Crítica de "De noche con Kate", el feminismo que Hollywood nos legó

De noche con Kate (Late Night, 2019) distribuido por Amazon Studios y protagonizado por una siempre brillante Emma Thompson relata el descenso del estrellato y la posterior reivindicación de la comediante cincuentona Katherine Newbury, quien conduce hace más de veinte años un programa de entretenimiento nocturno. A pesar de que acaba de recibir el último premio de una larga lista en su carrera, está a punto de ser despedida por la dueña de la cadena televisiva. Esto la obliga a revisar sus certezas y privilegios. 

Thompson nos entrega en poco más de hora y media el pasaje de una señora odiosa a una empoderada. La película comienza con Newbury convertida en una mujer exitosa, a costa de hacer todo lo que los hombres hicieron desde siempre para adquirir poder: rodearse sólo de hombres, maltratar a las personas, controlar a todo y todos. Por cumplir con la cuota de diversidad dentro de su show contrata a Molly (Mindy Kaling), una joven de familia hindú que la idolatra, y quien la ayudará a refrescar el show televisivo. 

El cambio de actitud de la protagonista está asociado en primer lugar al temor por la pérdida de su empleo, pero fundamentalmente en reconocer sus privilegios como mujer rica y blanca. Un escándalo sexual con uno de sus empleados ayuda a esa mirada introspectiva. En este punto, se nota la mano de la guionista (la propia Kaling) y la directora Nisha Ganatra, quienes denuncian la interseccionalidad de las asimetrías: no todas las mujeres son víctimas del patriarcado en igual medida, pero reconocer los privilegios y animarse a perderlos es el primer paso del cambio. 

Durante el 2019 al menos otras dos producciones como la serie The morning show, protagonizada y producida por Jennifer Aniston y Reese Whiterspoon, y la película El escándalo (Bombshell, 2019) con Charlize Theron y Nicole Kidman, dan cuenta de la revolución que generó el movimiento Mee too, el cual destapó la olla de los acosos y abusos sexuales del magnate productor de cine y ejecutivo estadounidense Harvey Weinstein en 2017. Luego de eso, nada fue igual. Y como la maquinaria que Hollywood es, rápidamente intentó absorber el escándalo estableciendo su propia narrativa sobre los hechos. Afortunadamente, lo hizo desde la incorporación de las mujeres no sólo en los roles actorales, sino también en la dirección, producción ejecutiva y guión.