Llega a Netflix el clásico drama mexicano remasterizado en 4K

Alejandro González Iñárritu y “Amores perros” a 21 años de su irrupción mundial

Con el debut en cine de Gael García Bernal, este thriller dramático y extremo, contado en tres historias que se cruzan a partir de un accidente automovilístico, fue en su momento súper elogiado -y con entusiasmo- por la crítica especializada, además de llevarse una ristra de premios internacionales. Aquí la visión del director cuando la presentó en el Festival de San Sebastián.

Alejandro González Iñárritu y “Amores perros” a 21 años de su irrupción mundial
jueves 09 de septiembre de 2021

En septiembre de 2000, luego de su premiere mundial en el Festival de Cannes (donde se llevó el Gran Premio de la Semana de la Crítica, el Gran Golden Rail y el Premio de la Crítica Joven) y de su paso por el Festival de Toronto, la opera prima de Alejandro González Iñárritu, Amores Perros, arribaba al encuentro donostiarra en la destacada sección Zabaltegi-Perlas de otros Festivales. La expectativa era enorme. Tan es así que las dos funciones en que se proyectó el film en la sala del Kursaal 2, estaban repletas. Y presentando el film los dos debutantes en sus rubros: Iñárritu en la dirección y García Bernal en uno de los protagónicos. Los dos mexicanos, y los dos entusiasmados y ansiosos con la expectativa que crearon a partir de su paso y éxito por el festival francés. 

Cuando se cumplieron el año pasado los 20 años del estreno del film (en Argentina fue el 19 de octubre de 2020), se presentó una nueva copia remasterizada en 4K, en la Gala de Inauguración del 18° Festival Internacional de Cine de Morelia (Michoacán, México). Y cuando la misma se editó en físico (Blu-ray y DVD) traía una infinidad de Extras Especiales todos supervisados por el propio director y el DF Rodrigo Prieto, tales como Charlas entre Iñárritu y el realizador polaco PaweÅ‚ Pawlikowski, un conversatorio entre el director y los actores Adriana Barraza, Vanessa Bauche y Gael García Bernal. El documental sobre el film, Perros, amores, accidentes; un video ensayo del especialista Paul Julian Smith, clips musicales de canciones de la banda sonora de Control Machete, Café Tacuba y Julieta Venegas. Y por supuesto con nueva Banda Sonora de Audio y Escenas eliminadas. Y para destacar, una nueva entrevista al compositor Gustavo Santaolalla. 

Amores perros, que recorrió muchos festivales entre 2000 y 2001-en una época en la que había muchos menos eventos que hoy en día- fue premiada infinidad de veces tanto al film, como al director, a los actores, el guionista, la fotografía y la banda sonora. A los ya nombrados en Cannes, habría que sumar entre otros, el Internacional de Chicago (EUA), San Pablo (Brasil), BAFTA (Reino Unido), 10 Premios Ariel de la Academia de Cine de México. Fanstasporto (Portugal), Edimburgo (Escocia), Gent (Bélgica), La Habana (Cuba), Huelva (España), Lérida (España), Montreal (Canadá), Oslo (Noruega), Palm Springs (EUA), Tokio (Japón) y Cóndor de Plata de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina. Más los Premios del Público en AFI FEST (Los Ángeles, EUA), Bogotá (Colombia), y Valdivia (Chile).

Por otro lado el director de 21 gramos (2003), Birdman (2014) y Revenant: El Renacido (2015), acaba de finalizar el rodaje de su séptimo largometraje titulado Limbo (No confundirse con el film homónimo del hongkonés Soi Cheang, que competirá este año en el festival de Cine Fantástico de Sitges). Y lo que hay para destacar de lo poco que se conoce de este nuevo trabajo de “El Negro”, es que es su regreso a rodar en su país natal, a su ciudad, además de otras locaciones en casi 10 urbes. Que rodó entre marzo y agosto de este año en plena Pandemia. Que la trama es “sobre la modernidad política y social de México". Que coescribió el guión con el argentino Nicolás Giacobone –quien de alguna manera tomó el lugar de Guillermo Arriaga, el primer guionista de Iñárritu quienes siguen peleados. Que su protagonista es el prolífico comediante madrileño Daniel Giménez Cacho (quien ha trabajado mucho en México a las órdenes de Guillermo del Toro, Jorge Fons, Arturo Ripstein y Luis Mandocki; el español Pedro Almodóvar, el colombiano Sergio Cabrera y como olvidar su Zama en el film de Lucrecia Martel). Junto a la también argentina Griselda Siciliani, a quien Iñárritu la conoce desde El último Elvis (2012) donde fue productor asociado. Tiene al soberbio DF iraní Darius Khondji y al compatriota Eugenio Caballero como diseñador de producción. La música está supervisada por Lynn Fainchtein quien asumió este rol en todas las películas de Iñárritu y en gran cantidad de otros films mexicanos y latinos.  

Y hablando de música, precisamente la banda de sonido de Amores perros fue otro hecho para destacar. Santaolalla e Iñárritu conectaron desde el principio. Gustavo le dijo a Mónica Maristain en una nota de Página 12 semanas antes del estreno en 2020 que “Cuando vi la película del Negro, me conmovió tanto que quise estar en ella”. Y así para los temas propios de inserts de escenas el ex Arco Iris utilizó el violín de lata de una sola cuerda y tubos de PVC. En el CD doble aparecen nombres como Café Tacuba, Julieta Venegas, Control Machete, los “nuestros” Illya Kuryaki and the Valderramas y Bersuit Vergarabat, e históricos como Celia Cruz y The Hollies. Y según palabras del propio director: “La verdad es que los días más felices del film fueron aquellos que dedicamos a acordar la música. Queríamos que los sonidos puntualizaran determinadas escenas y las redimensionaran, que la música bailara con la película y eso lo hemos logrado.”

Este reportaje pude concretarlo durante el 48° Festival Internacional de Cine de San Sebastián, en el País Vasco, en septiembre de 2000. Con Alejandro nos encontramos en los amplios corredores del Hotel María Cristina, sin duda el pulmón ajetreado del Festival –al menos hace dos décadas atrás- y pudimos tener una breve pero tranquila charla. Cuando le inquirí sobre su elección de Gustavo Santaollalla, no dudó en calificarlo de genio, de amplio conocedor y representante de las principales bandas del rock latino del momento, y automáticamente me obsequió el CD doble con la Banda Sonora y la Música especial para el film. Aclaro que esta charla fue publicada en la Revista Euromovies International (que por entonces editaba el colega Carlos Hugo Aztarain) y que solamente se distribuía en los festivales y eventos de España y Europa. Uno siente que sus respuestas hablan de un DF (Hoy denominada CDMX) más cercano en el tiempo y no solamente de hace dos décadas atrás. 

¿Por qué has hecho una historia tan dura y difícil para tu debut?
En todos los órdenes de la vida me la he pasado haciendo cosas difíciles y arriesgadas. Si uno no tiene cierto riesgo, creo que no vale la pena hacer absolutamente nada. En la medida de lo que arriesgas, puedes ganar. Y si no hay nada que perder, me aburro muchísimo. Que un proyecto cinematográfico conlleve riesgo y experimentes con cosas, me parece maravilloso. 

Tu film relaciona, a partir de un accidente automovilístico, tres historias que bien podrían ser tres películas diferentes. ¿Cómo se da su fusión?
Están unidas por un factor que es el dolor. Creo que hay una historia de amor, de murete y de redención. Y están unidas o tejidas a través de un accidente de coches, que es como la fragilidad, la vulnerabilidad a que estamos expuestos todos los seres humanos. Y el proceso doloroso de sobrevivir a un accidente y de aprender a amar a alguien. Creo que todos los personajes se ven envueltos en ese enredo. 

¿Cómo fue la génesis de cada historia?
Guillermo Arriaga, el guionista, tenía una idea inicial, que era la estructura de un accidente, y que de allí partiera todo. Compartíamos con él esa especie de obsesión en el cual un día estás y otro no estás. Y la cuestión de los perros, se fue integrando en anécdotas personales de algunos amigos. Fuimos, durante mucho tiempo de trabajo, enriqueciendo la historia con personajes más complejos y fueron enredándose más sutilmente entre ellos. Fue un proceso orgánico, intuitivo.

¿Se siente ese clima de violencia callejera, que puede tocarte azarosamente? 
La sensación en México es esa. Por lo menos la mía. Que puedes salir de tu casa, y quizás no regresar. Hay una sensación de vulnerabilidad que se respira. Son sentimientos sobre el miedo. En mi país suceden cosas increíbles todos los días; esa es la realidad. Y a veces son cosas fraguadas, deliberadas. Es algo contradictorio, porque así como existe esa corrupción, esa violencia y esa contaminación; México D.F. es una ciudad fascinante, eléctrica, con una energía y una cultura brutales. 

¿Qué es lo que te gusta, cinematográficamente hablando?
Obviamente me gusta el cine, aunque no soy un cinéfilo empedernido. Me gusta todo, soy bastante ecléctico en mis gustos. No tengo una corriente a la que sigo; me interesa Ingmar Bergman, Akira Kurosawa me encanta y también Martin Scorsese y Francis Ford Coppola. También las primeras películas de Gus Van Sant, de Win Wenders y lo más reciente de Lars Von Trier. En mi país me interesan los trabajos de Jorge Fons, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro.

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