Gaumont y Malba - 9 Puntos

Crítica de "Jesús López" o la dualidad según Maximiliano Schonfeld

En su cuarta película, Maximiliano Schonfeld (Germania, 2012; La helada negra, 2015; La siesta del tigre, 2016), escrita junto a Selva Almada, explora el duelo y la perdida a partir de la usurpación del lugar de aquel que ya no está.

lunes 31 de enero de 2022

Abel (Joaquín Spahn) es un adolescente que vive en una zona rural de la provincia de Entre Ríos. En un pueblo cercano también vivía su primo, Jesús López (Lucas Schell), quien muere en un trágico accidente automovilístico ni bien comenzada la historia. Jesús López era un joven fachero que se dedicaba a las carreras de autos, con una familia que lo apoyaba, una novia bonita, y amigos que lo acompañaban en sus andanzas, que desafortunadamente pierde la vida cuando un automóvil choca la moto que conducía. Abel, es todo lo contrario a su primo, pero poco a poco comienza a ocupar su lugar y transformarse en él.

Estrenada en Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebastián y ganadora del premio Abrazo a la mejor película de ficción en la 30ma. edición del Festival de Biarritz América Latina, Jesús López (2021) aborda el vacío que deja una muerte prematura a partir de la ocupación de ese lugar por parte de un otro. No hay rasgos de perversidad ni de maldad en esa usurpación, sino que Schonfeld la trabaja desde la naturalidad, algo ingenua e inocente. Poco a poco Abel se va apoderando de la vida de Jesús hasta lograr mimetizarse en él.  El joven, sin proponérselo, y con la complicidad de todo el entorno, que necesita llenar ese espacio, comienza ocupando la habitación de su primo, usando su ropa, saliendo de parranda con los amigos, besando a la novia y corriendo en su auto. Todos lo viven como parte de un pasaje natural. Abel creció idealizando a su primo pero, ¿está preparado para convertirse en él?

Thriller psicológico, donde el realismo se entremezcla con lo fantástico, lo natural con lo místico, y lo religioso con lo sexual, Jesús López pone al espectador frente al dilema de elegir desde que lugar pararse frente a la ambigüedad que la historia propone. Para destacar la excelente fotografía de Federico Lastra, como el trabajo sonoro que realiza Sofía Straface, fundamental en la construcción de las diferentes atmósferas y climas que atraviesan las contrdicciones de los personajes como en la generación de una tensión latente que nunca está ausente.

9.0
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