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Crítica de “La Belle Epoque”, una ironía temporal de Nicolas Bedos

Mientras se anuncia para la clausura del festival de Cannes el nuevo film de Nicolas Bedos, su película anterior presenta una mezcla de realidad y fantasía que ponen en jaque la dimensión “verdadera” de los recuerdos.

martes 02 de noviembre de 2021

Al director de Sr y Sra Adelman (Monsieur et Madame Adelman, 2017) le fascina el año 1971. En ese año comenzaba la historia de amor entre el reconocido escritor y su mujer, y también es el año al que quiere “regresar” Víctor (Daniel Auteil), el protagonista de su segundo largometraje.

El viaje en el tiempo no tiene condimentos científicos como en Volver al futuro (Back to the Future, 1985) ni mágicos como en Medianoche en Paris (Midnight in Paris, 2011), aquí se trata de un servicio ofrecido al consumidor. Su hijo (Michael Cohen) y director de un videojuego se entera que un amigo tiene una empresa que “recrea” momentos históricos a pedido del cliente. Para levantar el ánimo de su deprimido padre que no “conecta” con la tecnología le regala la opción, y el hombre elige 1971, el año en que conoció a su esposa Marianne (Fanny Ardant).

En este juego de ficciones, aparece el tema de la película: la ficción puede tener mayor valor de verdad que la realidad. Así Víctor se enamora de Margot (Doria Tillier), la actriz que representa a su mujer de joven y Antoine (Guillaume Canet), el director de la puesta en escena y amante de la chica, entra en celos. Ella es el objeto de deseo de ese mundo construido a imagen y semejanza, pero sus sentimientos evaden la manipulación.

El control sobre la vida, las épocas, y “el otro” es el otro gran tema del film, con Antoine en función de manipulador perverso con los actores de sus puestas históricas, pero también la mujer de Víctor obsesionada con su hijo, y la tecnología (el GPS por ejemplo) como el tercer factor que pretende “guiar” la vida de las personas.

Bedos utiliza varios de los recursos del cine posmoderno y, cómo tal, recurre al género romántico para articular todas estas ideas planteadas, cruzadas y fusionadas en la película. La historia de amor entre Víctor y su mujer (no la conquista sino la reconquista en este caso) es el eje del relato, que rápidamente entra en “reflejo” con las otras historias de amor de La Belle Époque (2019): el director y la actriz, la madre y el hijo, el hombre (Pierre Arditi) y su padre.

Una película entretenida de rápida lectura que, sin embargo, esconde críticas interesantes en su narración ligera, siendo la de mayor trascendencia, el lugar destinado a las relaciones humanas en un mundo cada vez más artificial.

8.0
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