientes del cine publicitario u otros medios y a la decisiva colaboración de actores y técnicos que también buscaban expresarse en temáticas fuera de los márgenes de lo autorizado, las proyecciones continuaban con debates que los diversos grupos aprovechan para movilizar un fervor revolucionario, de variadas ideologías contra lo establecido, que como es sabido no tardó mucho tiempo en manifestarse en las calles y producir cambios de gobierno, políticos y sociales, que luego a su vez fueron violentamente reprimidos como parte de un plan de exterminio sudamericano de aquellos movimientos. 

En una de aquellas proyecciones, la policía federal llegó a un departamento donde se estaba exhibiendo “Alianza para el progreso” y detuvo al dueño de casa y a sus 30 espectadores, al encargado de la proyección y a Alicia Quintas, actriz intérprete del personaje “Clase Media” en la película; incautó la copia y el proyector Bell & Howell de 16 milímetros. Por consejo del abogado Carlos Fayt, que entonces asumió su defensa, Ludueña quedó prófugo pasando un tiempo a la clandestinidad y  luego se presentó para ser detenido, interrogado por la policía y puesto en libertad. La justicia le inició dos procesos, uno por incitación a la violencia y otro por obscenidad y pornografía de los que terminó sobreseído mientras no hubiera exhibición pública de la película en la Argentina. El 4 de mayo de 1972, se estrenó en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes. Allí el joven Huber Bals la invitó al primer festival de Rotterdam que se iniciaba un mes después.

La televisión sueca, que entonces dirigía Ingmar Bergman, la compró, exhibió y produjo la siguiente película de Ludueña, La Civilizaciòn está haciendo masa y no deja oír una comedia musical con Valeria Lynch, Juan Bullrich, Lorenzo Quinteros y Edgardo Cozarinsky. Alianza para el progreso fue distribuida y estrenada comercialmente en los EE.UU., exhibiéndose varios largos meses en Nueva York, San Francisco y Berkeley en pleno escándalo de Watergate. El sábado 20 de enero de 1973, el crítico Roger Greespun comentó en The New York Times: “Trata acerca de una revolución y su contra revolución en un país latinoamericano que no hace falta especificar. Sus personajes no son personajes, ni siquiera tipos humanos. Son clases sociales: hombres de negocios, militares, sacerdotes, estudiantes, sindicalistas, artistas, la señorita clase media y la señora Estados Unidos; una joven astuta, mala y poderosa que quiere demoler ciudades para construir autopistas en las que transiten infinidades de automóviles. Es difícil decir por qué toda esta rara estructura funciona tan bien. Horriblemente divertido unas veces y tremendamente mordaz otras, tan atrevido por su técnica y tan diferente por su extremismo, más que un film de vanguardia Alianza para el progreso” parece ser muy convincente”. En 1974 el Ente de Calificaciones Argentino, a cargo de Octavio Getino por unos meses, autorizó la película para su exhibición, pero no pudo estrenarse por amenaza de bombas. En Argentina recién se estrenó la señal Volver en 1999.  

En el catálogo de la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, bajo el título de La ficción de la ficción es la realidad, Ludueña fundamentaba: “Producido por un equipo de actores y cineastas que la posibilitaron con su misma intervención, Alianza para el Progreso es un film tan malo como nos propusimos realizar. La cámara toma la peor posición posible, los actores el peor estilo posible, la narración la peor fragmentación posible, la luz la peor simpleza posible, la escena la peor de las alternativas posibles, el montaje la peor solución posible, el ritmo no existe. El discurso elabora una conceptualización obvia y construye la peor de las predicciones: el triunfo de una revolución por el apoyo oportunista de la clase media con la ausencia masiva de la clase obrera durante el combate. Todo es muy malo. La última de las contradicciones entre signo y significante es preguntarse ¿Malo para quién?  Para una cultura que se lució completando la santa inquisición, los campos de concentración, las bombas atómicas, el colonialismo y –seguramente- algunas atrocidades más que nos aguardan en su breve futuro. Para esa cultura, Alianza para el progreso es una película muy mala. Para cualquier otra, menos atroz con la humanidad, es posible que sea muy buena.” 

Alianza para el progreso puede verse completa en YouTube

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