"Cómo mueren las reinas" se estrena en salas y CINEAR

Lucas Turturro se sumerge en los peligros que implican los deseos estancados

“Este proyecto me sirvió de espejo, de canalizador, de salvavidas”, sostuvo el cineasta en diálogo con EscribiendoCine.

Lucas Turturro se sumerge en los peligros que implican los deseos estancados
Lucas Turturro director de "Cómo mueren las reinas"
Lucas Turturro director de "Cómo mueren las reinas"
lunes 23 de agosto de 2021

La colmena se prepara para la llegada de una nueva abeja reina y Lucas Turturro es el encargado de retratarlo en la pantalla grande. Es que, el director de cine y artista visual estrena su filme Cómo mueren las reinas (2021), un thriller psicológico que sigue a las hermanas Juana (Malena Filmus) y Mara (Lola Abraldes), a su primo Lucio (Franco Rizzzaro) y a su tía (Umbra Colombo) en una historia atravesada por el deseo, la tensión y el veneno. 

Llevaste a la pantalla grande el guion de Constanza Boquet, ¿en qué circunstancias fue tu acercamiento a dicho libro? ¿Qué ideas te generó su lectura?
Fue inesperado como siempre. Estaba trabajando con el productor y amigo Mauro Guevara en otro proyecto y un día, en una estación de servicio de Avenida del Libertador, sacó un guion de la mochila. Me comentó que con su productora Aleph Cine estaba buscando director. No estaba en mis planes. Esa noche leí el guion de Boquet de un tirón y no pude pensar más en otra cosa. Abandoné todo y me obsesioné por esta historia, por sus personajes. Estaba entrando en un momento oscuro de mi vida, doloroso y conflictivo. Con mucha traición del inconsciente. Este proyecto me sirvió de espejo, de canalizador, de salvavidas. Me siento muy representado en sus personajes, en las tres mujeres.

Tu trabajo previo en cine fue a través de documentales, por lo que esta es tu primera ficción, ¿qué retos, y aprendizajes, te implicó este nuevo género?
No encuentro muchas diferencias. Es dejar que el mundo que aparece se apropie de tu realidad, sumergirse en eso y ver qué emociones e ideas aparecen. Encuentro muchos puntos en común en mis tres películas. Aunque Cómo mueren las reinas tiene un clima que me genera una sensación muy particular, la veo y me emociona. Creo que la voy a terminar de comprender dentro de muchos años, no sé.

El mayor reto pensé que sería el trabajo con las actrices y actores. Son personajes muy complejos, muy difíciles de interpretar. Pero, por suerte, tuve todo el apoyo necesario y un casting perfecto. No puedo dimensionar todo lo que aprendí, no sólo de cine, sino del deseo y el veneno.

¿Cómo fue el proceso de filmación en relación a las abejas y sus colmenas?
Muy complejo y tortuoso. El zumbido de treinta mil abejas a tu alrededor durante horas es tremendo. Algo de esa sensación plasmamos en el sonido y la música de la película.

Son bichos muy inteligentes y defienden su colmena dando la vida. Fuimos preparados y con las herramientas necesarias, pero nos ganaron las abejas. Aunque me encantaría volver a filmar colmenas.

Al comienzo del relato, hay armonía y quietud en la dupla de las hermanas Juana y Mara, que, luego, se ve alterada por la llegada del primo Lucio, ¿qué consideraste para la construcción de este triángulo en el que hay choques, y uniones, entre distintas creencias y motivaciones?
A las hermanas y a la tía las mueve el deseo. En esta historia cuando ese deseo se encanta se vuelve veneno. Son personajes fuertes que toman decisiones feroces. Cada emoción se amplifica en el contexto de aislamiento que viven, aunque sea en medio de la naturaleza. La película está contada desde ese triángulo y cada escena toma como punto de vista uno de los vértices. Si uno sigue la mirada de los personajes puede imaginar ese triángulo en tensión.

El campo es un lugar que suele transmitir inmensidad y libertad, sin embargo, es en ese espacio donde los protagonistas están contenidos y encerrados, ¿cómo abordaste esta especie de paradoja?
La casa está encerrada por un bosque que suena peligroso. Especialmente de noche. Pero dentro puede ser peor, parece que funciona como un laberinto de espejos. Siempre alguien te puede estar mirando sin que vos lo sepas. El personaje que trata de salir, de alejarse, debe pagar un precio.

El film se estrena para el público general tras su paso por la “Competencia oficial” del Festival de Málaga 2021 y del BAFICI 2021, ¿qué rescatás de la participación del largometraje en ambos certámenes?
Fueron experiencias muy encantadoras. Son festivales muy interesantes y tan diferentes entre sí. Pude volver al cine, después de un año de pandemia, para ver nuestra película. Un festival es un primer acercamiento a los espectadores. Es mi primera participación en el BAFICI y les costará librarse de mi (risas). A Málaga vuelvo después de diez años, me encanta el público del festival, la ciudad y sus salas, logré muchos amigos ya.

En cuanto a tu futuro en el ámbito audiovisual, ¿estás trabajando en algún otro proyecto actualmente, o tenés alguna idea desarrollada en mente?
Estoy con varios proyectos abiertos por suerte y sigo trabajando en Canal Encuentro. En este momento hay un proyecto de ficción que me entusiasma demasiado. Una película de “miedo” que por el momento se llama El Peso de los cuerpos y que la estoy desarrollando en el marco del programa ABC BAFICI (súper interesante). Tengo muchos deseos de hacerla, ojalá pueda, el destino dirá.

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