Tras ganar el SANFIC se estrena en Argentina

Juan Pablo Félix debuta en la dirección con "Karnawal", una historia de identidad y tradición

“De chico bailaba, era mi escape, al llegar a Buenos Aires, y asumir mi identidad sexual y analizarme, entendí que era un refugio, mi lugar de contención, de hablar de otra cosa, y creo que eso fue la gran inspiración para contar este coming of age”, cuenta a EscribiendoCine.

Juan Pablo Félix debuta en la dirección con "Karnawal", una historia de identidad y tradición
Juan Pablo Félix
Juan Pablo Félix
lunes 20 de septiembre de 2021

El productor y ahora también realizador debuta en la dirección con la potente Karnawal (2020), un viaje por las emociones de un núcleo familiar particular en donde nada está establecido para nadie. Protagonizada por Mónica Lairana, Alfredo Castro, Diego Cremonesi y el debutante Martin López Lacci, la película fue elegida para abrir la séptima edición del Festival Internacional de Cine de las Alturas.

¿Cómo estás viviendo que finalmente llegará a salas la propuesta?
Fue un año muy difícil para nosotros, porque como todas las películas de cine de autor e independiente lleva mucho tiempo para hacerla, y llegó la pandemia y con el equipo juntamos fuerza para seguir adelante. La participación en los primeros festivales para mí fue frustrante, pero después pudimos estar en algunos de manera presencial. El estreno en Argentina para mí es muy importante, porque no sabíamos cuándo iba a pasar, y creo que es un poco un acto de fe y resistencia, y lo hacemos así, acompañando la vuelta al cine de los espectadores, tendremos algunas funciones especiales que desde ahí tendremos un lindo impulso para animar y motivar a que la gente vaya a las salas.

Por lo pronto en Salta te espera en la casa de Martín un asado…
Eso es lo lindo de las películas, la gente que conocés en el proceso, y uno cree que está sólo interesado en contar una historia, pero terminás conociendo gente que te cambia la vida. En el caso de Martín es eso, tenía muy claro qué buscaba para el personaje, pero no imaginé que me iba a encontrar con Martín, un ser que le pone tanta pasión a todo, el nivel de compromiso que le puso, me genera mucha responsabilidad el compartir esto con él.

Para el protagonista tenías un perfil específico ¿te angustiaba que otros roles sí ya los habías cubierto y este no?
Sí, cada película tiene su complejidad, y el de esta era el desafío de contar una historia muy narrativa que tiene que ver con cosas de mi infancia estructurada en una ficción de género y tratar que los personajes encajaran. El personaje de Cabra lo imaginaba pero no sabía dónde estaba, y era tan difícil dramáticamente la película, que María Laura Berch me decía que estaba en problemas, porque la exigencia y transformación era de un actor, fue un desafío de un año y medio de padecer hasta que en el Festival Nacional de Malambo de Laborde, lo vimos a Martin, que encima era muy chico en ese momento. Casteamos a todos los chicos en competencia y cuando lo vimos a él, lo fuimos a buscar y ya no estaba. Como representaba a Salta nos pusimos en contacto con el Ministerio de la Provincia, llegamos al representante, él era de Campo Quijano, a 40 kilómetros de Salta, y pensamos, es una locura, pero nos tomamos un avión con los productores y le tocamos la puerta un domingo a la mañana.

La película habla de familias disfuncionales, adolescentes buscando su identidad, entre otros ¿Cómo surgieron las ideas y la complejidad de rodarla en el norte?
Después de hacer la película me lo pregunté, pero salió como una “vomitada”, y al analizarla ahora me di cuenta que estaba llena de recuerdos. De chico bailaba, era mi escape, al llegar a Buenos Aires, y asumir mi identidad sexual y analizarme, entendí que era un refugio, mi lugar de contención, de hablar de otra cosa, y creo que eso fue la gran inspiración para contar este coming of age, que además habla de la relación de amor y desamor de un hijo con su padre, en un momento, como me pasó a mí, de estar perdido, tratando de entender quién sos, y en este caso, es como una olla a presión que hace catarsis y que termina en un final feliz. En relación de los padres y el norte, tuve la oportunidad de hacer algunas series documentales para Canal Encuentro, una de ellas era para enseñar a bailar a niños y creo que desde ahí está la conexión con el norte, en donde hay una conexión más fuerte con el folklore, y entendí que se tenía que contar allí. Más adelante me di cuenta que la película es sobre una construcción de identidad, alejada de la tradicional, entendiendo que hay un problema de identidad del país. Por eso el personaje de Castro es como un conquistador de la posmodernidad, no importa de dónde viene, es como un inmigrante que no termina entenderse de dónde viene, algo de ser cipayo y estar en una tierra sin poder hacer nada. Después se me ocurrió sumar a Mónica, y entender que este chico salía de ambos. El norte además da la posibilidad de contar qué pasa en el norte, en la frontera, el carnaval, el machismo, la violencia machista del lugar, es todo complejo.

¿Y la construcción de la identidad de la película asociada al folklore, pero sumando diversidad, colores, las botas, potenciando el relato?
De viajar tanto al norte, porque hice varios programas allí antes de rodar la película, me llamó la atención que, a estos chicos, fanáticos del folklore, también lo son de la Play, del hip hop, de la ropa deportiva americana, generando un gran contraste, con un sentido de pertenencia muy propio, pero con una reinterpretación cultural, alejándose del cuidado del campo, y las abuelas se quejan, que no quieren cuidar las cabras y están en internet. Pasa eso ahora en el norte, y eso no se lo ha reflejado aún, y empecé a escribir pensando en eso, y salió lo de las botas, los delitos que realiza el protagonista para acercarse al padre, esa fusión hace que la película tenga este tono folklórico posmoderno.

¿Para cuándo nuevo proyecto?
Me gustó mucho hacer películas, más allá de los temores, y el verano pasado salió una nueva historia, que se llama por ahora Ofelia, es la historia de una mujer de 65 años, acabo de entrar con esto a la residencia de Fundación Carolina, estreno la película y empiezo en Madrid dos meses esto para tener una versión más sólida y comenzar así el diseño de producción de la película. Estos momentos son muy difíciles para el cine, Karnawal nos costó mucho y logramos hacerlo gracias al fomento de la industria cinematográfica latinoamericana, logramos hacerla por fondos bilaterales de INCAA con Chile, Brasil y México y todos esos ya no están más, y se me parte el corazón, porque nuevos realizadores podrían hacer sus primeras películas gracias a ellos. Karnawal es un ejemplo de que se podían hacer películas de esa manera.

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