MUBI - 9 Puntos

Crítica de “First Cow”, la reformulación del western de Kelly Reichardt

La legendaria cineasta indie Kelly Reichardt narra desde una sensibilidad atípica para el género la historia de amistad entre dos hombres en tiempos fundacionales.

martes 06 de julio de 2021

Una chica y su perro (¿Wendy y Lucy?) encuentran en el bosque dos esqueletos, uno al lado del otro. Un flashback a 1820 cuenta la historia de los dos hombres, “el cocinero” Cookie (John Magaro) y su socio y amigo King-Lu (Orion Lee). 

Lejos de la imposición masculina habitual en el género, Reichardt los define como hombres sensibles, vemos a Cookie dar vuelta una lagartija que no puede caminar mientras recolecta hongos para alguna comida. La acción lo define como un hombre incapaz de dañar a nadie ni a nada. 

Entre la recolección en la “tierra de abundancia” como menciona un personaje, encuentra a King-Lu, quién parece ser fruto del mismo escenario natural. “Para prosperar se necesita Capital o un crimen” reflexionan ambos mientras sueñan en montar un negocio gastronómico que les brinde la subsistencia (unos pasteles para vender en el pueblo). Para hacerlo necesitan leche de vaca y deciden robarla del único animal en la territorio, propiedad del terrateniente de la región.

La directora de Old Joy (2006) realiza un cine de personajes y su incursión en el western es, como sucedía en Tierra brava (Meek’s Cutoff, 2011), un contexto para hablar de otra cosa y dar un giro a los discursos asociados a los tiempos fundacionales de Estados Unidos. Su acercamiento al universo del western es realista, existencial y, de alguna manera, tierno, porque se trata de una historia que describe los sentimientos de dos hombres, por la ayuda que se brindan mutuamente y por los sueños de progreso.

First Cow (2019) está basada en la novela The Half-Life de Jon Raymond, colaborador habitual en los guiones de Reichardt. La película editada por la propia directora y fotografiada de manera impresionista por Christopher Blauvelt, retrata un costado inusual de las historias de supervivencia en el lejano oeste: la necesidad de apoyarse en la tierra y su capacidad para proveer, pero además en un compañero, para subsistir en un mundo pre industrial donde todo está por inventarse.

Otro de los aciertos de la película es su capacidad para filmar el tiempo. El barco que cruza el plano nos anticipa el viaje en el tiempo que haremos con el relato. Estamos en otra época que requiere contar con otro ritmo, con otra pausa para descubrir, contemplar. Un tiempo recuperado por las miles de historias que yacen en la tierra, como la que surge de los fósiles de los protagonistas, unidos hasta la eternidad.

9.0
Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS