Dirige el thriller psicológico “El perfecto David”

Felipe Gómez Aparicio indaga en la fragilidad detrás de la fuerza de un fisicoculturista

“No todo el mundo pero, en general, sucede que los padres buscan cierta perfección en los hijos, aunque lo digan más, o menos, lo tengan oculto, o más exacerbado como pasa en nuestra película”, sostuvo el cineasta en diálogo con EscribiendoCine.

Felipe Gómez Aparicio indaga en la fragilidad detrás de la fuerza de un fisicoculturista
Felipe Gómez Aparicio director de "El perfecto David"
Felipe Gómez Aparicio director de "El perfecto David"
miércoles 08 de diciembre de 2021

Cada primer paso resulta una experiencia inolvidable e irrepetible, y emprender una ópera prima cinematográfica no es la excepción. Este jueves debuta en salas de cine El perfecto David (2021), el thriller psicológico dirigido por Felipe Gómez Aparicio. En el film, el cineasta pone el foco en un adolescente (Mauricio Di Yorio) obsesionado con su cuerpo, que entrena día y noche. El joven es inducido por su madre (Umbra Colombo), una artista plástica, que busca que su hijo llegue a la perfección en cuanto a las proporciones físicas. Y dicha manía y presión son el disparador de una inquietante explosión.

El relato presenta diferentes hechos que rodean a David y que pronostican una cercana explosión, ¿cómo apareció la idea inicial en tu mente y qué te motivó a llevarla a la pantalla grande?
La idea surgió porque a mí me interesan mucho las historias de familias disfuncionales, contar las relaciones entre adolescentes y sus padres, madres, etcétera, y estaba buscando una que fuera por ese lado. Leandro Custo es un guionista, y gran amigo, que me mostró un primer borrador de la historia que terminamos filmando y ya tenía metida a esta madre obsesionada con el cuerpo del hijo y que lo sometía a una disciplina extrema, más el mundo del fisicoculturismo alrededor. Me pareció que era como una metáfora para contar esta presión universal que, de alguna manera, vivimos en algún momento de nuestra infancia o adolescencia, no todo el mundo pero, en general, sucede que los padres buscan cierta perfección en los hijos, aunque lo digan más, o menos, lo tengan oculto, o lo tengan más exacerbado como pasa en nuestra película.

El guion lo trabajaste junto a Leandro Custo, ¿en qué aspectos lo hicieron a dúo y en cuáles otros por separado?
Nos juntábamos e íbamos releyendo el guion desde la etapa inicial y corrigiendo todo tipo de detalles que tuvieran que ver con el tono de la historia, con el contexto social donde la terminamos situando, incluso los nombres de los personajes y el detrás de cada uno de ellos. Yo vivo bastante tiempo fuera de Argentina, la mitad del tiempo la paso en Madrid, entonces hubo momentos con Leandro que eran a través de la virtualidad, y generábamos cambios que él después plasmaba en la escritura, eso nos llevó unos tres años, hasta que sentimos que había un guion para mostrar a productores y yo me sentía seguro de buscar financiación, aunque igual es una historia y una temática difícil para conseguir financiación. Después, en los últimos meses antes de filmar leímos el guion juntos, y va a sonar loco lo que voy a decir, pero creo que durante dos meses lo leímos todos los días de punta a punta, y el mes antes de rodar seguimos haciéndole correcciones. Tratábamos que en la escritura ya se generara ese tono hacia el que íbamos a ir en la filmación.  Y algo que me pasa con Leandro particularmente, y que nos gusta mucho trabajar juntos, es que incluso durante el rodaje, cuando algo no me funcionaba o venía al día siguiente alguna escena que no me terminaba de cerrar, nos juntábamos y lo volvíamos a corregir. Por último, en el montaje, yo terminé dando vuelta el desenlace de la película, ya que finalizaba de otra manera en nuestro guion original, pero no por eso altero lo que contamos en la historia.

La película retrata mandatos vinculados al machismo, ¿qué tuviste en cuenta para su abordaje?
Sobre el tema del machismo de alguna manera siento que David podría llegar a ser una víctima del contexto que lo rodea, está atravesado por el machismo como le puede pasar a muchos hombres en diferentes lugares del mundo, no por esto que estoy diciendo es que se justifique el machismo, sino que la problemática atraviesa a hombres y mujeres. En el caso de David está atravesado por lo que le pasa alrededor, por su contexto social en el colegio, por los comentarios homofóbicos que recibe, si es musculoso, o no, si habla mucho, o poco, si tiene alguna situación no triunfadora con una chica, es un poco lo que todavía pasa socialmente. De hecho, durante los ensayos y la filmación yo hablaba con los adolescentes que se relacionan con David y les preguntaba si los diálogos que teníamos eran correctos para sus edades, y todos me decían que sí, que seguía pasando eso, cosa que me sorprendió un poco porque pensé que habíamos escrito desde un lugar de cuando yo era más chico, pero nos encontramos con que este tipo de presiones siguen existiendo todos los días. Quisimos explorar, por un lado, la presión de las amistades, el colegio y, por otro lado, una madre que, de alguna manera, trata a su hijo como un objeto y no lo deja decidir absolutamente nada. Es una combinación tremenda, que se podría desarrollar una personalidad resentida y muy machista, aunque durante la película él va encontrando de cierta forma un camino.

Y la tensión se manifiesta a través de diferentes recursos…
Desde que empezamos a trabajar en la película, con parte del equipo, como el director de fotografía, la directora de arte, el músico y el montajista, que son todas personas muy cercanas a mí, compartimos este guion con bastante tiempo previo a filmar y lo llevamos hacia un mismo tono, desde la paleta de colores, los claroscuros y la fotografía que por momentos nos deja ver cosas, o no. Es un poco lo que siente nuestro personaje, que está como atrapado en un mundo de oscuridad básicamente y, al mismo tiempo, está relacionado con una artista plástica que busca la perfección del cuerpo, y también está el fisicoculturismo. Así que nos parecía que teníamos que acompañar esto, narrativamente, desde un punto de vista muy estético. En sí buscamos que todo vaya hacia un mismo camino y creo que se logró un clima denso y unificado durante toda la película, lo cual era mi objetivo, y que en algún momento empezara a encontrarse una luz.

Se trata del debut actoral de Mauricio Di Yorio y, además, en un rol protagónico, ¿cómo fue el proceso de construcción de su personaje?
Yo me imaginaba un chico con una coraza gigante, con un cuerpo impresionante, pero al mismo tiempo con una fragilidad que considero que encontramos en Mauricio, porque es un chico como con cara de bebé, ojos claros, piel blanca, sentía que tenía que tener algo de fragilidad. Fue difícil hallar a Mauricio, que no es actor, así que la construcción del personaje fue áspera, hicimos una búsqueda de casting importante, pero cuando apareció él supimos que podíamos hacer la película, no porque nos quedamos sin opciones, sino porque realmente era como que apareció y era el indicado. Después de eso hicimos todo un trabajo de entrenamiento y ensayo de las escenas más importantes de la peli, junto con Umbra Colombo que nos dio una mano muy fuerte en cuanto a estar trabajando con alguien que no es actor, pero que siento que logró interpretar un montón de emociones de una manera muy sutil y creíble. Así que fuimos construyéndolo de a poco, primero le fuimos contando la historia a Mauricio como si fuera un cuento, porque descubrimos que era un chico que se entrenaba muchísimo y que se aprendía todo muy rápido por la disciplina extrema que manejaba. Luego sí le habilitamos los guiones para que no se acordara absolutamente todo de memoria y no se robotizara, y considero que logró un tono muy unificado durante toda la película. Ahora siento que Mauricio es actor, que tiene la versatilidad para actuar y por como entiende las cosas, fue un trabajo difícil pero con un resultado que nos puso muy contentos a todos. 

El Perfecto David ya ha recorrido varios festivales, ¿qué balance hacés de su paso por las pantallas internacionales y qué expectativas tenés para su venidero estreno comercial en salas nacionales?
Esto es una ópera prima así que para mí todos los festivales que pudieran aparecer y que estuvieran interesados en la película siempre era, por un lado, una sorpresa y, por otro lado, algo buscado, ya que teníamos fe que en la película habíamos dejado todo para que pudiéramos tener acceso a festivales. Nos pasó que durante 2020, que estábamos terminando el filme y empezamos a mandarlo a festivales, apareció la pandemia, que fue tremendo, y ahora durante 2021 tuvimos el golpe de suerte de entrar al Tribeca Film Festival, en Estados Unidos, y se nos abrió la puerta a otros lugares (Festival de Cine de Varsovia, Mostra Internacional de Cine de San Pablo, Festival Internacional de Cine de Montelupo–Florencia y Festival OUTshine de Cine LGBT). Ahora estrenarla en salas comerciales siendo una ópera prima para mí es mágico, estoy súper agradecido con estas oportunidades.

En cuanto a tu presente y futuro en la industria audiovisual, ¿estás trabajando en algún otro proyecto o tenés alguna idea desarrollada en mente?
Estoy trabajando en dos series: una para Amazon y, otra, para Netflix, una ya la estoy filmando y la otra empiezo a principios del próximo año. Además, estoy trabajando en el segundo proyecto de largometraje, en etapa de investigación, de nuevo con Leandro Custo y sumando a otro guionista más, Santiago Dulce. Asimismo, sigo con mi carrera paralela de dirección de spots publicitarios.

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