Patricio Aramburu entre el cine y las plataformas

El actor argentino Patricio Aramburu, con participaciones en las recientes producciones Errante corazón (2020), El Reino (2021), Terapia alternativa (2021) y al que se verá próximamente en Planners, dirigida por Daniel Barone, es uno de los protagonistas de La casa de los conejos (2020), de Valeria Selinger, acompañado por Guadalupe Docampo, Nahuel Viale y Paula Brasca, entre otros.

¿Cómo vivís este momento en el que se está visibilizando tanto tu trabajo?
Es raro porque son algunas cosas que se hicieron pre pandemia, como La casa de los conejos, y ahora se acumularon muchos estrenos, como Errante corazón, así que muy contento, también viendo lo que pasó con El Reino, y en relación a lo que está pasando, atento, porque hay una vez más producción de series, películas, aunque el cine sigue un poco relegado. Creo además que las plataformas, no sé si es por la venta internacional, elevaron la calidad del trabajo.

¿Cómo elegís los roles?
Es una mezcla de todo, hay veces que pesa un poco la mirada ideológica, o con lo que puedo llegar a coincidir, pero siempre por cómo es el proyecto. A veces doy muchas vueltas sobre si hacer o no algo, porque muchas veces son riesgos que no sabés qué va a pasar, o tiene que ver con el equipo de trabajo y los compañeros. Si no conozco al director pregunto la idea de cómo se va a filmar, como fue con Billy Boy, que una cosa es el guion, pero luego fue algo mucho más poético y cómo se editó. Hablé mucho en ese caso con el director. Pero depende mucho del trabajo. En El reino me parecía un personaje muy atractivo.

Y se prevé, por la primera, que en la segunda temporada tu personaje tendrá más peso…
Sí, todavía no tengo los guiones pero hay una idea que tenga otro desarrollo, al igual que el que encarna Sofía Gala, aunque aún no se sabe nada.

¿Cómo llegaste a La casa de los conejos? ¿Hay más presión cuando se está en un proyecto que repasa hechos verídicos?
Llegué por la directora Valeria Selinger, que me lo acercó, después por teatro estuve en París, donde la conocí, y mi personaje es el hijo de Chicha Mariani, Daniel Mariani, y es raro, porque empecé a ver fotos, con Paula Brasca, que hace de mi mujer, también, investigamos, y hoy gente que vio mi trabajo le dicen a la directora que me parezco. Leí cosas históricas, pero traté de ponerme en un lugar de sensibilizarme más en la relación con la niña protagonista. Trataba de conectar con esa situación, porque lo que cuenta es todo lo que pasa fuera y dentro de la casa, que era un centro de operaciones de montonero, pero es el funcionamiento de eso, desde la mirada de la nena. Entonces pensaba más en cómo vincularme con ella, que tiene la mirada central de la película, que es la adaptación del libro.

Es interesante esto que decís de conectarte con la mirada de la niña, porque pocas son las propuestas que lo han hecho así…
Cuando leí, primero el libro, después el guion, me llamaba la atención tener esa mirada del niño y ver qué se le respondía sobre determinadas cuestiones, no son ingenuos los niños, por lo que me interesaba cómo se le blanqueaba, y en la novela se cuenta que era demasiado lo que se le contaba.

Terminando envuelta en situaciones a veces que ni siquiera ella puede modificar, esto debe haber sido por muchos atravesado…
Claro y que en el fluir de los días, viendo cómo desaparecían compañeros, y sentirse más cercados, se perdía el registro que había una niña mirando todo eso. Tiene esa mezcla de ser muy cruel y muy increíble la situación, es un cruce de muchos sentimientos, y si bien se han hecho muchas otras películas sobre el tema, con participación de los niños, acá hay una cosa subjetiva por la mirada de la nena, que en este caso es la experiencia de la autora.

¿Cómo es volver a un estreno en salas en el marco de esta normalidad?
Recién se está dando ahora. Fui a ver a unos compañeros en una obra y lo que me decían era que disfrutaban lo que estaban haciendo tras dos años de no subir al escenario. El estreno de El Reino fue virtual y en los meses previos especulábamos por el estreno presencial que nunca sucedió. Se vive con muchas expectativas de poder retomar esto y que la gente vuelva al teatro y al cine. Esto es muy reciente, pero siento que están volviendo, con ganas de ver, y todo tipo de obras, desde la más comercial a la más independiente. El año que viene volveré yo al teatro con algunos proyectos.

Participaste y seguirás haciéndolo, en productos para plataformas, ¿Qué reflexión hacés sobre este fenómeno de producción?
Es interesante lo que pasa con las series, donde directores de cine tienen la posibilidad de dirigir dándote mucha capacidad para desarrollar los personajes, estructura, se eleva la calidad y eso está buenismo, después no sé cómo seguirá, donde también la segunda temporada es como una “zanahoria”.