Russian Film Festival - 8 Puntos

Crítica de “¡Más adentro!”, el director de teatro que filma porno para sobrevivir

Como en todas las muestras, el festival de cine ruso bucea en todos los géneros. En el turno de la comedia se presenta esta sátira sobre el universo pretensioso del arte que dirige Mikhail Segal.

Crítica de “¡Más adentro!”, el director de teatro que filma porno para sobrevivir
lunes 14 de junio de 2021

Roman (Aleksandr Pal) es un director de teatro ultra pretensioso, que busca aplicar “la profundidad” de la interpretación en cada uno de sus trabajos. Con el libro de Antón Chéjov y el método Stanislavski a la cabeza es echado del Teatro Nacional por demorarse meses en la preparación de una obra, y de varios lugares más, al punto de quedar en bancarrota. Una situación de necesidad y urgencia que lo obliga a aceptar un trabajo como director de películas pornográficas. Contrario a lo que podría suponerse, Roman revoluciona el género con sus ideas y es contratado por el presidente (Igor Ugolnikov).

La premisa de ¡Más adentro! (Glubzhe!, 2020) es muy divertida y el relato avanza con un estilo de humor muy particular. Por supuesto brinda sus mejores momentos cuando les pide “ensayar” a los actores semidesnudos, con preguntas existenciales acordes a una interpretación propia de una obra de Fiódor Dostoyevski. Un método que se adapta a los distintos “formatos” de la industria del porno, primero las posiciones y después el juego de roles: la estudiante y el plomero, la campesina y el noble, la pacifista y el policía represor, los astronautas, etc.

Pero claro, con la premisa no alcanza y la película debe reinventarse promediando su duración para sostenerse hasta el final. Y si bien construye la trillada historia de amor, el toque de gracia lo da cuando se mete de lleno con la política rusa. Roman, el protagonista, es contratado por el mismísimo presidente de la Federación Rusa (en clara alusión a Vladímir Putin) donde aparece lo mejor de la imitación y la parodia a los imaginarios asociados a su gestión. El tipo le pide que traslade “la profundidad” al ideal ruso. Para eso primero tiene que hacer de “coach” de un presentador televisivo y luego, dirigir el Teatro Nacional.

Podemos pensar a Roman, el protagonista interpretado por Aleksandr Pal, como una suerte de Martín Piroyansky ruso, con su sentido del humor absurdo a partir de un rostro gracioso y su imposibilidad de comprender del todo el mundo que lo rodea. De esta forma el personaje se convierte en el poderoso imprevisto de un mundo que no aplica la lógica y menos, el sentido común.

Por todo esto ¡Más adentro! es una apuesta fuerte, por momentos desconcertante, pero que sorprende para bien por su capacidad para reírse de su propia idiosincracia, el espíritu de la KGB aún presente en la actualidad y la iniciativa “messenger” como se menciona, en otra alusión obvia a Telegram. Pero sobre todo por indagar en la necesidad de seriedad en un mundo en el que triunfa la frivolidad.

8.0
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