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Crítica de “Ni un paso en falso”, el policial negro de Steven Soderbergh con Benicio Del Toro y Don Cheadle

El director de “La gran estafa” realiza un policial negro con todos sus tópicos ambientado en Detroit en 1955 con un elenco que suma a los rudos Ray Liotta, Brendan Fraser, Jon Hamm, David Harbour y Bill Duke.

sábado 03 de julio de 2021

Ni un paso en falso (No Sudden Move, 2021) cuenta la historia de un atraco que sale mal y llega hasta las altas esferas del poder. Curt Goynes (Don Cheadle) y Ronald Russo (Benicio Del Toro), dos de los matones encargados de realizar el robo, son traicionados por su jefe Jones (Brendan Fraser) y, al descubrirlo, se anticipan a la jugada, obtienen el preciado documento que fueron a robar y tejen un plan para salir ilesos y duplicar su paga. Pero las cosas se complican involucrando a mafias, poderosos, policía, mujeres ambiciosas y hasta ex jefes.

La película escrita por Ed Solomon maneja todos los tópicos del género noir. El pase de manos del dinero se presenta como un juego jocoso propio de los films del bajo mundo que dirige Guy Ritchie. Soderbergh no utiliza sus efectismos ni vuelve histriónicos a sus personajes como haría el director de Juegos, trampas y dos armas humeantes (Lock, Stock and Two Smoking Barrels, 1998), pero sí le imprime estética y simpatía en una suerte de homenaje consciente a este tipo de relatos visible desde los títulos de crédito.

El elenco, que sólo Soderbergh puede reunir, no sólo es compuesto por caras conocidas sino  por actores “verdaderos portadores de cara” para este género de hombres solitarios, desconfiados y con pocos amigos. Salvo Matt Damon (un amigo de la casa del director), el resto ha sabido protagonizar historias sobre el mundo del hampa. 

Entran muy bien en escena los legendarios Bill Duke y Benicio Del Toro, y las reapariciones de Brendan Fraser y Ray Liotta, en la construcción de una estética noir. También las mujeres, con Julia Fox a la cabeza, tendrán un papel fundamental en el rol de Femme Fatale.

Propio del estilo de Soderbergh la película entretiene mas de lo que logra sorprender. Pero cumple su objetivo con las múltiples vueltas de tuercas (pases de mano del documento y el dinero) para dar con un film atractivo que marca un antecedente -real- de la industria automotriz en Estados Unidos.

7.0
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