Crítica de la serie “30 monedas”, el regreso de Alex de la Iglesia al terror satánico

Fiel a su estilo el director de El día de la bestia (1995), película con la que la nueva serie realizada para HBO tiene mucho en común, vuelve al cine de terror con todos los elementos aterradores convencionales. Claro Alex es Alex y no puede ocultarlo, sobre todo si el proyecto es escrito con su habitual colaborador Jorge Guerricaechevarría.

El inicio sorprende por el estilo sobrio y una música parca que establece una distancia con los hechos y nos presenta un registro realista. La city, un día normal en el que cada ciudadano realiza sus quehaceres diarios. Entre ellos un cura de civil se dirige a un banco. Al entrar irrumpe la “normalidad” a disparos y mata a cuanto hombre de seguridad intente detenerlo hasta la caja fuerte. Este comienzo pareciera estar alejado al universo del director, y asociado a las convenciones de un género en el que el elemento fantástico irrumpe la realidad. Y si bien algo de eso hay, es lo fantástico aquello que marcará la serie.

Alex de la Iglesia suma capa sobre capa de elementos fantásticos para provocar su típica “bola de nieve” de sucesos hacia el final. La acción nos traslada a Pedraza, un pequeño pueblo rural de España donde nace un niño de un ternero. El acto incomprensible lleva al joven alcalde Paco (Miguel Ángel Silvestre) y a la veterinaria Elena (Megan Montaner) a tratar de dilucidar lo ocurrido y recurren al cura para que "les explique" lo sobrenatural del evento. El padre Vergara (Eduard Fernández) responde “¿por qué les resulta más fácil creer lo increíble que pensar que alguien cambió el ternero por un bebé?”.

Ahí estamos frente a Alex de la Iglesia en toda su dimensión. Lo que parece la realidad está atravesada por los personajes estrafalarios que habitan en ella. El humor y la crítica ácida está siempre presente, y aunque no sea explícito como en Mi gran noche (2015), se percibe en cada fotograma. Para el realizador de El bar (2017) lo fantástico emerge de lo irracional, y lo irracional se encuentra en cada creencia arraigada o naturalizada en las costumbres de un pueblo chico, o en los mitos de la religión católica para el caso.

Para describir en términos de Alex de la Iglesia esta idea, basta con ver la presentación del protagonista, el padre Vergara, que compone un transformado físicamente Eduard Fernández. El cura aparece en escena pelado, con una barba desaliñada y golpeando un saco de boxeo. Es violento, incrédulo y cuenta con un pasado de convicto por matar a un tipo en un exorcismo. El humor no es explícito pero irradia de la información.

Siempre que haya un nuevo trabajo de Alex de la Iglesia tenemos que entregarnos a su propuesta, profundamente española, con un ritmo frenético y avasallador, y esta producción no es la excepción. Bienvenidos a la primera temporada de 30 monedas (2020).