Los jueves y sábados en el Malba

Federico Rotstein tras los pasos de Miguel Grinberg en "Satori Sur"

“Siempre tuve en claro que no iba a contar todo como un link de Wikipedia, no es un ensayo, es una película”, cuenta a EscribiendoCine.

Federico Rotstein tras los pasos de Miguel Grinberg en "Satori Sur"
Federico Rotstein
Federico Rotstein
miércoles 15 de septiembre de 2021

Satori Sur (2019), la película, que pasó por varios Festivales y muestras, y tuvo su estreno online, finalmente llega al Malba con funciones los jueves a las 19 y los sábados a las 18 horas, con su mirada necesaria y clave sobre uno de los referentes locales de la contra cultura de todos los tiempos.

¿Cómo vivís el estreno presencial tras mostrarla online y en Festivales?
Con mucha alegría, de hecho la vi el sábado en el Malba, no había vuelto al cine, excepto algo en el BAFICI, y me acordé por qué me gusta tanto ir al cine, es una experiencia diferente y me hizo pensar un poco porque ahora todos tenemos en casa el dispositivo para ver bien en términos de calidad, antes no pasaba, y el cine siempre ganaba en cuanto a calidad, pero lo que no tenemos en casa es la experiencia comunitaria con la gente alrededor, y en tu casa la experiencia está contaminada de la vida, interrupciones, y por eso me gustó volver. Hay algo que primero volvieron las películas a las salas y los espectadores de a poco, pero siempre es una alegría que esto pase, porque pensé que no se iba a dar, y se dio, y compartimos con la familia de Miguel Grinberg, hay algo que está muy bueno.

Que se dé en el MALBA, una película sobre Miguel Grinberg, ¿tiene más sentido?
La película responde un poco eso, empezar con su cumpleaños 80 en el CCK, tiene un valor, porque él, viniendo de la contracultura, lo hace en un centro cultural del Estado. Creo que la película empieza cuando él ganó, llegando al final le festejan el cumpleaños en la meca de la cultura porteña rodeado de celebridades. Él en su ley ganó, reconociéndolo como una figura de la cultura, no sólo de la contracultura. Lo del Malba es parte de lo mismo, que un lugar así lo reconozca, es otro triunfo.

¿Cómo imaginaste la estructura y el recorrido?
Siempre tuve en claro que no iba a contar todo como un link de Wikipedia, no es un ensayo, es una película. Supe que el recorte iba a comenzar con la producción de un show de Spinetta hasta su filosofía, sabiendo que iba a ver gente que iba a reclamar que estuviera tal o cual información, dejando justamente la información por debajo, después hice otro recorte, en un momento, todo en mi cabeza, tuvo un epílogo, pero después cuando vas al rodaje aparece otra película, yo rodé un mes con él, y él también decidió hablar de qué y de qué no, eso está en la entrevista, donde hubo un recorte que él hizo y luego en montaje otra vez me fijé qué me parecía valioso y qué no, porque su vida está llena de hitos y contarlos todos iba a ser más televisivo.

¿Aceptó de una la propuesta?
No lo tuvimos que convencer, para nada, fuimos viendo cómo avanzar con esa tensión entre retratado y retratador, no era una oda a Miguel, para nada amarillista, buscando el chisme, por lo que en los primeros encuentros hubo algo más de distancia y luego él se fue soltando de a poco.

Venís de otro tipo de producciones, ¿fue difícil introducirte en el cine documental?
No, porque trabajo con Néstor Frenkel, venimos hace mucho trabajando, somos un grupo pequeño y con él aprendí mucho. Además, había hecho un documental sobre ópera para Canal Encuentro, que se llama Ópera Ana Bolena, así que no iba completamente virgen a hacerla, y hay algo que resolves in situ, el primer día sí estaba un poco nervioso, pero porque nunca había retratado a nadie, y lo primer que filmé fue el cumpleaños y la meditación, no quería meterme solo, y él me invitó a la meditación, después fue el cumpleaños y ahí vas a lo que sucede, pero el mano a mano, con quien vas a retratar me daba ansiedad.

¿Qué sensaciones tuviste sobre todo lo que pasó y sigue pasando con Los Visionadores?
Para mí es una alegría que se haya terminado la película, porque las primeras fotos eran de hace 10 o 12 años, era otro mundo, otra movida del cine, el circulo de visionado tenía algo de eso, suerte de oasis para ver cosas que no se podían ver en otro lado, algunos videos ya eran de esa época creados por Néstor Frenkel, el proyecto él intentó reavivarlo varias veces, pero por algo de él y algo nuestro, no pasaba, y la pandemia lo reactivó, y al terminarla, y la mostró a sus colaboradores que no eran parte del círculo, estalló, tomó la película otro status y es medio raro eso que era algo íntimo comenzara a tomar estado público. Es una sorpresa y es un triunfo de Néstor, que le reconozcan que es muy valiosa la película, que además que está buenísima, tiene un valor de archivo que sirve para recupera una parte de la memoria cinematográfica y a mí modo de ver, más allá que haya participado, el recorte que hace de un cine tiene una ideología, de derecha, sin que eso sea peyorativo, y que hay una parte de la sociedad reflejada ahí, más allá que se la corrió, tiene mucho valor sobre eso, hay muchas producciones, de Enrique Carreras, los policiales de Ranni, que indagan, de alguna manera, sobre el ser nacional para un sector de la sociedad, y por eso, que te haga reír, su valor de archivo y una dimensión política.

Y que además impulsa a nuevos grupos de visionadores a que vean películas, y las películas que muestra la película…
Es un triunfo eso.

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