Netflix - 8 Puntos

Crítica de “Oxígeno”, la asfixiante película de Alexandre Aja para Netflix

El director de “Alta tensión” encuentra en este relato de ciencia ficción la manera de hablar de todos los miedos aparejados a la pandemia del Covid: el encierro, la pérdida de la noción espacio tiempo, la falta de vínculos con un otro y, sobre todo, la falta de aire.

viernes 14 de mayo de 2021

Oxígeno (Oxygen, 2021) empieza con la misma información propiciada al espectador con la que cuenta la protagonista (Mélanie Laurent). La mujer despierta encerrada en una cápsula criogénica sin saber quién es ni porqué está ahí. Lo único que sabe es que le queda poco oxígeno que se traduce en tiempo para sobrevivir. La tensión es máxima, entender es imprescindible para seguir con vida.

Con estos recursos mínimos, que se traducen en un solo personaje encerrado en un espacio, Alexandre Aja hace un tour de forcé en tiempo real, relato que se sostiene por la desesperación incrementándose por la cuenta regresiva que tiene la protagonista para solucionar el conflicto. Como en todo film de estas características, la verosimilitud se fuerza a límites de lo imposible, pero en esta oportunidad es el manejo de la información y el ingenio para filmar, los elementos que sostienen la trama.

Planos detalle, movimientos de cámara circulares, aluden al encierro de la protagonista y generan la impotencia sufrida por ella que son trasladadas al espectador. Una película que aprovecha mejor que nadie los recursos cinematográficos y del género de terror para trasmitir los miedos contemporáneos en medio de una enfermedad respiratoria que azota a la población mundial.

Oxígeno es la mejor película de Aja desde Alta tensión (Haute tensión, 2003), el film por el cual saltó a Hollywood donde filmó la correcta El despertar del Diablo (The Hills Have Eyes, 2006), la divertida Piraña 3D (2010) y la intrascendente Infierno en la tormenta (Crawl, 2019), entre otras. El regreso a Francia y su primera incursión para la plataforma de la N, le sientan bien al realizador que, con recursos mínimos, vuelve a demostrar la contundencia de sus relatos.

No faltará la truculencia de los films de terror franceses, siempre un paso más allá de los americanos en materia de desgarramiento corporal, para que Aja capte con precisión los temores actuales en un film que, valga la redundancia, no da respiro.

8.0
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