Un documental que refleja la ayuda a las infancias de Chernobyl

Ernesto Fontán tras la solidaridad cubana en "Tarará"

“Queríamos hacer mucho hincapié en las infancias, y en cómo fueron ubicadas en Tarará, donde estuvieron los pioneros de la revolución, quienes todos aceptaron que los colegas de Ucrania llegaran ahí”, dice a EscribiendoCine.

Ernesto Fontán tras la solidaridad cubana en "Tarará"
Ernesto Fontán
Ernesto Fontán
jueves 02 de septiembre de 2021

La ópera prima de Ernesto Fontán, Tarará (2021), analiza la colaboración del gobierno cubano para con el pueblo ucraniano al recibir a niños y niñas que padecieron consecuencias directas de la explosión de Chernobyl.

¿Cómo llegás a la historia y a la conexión entre Cuba, Chernobyl, Tarará?
Desde que nací estoy vinculado a la revolución porque mis padres me pusieron Ernesto por el Che Guevara, ya nací en una familia muy politizada, militante, y desde pequeño estoy atravesado por eso. Me considero un realizador político y comencé a militar en un espacio multisectorial y multipartidario de la fraternidad argentino cubana, FAC, y estoy más involucrado en lo audiovisual con propuestas que reflejen las luchas de los pueblos de nuestra América y la solidaridad con Cuba, faro para nosotros para esas luchas. La historia de Tarará llega porque Silvio Rodríguez vino a Argentina y lo convocamos para un recital que organizábamos en el espacio, dijo que sí, vinieron más de 100 mil personas, y yo registré todo, un mini documental, y Paola Gallo Peláez, la directora del espacio, nos dijo que teníamos que hacer alguna propuesta que reflejara la solidaridad de Cuba con otros pueblos, y se venía el 60 aniversario de la Revolución Cubana, quedaban dos meses y en ese poco tiempo que tuvimos para imaginar el proyecto nos hablaron de Tarará, no habíamos escuchado nunca nada antes sobre el tema.

¿Es un tópico que no se conoce en el ambiente militante?
No, nadie lo conocía, ni siquiera gente muy empapada en temas asociados a Cuba, y ahí nos metimos de lleno a buscar materiales de archivo, pero no había mucho, porque además la política de Estado de Cuba, siempre es ayudar sin publicitar, por lo que nos costó conseguir el material y así contactamos a gente de allá para tener más información. Después hablamos el viaje y fuimos ocho a seguir con el proyecto en Cuba.

¿Tuvo para vos otro sentido el estar ahí en ese momento?
Sí, y además fue maravilloso que se conjugara todo ahí, y más siendo mi ópera prima, trabajando con amigos, gente involucrada en la militancia política, recorrimos Cuba, registrando historias, y conociendo esta parte de su historia que no es tan conocida, y que para nosotros es una epopeya, porque estando en su peor momento económico, ayudaron durante 20 años a más de 26 mil chicos, y registrar esto fue hermoso, porque además la película transmite esperanza y solidaridad.

Además revela más detalles sobre la tragedia de Chernobyl y sus consecuencias…
Durante 2019, que la estuve montando, se lanzó la serie de HBO con un costado más que nada político o la dirigencia, pero no se habla de los afectados directamente, y menos de los niños, como nosotros hacemos, donde los chicos de familia pobre eran abandonados por el sistema médico. Queríamos hacer mucho hincapié en las infancias, y en cómo fueron ubicadas en Tarará, donde estuvieron los pioneros de la revolución, quienes todos aceptaron que los colegas de Ucrania llegaran ahí, porque además tenía salida directa con el mar que favorecía cualquier complicación o enfermedades en la piel. Y muchos decidieron quedarse allí, formaron familias, se asentaron y son considerados cubanos.

¿Estás con algún nuevo proyecto?
Estoy escribiendo un guion sobre un escritor y poeta que tuvo militancia en montoneros, le desaparecieron a los hijos, lo admiro, y conoció a su nieta tras una búsqueda por todo el mundo, es una historia interesante, estoy escribiendo el guion y hablamos con la familia. Y en paralelo estoy con un proyecto sobre Maradona, que está escribiendo otro compañero, pero lo voy a dirigir yo.

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