"El Mundo de Mateo": Nueva temporada, nuevos enigmas

Renato Quattordio en busca de la verdad

“Prefiero hacer un personaje que se lo encuentre natural y vivo en escena antes que un estereotipo”, manifestó el actor.

Renato Quattordio en busca de la verdad
Renato Quattordio en "El mundo de Mateo"
Renato Quattordio en "El mundo de Mateo"
viernes 23 de julio de 2021

Cuando Renato Quattordio camina por las calles de Buenos Aires puede que se cruce con personas que lo feliciten, le pidan una selfie o lo saluden por algunas de sus interpretaciones pasadas en populares ficciones audiovisuales. Algo muy diferente a lo que le puede ocurrir a su personaje Mateo Angelotti cuando transita por el pueblo en el que reside, ya que al adolescente se lo acusa de haber cometido un asesinato. Más allá de demostrar su inocencia, Angelotti debe descubrir la verdad que se oculta detrás de un tendal de mentiras en el que están involucradas varias familias del lugar y que se expone en la segunda temporada de El Mundo de Mateo (2021), la serie dirigida por Mariano Hueter y disponible en Cablevisión Flow.

TODOS TENEMOS ALGO QUE OCULTAR

La nueva temporada de El Mundo de Mateo se caracteriza por ser coral, ya que todos los personajes tienen protagonismo similar dentro del relato. Celina (Cecilia Dopazo) y Alejo (Fernán Mirás) tienen la certeza de que detrás de la muerte de Luciano Avalos (Tomás Wicz) está implicada la fuerza policial local (Luciano Cáceres, Gastón Cocchiarale), junto a otras familias de poder del pueblo, y consideran que Mateo (Renato Quattordio) fue parte de un engranaje de falsas pistas y deducciones, organizadas para desviar la atención de lo importante. Asimismo, surgen conexiones con el suicidio de Juan (Tomás Kirzner), el cual conmociona a su padre y director del colegio (Federico D' Elia), a su madre (Fabiana García Lago) y a su hermana (Malena Narvay).  

“Se amplía el mundo que hay en torno a Mateo, eso me atrajo porque hace que el espectador pueda conocer más acerca de qué es lo que está alrededor del caso. Después, me gustó la postura que tiene Mateo y su papá Alejo, que es un poco el eslogan de esta temporada, 'Buscar la verdad atrás de lo que te cuentan', algo que trasciende la serie. De pronto, uno puede pensar que las cosas están resueltas, o son de un modo, y cuando empezás a investigar por camino propio encontrás una verdad, y esto a mí me interesa, más allá de la ficción y de la historia que pasa en la serie, es algo que a uno le puede servir para la vida”, destacó Quattordio.  

A lo largo de ocho capítulos vertiginosos, la ficción aborda un caso de brutalidad policiaca, una muerte injustificada y un vínculo escandaloso entre las drogas y el colegio. Todos los personajes tienen su cara y su contracara, y la exposición de sus acciones e ideas permite que los espectadores encastren las diferentes piezas del rompecabezas y resuelvan los misterios.

“Me interesó contar cómo es el proceso en el que un adolescente descubre su propio camino, su propia verdad, o decide ir a hacerse cargo de su propia vida. Son cuestiones que me interpelan y siento que los personajes me acompañan un poco en esas cosas a mi como persona, aprovecho a ponerme en la piel de ellos y, luego, hay un montón de aspectos alrededor”, señaló el protagonista de El Mundo de Mateo.

MI ENCUENTRO CONMIGO

En cuanto al orden cronológico, Renato terminó de grabar la primera temporada de la ficción audiovisual a fines de 2018, a mediados del año siguiente fue la emisión por la Tv Pública y Flow y, finalmente, a comienzos del 2020 arrancó el rodaje de la segunda parte. Sin embargo, ante el avance del COVID-19 en el país y el establecimiento del aislamiento social, preventivo y obligatorio, la filmación se suspendió y se reanudó en el verano del 2021 en concordancia con el protocolo vigente.

“Atrás del barbijo había una sonrisa de oreja a oreja, estábamos contentos de volver, muy ansiosos y eufóricos. Al principio me costó un poco, porque no estaba con el ritmo que venía antes, y eso para un actor es importante, pero a la segunda o tercera jornada volví a sentir lo que sentía antes y nunca dejé de experimentar vértigo y pasión. Dije '¡Qué bueno, ya estamos todos acá, tiene que salir bien! Si sale mal después vemos'”, recordó Quattordio.  

Para la interpretación de Mateo, el actor retomó aspectos que ya había conversado previamente con Mariano y que había incorporado para la primera parte. Por lo tanto, volvió a ahondar en el complejo mundo interno del adolescente y, a su vez, entre los principales cambios se encuentran su maduración, su mayor desenvoltura para encarar los problemas y los impedimentos planteados por otros personajes, y su valentía para investigar el caso policial.

Si bien el protagonista de la historia no permanece tras las rejas, para muchas personas del pueblo es culpable y debería estarlo, a pesar de la ausencia de elementos consistentes que comprueben su participación en el homicidio. “Es muy difícil cargar con el estigma, porque es complicado sacárselo después, en la ficción y en la vida real. Cuando la gente escucha una noticia que se repite mucho, por más que después salgan a desmentirla, y que estén todas las pruebas, a la gente eso ya no le interesa, y queda rebotando el título”.

Ante la pregunta de si Mateo fue construido desde la actuación como un personaje totalmente ficticio, basado en recursos como el guion y la dirección, o si fue pensado como otro posible Renato, el actor explicó: “Hay una mixtura. Es un gran enigma, si hay que trabajar desde lo que le pasa a uno, o si hay que hacer lo contrario. Creo que ni una manera ni la otra, y según cada proyecto y personaje, de pronto algunas propuestas lo alejan a uno de sí mismo y, otras, están más cerca. Yo no hice ni un extremo ni el otro, sí es cierto que hay un montón de cuestiones que trato de naturalizar, voy encontrando mi propio lenguaje y se lo voy dando al personaje para que realmente se vea algo vivo. Prefiero hacer un personaje que se lo encuentre natural y vivo en escena antes que un estereotipo, por más caricaturesco que sea o por más alejado que esté de lo que soy yo”.

Todo proyecto tiene un final, sin embargo, el trabajo compartido y los aprendizajes adquiridos trascienden los límites temporales. Respecto a su experiencia en ambas temporadas de la serie, el protagonista valoró: “Con Marian aprendí mucho la calma, a estar tranquilo al momento de grabar, porque tal vez yo venía de un ritmo televisivo donde todo estaba un poco más apurado y con una dinámica muy hacia arriba. Confié en él, bajé un poco las revoluciones y estuve relajado para las escenas, lo agradezco mucho porque encontré otro registro. Por otro lado, hay muchas cosas que yo aprendí con mis compañeros, como Fernán, Luciano, Martina y Cecilia, pasaba muchas horas con ellos y escuchaba qué era lo que pensaban, cuáles eran sus inquietudes, y más cuando hablábamos sobre ficción y demás. Para mí la escuela está no solo dentro del set con la cámara prendida, sino también afuera, donde nos conocemos como personas”.

UNA RELACIÓN PELIGROSA

Muy pronto se estrenará en salas de cine Amor Bandido (2021), la ópera prima de Daniel Werner, donde Renato comparte elenco con Romina Richi y Rafael Ferro. El relato sigue a Joan (Quattordio), un joven de 16 años, ingenuo y enamoradizo, que un día decide escaparse junto a Luciana (Richi), una mujer de 35 años que es su profesora de colegio, buscando dar rienda suelta a su amor. Aunque, más tarde, Joan descubre con horror que ha caído en una trampa en la que se mezclan sexo, dinero, política y violencia.

“Me dieron muchas ganas de hacer la película y cuando leí el libro me pareció una oportunidad interesante para mí como actor. Me llegó la oportunidad a través de mi amigo y compañero Santiago Stieben, que me contactó con Daniel, a quien noté muy entusiasmado con el filme y hacía mucho tiempo que lo quería hacer. Me pareció un desafío copado, con escenas muy fuertes. Yo digo que es una peli de Clase B, con todo el amor y respeto del mundo a ese cine, porque tiene algo de thriller, algo erótico, hasta algo de terror, una peli medio de los '90. Me gustó su registro medio ambiguo, que no tenía ninguna forma de etiquetarlo. Estoy contento por cómo quedó”, describió el actor.  

ATANDO CABOS

Tanto El Mundo de Mateo como Amor Bandido se enmarcan en el thriller. Sobre su interés en dicho género, Renato planteó: “Me gusta que tiene mucha complicidad con el público. Además, tanto la peli como la serie dejan un poquito la puerta abierta para que el espectador se pueda crear su propio mundo. A mí no me terminan de gustar las historias que dejan todo demasiado claro, son elecciones. Como espectador me interesa ir un poquito más allá y que me dejen esa puerta entreabierta, obviamente tiene que existir un guion y tener sentido, porque no es hacer por hacer. Cuando miro trato de encontrar, de deducir, e inclusive de discutir con quien está al lado. Considero que todo eso lo tiene el género y creo que por eso la gente se engancha tanto, porque es partícipe, después habrá una versión final, pero me parecen muy valiosas todas las otras que van quedando de lado”.

En ambos casos los personajes buscan resolver los enigmas. Si bien los misterios generalmente suelen develarse al concluir los relatos, los rodajes de los mismos no suelen ser cronológicos, lo cual repercute en la construcción de los papeles. En cuanto a su metodología para abordar esta cuestión, Quattordio contó: “Hago mucha lectura del guion y trabajo con cuadernos, soy muy de tener la hoja y el lápiz, no me gusta lo digital para trabajar porque no me encuentro, prefiero verlo escrito y señalado en un papel. Son cosas que ayudan muchísimo porque uno puede tener todas las ganas del mundo, pero, después, hay que empezar a filmar por el final, o grabar a las ocho de la mañana, y la vida cotidiana que siempre trae algunas sorpresas, así que cuanto más preparado esté en ese sentido, mejor. Obviamente uno siempre es ayudado por todo un equipo que está atento a todo y que te da el respaldo necesario para estar tranquilo y dedicarte a lo demás”.

Si se piensa en thriller, también se piensa en piezas que se van uniendo y conforman un rompecabezas. A la hora de reflexionar en torno a cuáles son las piezas que constituyen su vida, el actor enumeró: “El trabajo, la diversión, el arte, los vínculos y lo colectivo. Creo que tengo el oficio del actor porque me interesa mucho la vida de los demás, desde qué lugar cada uno dice las cosas que dice, trato de interpretar, pienso 'Si yo tuviera otro origen, social, económico, tal vez pensaría otra cosa', y así voy cuestionando, o dejando de cuestionar, a algunos personajes”.  

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