"Victoria. Psicóloga vengadora" ya está disponible en Amazon Prime Video

Leo Damario y la experiencia de filmar la primera lockdown fiction en Argentina

"Nadie espera nada de nosotros y tampoco nos han prometido nada. "Victoria" se lanza al vacío sin expectativas y con ganas de provocar", dice el realizador en una charla con EscribiendoCine.

Leo Damario y la experiencia de filmar la primera lockdown fiction en Argentina
Leo Damario, creador de "Victoria. Psicóloga vengadora"
Leo Damario, creador de "Victoria. Psicóloga vengadora"
domingo 29 de agosto de 2021

Producida por Little Bull, escrita por Nora Mazzitelli y creada por Leo Damario, esta producción, auténtica y transgresora, nos presenta a Victoria (Cecilia Peckaitis), una misteriosa mujer y casi con poderes, que desarrolla una extraña forma de llevar a cabo la terapia de pareja. Victoria no solo es psicóloga especializada en vínculos de parejas, sino también una superheroína.

Victoria. Psicóloga vengadora es una nueva propuesta nacional con un gran talento argentino que se filmó el año pasado, íntegramente en cuarentena, cuando Argentina se encontraba en Fase 1, y propone un nuevo modelo de ficción en esta búsqueda de reinventar la industria tal cual la conocemos.

¿Cómo fue filmar durante la etapa más dura de la pandemia?
Divertido… Pero muy complejo. Nosotros los cineastas somos los pensadores. Te dije el año pasado que ninguna pandemia nos va a marcar como desarrollar un mundo de fantasía. Y mirá… Hice Victoria que se desarrolló frente al imposible y en un abrir y cerrar de ojos…

En los picos de casos, de caos e incertidumbre estaba filmando de a uno a los actores por separado, haciendo planos y contra planos a la distancia con lapsus de días y días que podían afectar a la continuidad y sin asistente de dirección. En Victoria lo hice todo solo, desde la cámara a conectar las luces. Estábamos Cecilia y yo, a veces un productor, a veces dos y a veces ninguno.

El primer actor en acompañar y confiar fue Benjamín (Vicuña). Que además de un brother es un actor con el cual disfruto mucho mi manera de filmar. Es una química muy especial y ansiamos filmar juntos más proyectos como Sirena que aún tenemos en desarrollo.

El gran trabajo de montaje de Hernán Sidam y la música de Alejo Sendra, que es mi compañero musical, fueron una gran pared. Pero realmente fue el desafío de los desafíos filmar en dos meses una serie completa que dura tres horas y tiene 16 figuras en el elenco. Cecilia filmaba con mucha polenta tres episodios en jornadas larguísimas que producíamos los dos en casa con equipos profesionales.

¿La idea estaba pensada de antes o surgió en medio del aislamiento?
Se venia masticando de antes. Yo quería filmar una serie sobre unas secuestradoras feministas y radicales inspirada en las Putas Locas Histéricas y las Riot Girls. Una suerte de talibanes del feminismo radical.

Y por otro lado siempre quise trabajar con el plano y contra plano. Filmar para el encuadre. Creo que los videos de secuestradores y la estética del trap, el Instagram y el zoom afinó el ojo para maquillar un proyecto así.

¿Por qué el tema elegido? ¿Tiene que ver con un diálogo con la agenda actual?
Siempre verse sobre lo mismo. No soy oportunista. Mi primera película Olympia y hasta Bohemia y Resentimental están dentro del mismo universo.

Pero siento que hay una deuda cinematográfica con el universo femenino, una deuda en general. Películas como El Padrino me cuesta mucho disfrutarlas, no solo por el tono lúgubre, sino porque son arquetipo perfecto de lo que es y como acciona el patriarcado. Es un grupo de hombres que se meten incluso con la pareja de su hermana para ajustar cuentas. Todas las mujeres en las tres entregas de la saga están tratadas como caca. No es casual que sea el smash hit que es ¿la película más importante del mundo es una oda al machismo? Claro, totalmente lógico. Las mujeres de El Padrino son manejables, mojigatas, conservadoras...Mientras que en Buenos Muchachos Lorraine Bracco despierta a Ray Liotta a punta de pistola. Me interesa mucho más la obra de Sofia Coppola por sobre la de Francis Ford.

¿Cómo trabajaste la puesta en escena ante las limitaciones que imponían las restricciones por el COVID-19?
Desde la distancia en muchos casos y bajo la influencia de Gena Rowland y John Cassavettes en su mayoría. Como Ceci y yo somos pareja el hogar se convirtió en un set. De hecho, cuando estábamos con mi hija Ruby, que también participa de la serie, ella me veía editar off line o incluso ensayar.

Los actores estaban tan comprometidos que proponían sus casas como locación y nos pasábamos películas. Como con Carlos Belloso, que compartimos la cinefilia, y nuestro dialogo se daba desde el cine. No sé, películas como El portero de noche con Dick Bogarti y Charlote Rampling o La muerte y la doncella de Roman Polanski son una fuente de inspiración del episodio de él.

Se podría decir que trabaje la puesta en cuadro por sobre la puesta en escena. Trabaje el fuera de campo. El recorte y el primer plano que son las herramientas más distintivas del cine en su estado más puro.

¿Cómo era filmar en medio de toda esa situación extraña?
No sé cómo no perdí la cabeza… hemos pasado por situaciones muy difíciles en el rodaje. Como una noche en la que Cecilia sufrió un ataque de pánico o yo tuve dificultades en la vista luego de filmar 20 horas siendo técnico, gaffer y cámara en la casa que convertimos en set solo para ella y yo. La experiencia más Cassavettes y más maravillosa de mi completa vida fue la realización de esta serie. La gente de Himalaya me acompaño en el rodaje, pero quien me dio alas y dio el capitaneo fue Gisela Asmundo, que además de productora general fue productora artística. Nos hablábamos a toda hora todo el tiempo y veía el material a la distancia on line on time. Este proyecto es tan mío como de ella.

Vos venías de hacer un cine de mucha personalidad, tanto en lo estético como también en las formas de distribución y exhibición, y ahora debutás con una serie que no solo es otro formato sino también que apunta una mayor masividad. ¿El proceso cambió? ¿Manejaste otros parámetros o fue como hacer una de tus películas anteriores?
Fue mejor. Fue mejor gracias a la figura y equipo que maneja Gisela. El camino de Victoria está trazado por Gisela. Es ella quien potenció las ideas del elenco y apostó a la elección de la plataforma y el modo de comunicar. Todo se lo debo a ella que es la productora que más confianza me ha trasmitido en todos estos años de trabajo y recorrido. Siempre dije que el camino de mis obras los tenia que acompasar un productor: apareció ella.

Y, por otro lado, Gisela aposto a mi autoría, porque es cierto es que para mí no hay cine fuera del cine independiente. El cine sucede cuando estamos viendo cine independiente: Allen, Spike Lee, Richard Linkater, Sofia Coppola, Peter Bogdanovich, Adrián Caetano, Los simuladores, etc. Por fuera del cine independiente se podría decir que solo se trata de una utilización del dispositivo del cine para producir un producto netamente comercial: Luis Miguel, Avengers, Star Wars, Metegol, El secreto de sus ojos, Mamá se fue de viaje, Apariencias.

La mayoría de los directores mainstream, o que estrenan series en plataforma con un nombre autoral tienen mínimo diez años mas que yo. Hay una voz popular en la que mi generación no está participando. Y como dice Quentin Tarantino el cine indie ha muerto y solo quedan pequeños suspiros. En ese suspiro nace Victoria.

Ves las series actuales, incluso el caso de maravillas como Mare of Easttown y están filmadas de manual. A mi el trabajo de Winslet y guion me parece fabuloso...Pero no la filmó Sidney Lumet. Y se nota. No hay riesgos estéticos.
Es muy particular lo que sucede porque las series gestaron credibilidad y prestigio cuando los autores del cine empezaron a producirlas, ahora eso no estaría sucediendo y Disney tiene un manual de estilo sobre como se debe filmar y cuantos fleurs podes tener por episodio.

Victoria existe en su libertad, no hay un manual de ninguna corporación, en su independencia que se la dio la figura de Gisela ,quien como productora tomó riesgos y apostó a renovar el panorama, a un culto, una búsqueda de modernidad. Yo la admiro mucho, es visionaria. Y los actores nos acompañaron con mucho compromiso artístico. Creo que, si perdemos la posibilidad de ser modernos, perdemos todos culturalmente. Mi referente máximo siempre fue Steven Soderbergh.

También estoy muy orgulloso que una serie independiente como Victoria sea la primera serie nacional en estrenarse en Amazon. Eso habla de riesgos para la plataforma y que apuestan a una búsqueda artística dentro de un espacio que pareciera solo está destinado a las biopics de personajes ilustres controversiales. O en su defecto a series con fiscales. Insisto que el camino de Victoria está trazado por una productora con la cabeza de Gisela y Little Bull.

Tu cine siempre está plagado de referencias a cineastas y películas, ¿cuándo pensás en Victoria que o quienes se te vienen a la mente?
Victoria
conversa con el cine de los 70s neoyorkino: Sidney Lumet, John Cassavettes, Martin Scorsesse. Me gusta mucho The French Conection también, con la cámara viva, los lentes teleobjetivos, el iso presionado. Hay un romanticismo del cine de explotación donde las minorías se rebelaban. Es una disputa, una discusión contra el arte establishment con hambre de ser ficción, de revolucionar las cosas estética y culturalmente. Sin dejar de ser un misfit.

Ese cine de los 70s sin subtramas, simple directo fue una gran influencia en nuestra serie. También Cecilia vendría a hacer una suerte de Pam Grier en la trilogía de Coffe, Sheba, Baby y Foxy Brown dirigidas por Jack Hill, otro gran director que trabajó el imaginario femenino de un modo rudo. Hay muchas escenas inspiradas en Sheba, Baby, incluida una lógica de montaje. No sé, hoy ves películas como Promissing Young Woman, que tiene un final muy interesante, y es inevitable pensar en Coffe de Pam Grier.

También me es inevitable mencionar a Sisters y Femme Fatale de Brian De Palma, a Diabolik de Mario Bava, CQ de Roman Coppola, Irma Vep de Oliver Assayas y hasta Audition de Takeshi Mike o La piel que habito de Pedro Almodóvar.

Creo que uno podría sentarse en una butaca toda la vida a ver cine de los 70s americano: Robert Altman, Peter Bogdanovich, Woody Allen. Y en parte es porque tiene que ver que eran cineastas que exploraron y se aventuraron a una búsqueda de hacer un nuevo cine acompañados de productores como hoy lo es Gisela para mí.

Victoria tiene un elenco multiestelar, ¿cómo hiciste para que todos se sumarán? ¿la pandemia y que era un momento en que no se filmaba ayudó a tener un dream team de actores que por ahí en otro momento hubieran estado comprometidos?
Por un lado los actores que convocamos son los que casi siempre dicen no: Favio Posca, Benjamin Vicuña, Natalie Perez, Federico D Elia… Pero en todas mis propuestas siempre se ha destacado el elenco.  En mi ópera prima está Mercedes Moran y en Resentimental está Graciela Borges, Juan Cruz Bordeu y hasta Giancarlo Giannini que filmo con Guy Ritchie y el propio Steven Soderbergh. Lo mismo me pasó como videasta que tuve el privilegio de ser de los pocos filmadores que rodaron music videos para Andres Calamaro, Babasónicos y Miranda. No sé porque a los más exigentes les gusta que los filme. Deberían preguntarles a ellos…

Creo que a los actores les gusta el buen trato que tenemos y la plasticidad de mis propuestas que gusten o no son únicas. Nadie hace lo que hago yo. Para bien o para mal no se van a encontrar con otro director de mi estilo. ¡Hasta grabé un disco como cantante pop! No es fácil estar en mis botas… Los invito a mis detractores a estar detrás de mi lente y ver que pueden hacer. Más en un país como este. Argentina es el país de los hijos de. Los hijos de en la política, en la música, en el cine. Además, sucede algo peor y es que siempre se desprestigia al que hace. También es un país del “yo lo podría hacer mejor”. El contexto aquí es sumamente desalentador y miro para el costado y, aunque sonrío, no dan ganas de hacer nada. Está lleno de gente tira mierda en la industria. Pensá en los comités del INCAA, los blogueros, los opinólogos pasatistas… Nadie hace nada salvo molestar al que hace. Por suerte yo hago lo mío contra la corriente pese a todo pronóstico.

A mí me gusta mucho Steven Soderbergh que entendió que a partir del nuevo milenio comienza el cine de las estrellas, de las mega estrellas: Oceans 11 es un ejemplo. Las carreras de los actores se convierten en principal foco de atención. En Argentina no hay muchas celebridades como sucede en Hollywood. Pero tengo mucho respeto por los actores estelares, hay un talento en el magnetismo de Benja, Emilia, Natalie, Favio, Inés Estévez... Ese magnetismo es algo muy mágico cuando estás con tu camara frente ellos.

Ahora que ya está todo terminado y en el aire, ¿Qué sensación te queda de esta experiencia?
La felicidad de hacer y completar. De hacer lo posible dentro de un contexto imposible. De un Ulises audiovisual. Una sonrisa socarrona de saber que hago siempre lo que quiero.

¿Cómo pensás que va a reaccionar la gente frente a Victoria?
Victoria
tiene un concepto estético terrorista, de videos de AlQaeda. Esos videos snuff donde el secuestrado esta sobre un fondo negro y el verdugo en una mesa escondido vaya a saber uno donde. La digitalización, la cosmética Black Mirror y las pantallas rotas son parte de cierta  atmosfera que tiene la serie. Las carencias fueron recicladas como fortalezas. Como talibanes nos inmolamos en la búsqueda de algo nuevo. Nadie espera nada de nosotros y tampoco nos han prometido nada. Victoria se lanza al vacío sin expectativas y con ganas de provocar. Veremos.

Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS