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Crítica de “Bilardo: El doctor del fútbol”, una de cal y una de arena en la miniserie de Ariel Rotter
La docuserie homenajea al DT campeón del mundo en 1986, aunque promete mayor información extradeportiva de la que finalmente aporta.
Bilardo: El doctor del fútbol (2022) bien podría haberse llamado “el padre del fútbol” porque bajo esa figura, y con testimonios de su hija Daniela y de los jugadores que formó, enaltece al hombre por sobre el personaje.
El primer capítulo, “El hombre más odiado”, nos muestra los comienzos de Bilardo como jugador y el ataque desmedido de los medios a su persona cuando llega a ser DT de la selección. Las imágenes de archivo y las anécdotas de los familiares cuentan con cierta perspectiva las injurias sufridas y lo difícil que le fue trabajar en aquellos tiempos. Algo que ya contaba la miniserie 1986: La historia detrás de la Copa (Christian Rémoli, 2016).
También esa miniserie nacional describía lo mismo (y mejor) que lo que vemos en el segundo episodio “Perdón Bilardo”: La obtención del famoso campeonato del mundo, el último ganado por la selección Argentina de fútbol con un glorioso Diego Maradona. Son miles las anécdotas de vestuario que se conocen de aquel mundial de México y la serie se dedica a enumerarlas cronológicamente por boca de los protagonistas.
En el tercer capítulo titulado “Un' avventura in piu” sucede algo similar con Italia 90, el mundial siguiente donde llega de manera épica a la final. Poco de Bilardo, mucho de estructura deportiva para contar y mostrar, lo que ya todos sabíamos al respecto.
El último capítulo la serie apodado “Me olvidé de vivir”, apresura los tiempos y mete en poco menos de una hora todas sus hazañas de forma sintética. Algunas conocidas, otras no tanto, pero que seguro requerían mayor desarrollo. Su autocandidatura a la presidencia, el proyecto escuela en el predio de AFA, sus días en el Sevilla. Se alterna en este episodio lo deportivo con el Bilardo “personaje”, dejando incluso algunas cosas afuera como su extensa participación como comentarista deportivo, incluso recomendando películas.
La miniserie es la primera en homenajear a Carlos Salvador Bilardo y por eso cumple su objetivo entrevistando a todos -o casi todos- los autorizados para hablar de él. Incorpora videos familiares del hombre en familia, hablan su hija, mujer y nietos, logrando mayor emoción que los recursos tribuneros de, por ejemplo, hacer cantar a los jugadores de la selección del 90 la canción del mundial, o buscar los hits que pongan en palabras momentos de su vida.
