Crítica de "High Score", el documental sobre los orígenes de los videojuegos

Su única temporada se estrenó el 19 de agosto de 2020, con un total de 6 capítulos que son narrados por Charles Martinet (voz de Mario Bros y Luigi). Actualmente se encuentra en Netflix.

Indudablemente High Score es una apuesta difícil y arriesgada, pues la sola idea de abarcar los orígenes de los videojuegos ya luce imposible. Peor aún si únicamente se cuenta con 6 capítulos de 50 minutos cada uno. Pese a ello, High Score lo intenta, recurriendo principalmente a los testimonios de los grandes emblemas del mundo de los videojuegos, entre creadores, dibujantes, desarrolladores, programadores y jugadores. Ellos narran, desde sus respectivas experiencias, cómo vivieron el nacimiento y el auge de Space Invaders, Street Fighter, los eSports, Mario Bros y otros clásicos. También exponen los eventos que más repercutieron en este rubro, como la hegemonía de Nintendo a inicios de los 80s y su rivalidad con Sega, el fiasco de adaptación de E.T. para Atari, además de los incipientes usos del 3D y el furor por los primeros campeonatos oficiales. Todas estas historias se intercalan con imágenes de los juegos en mención, desplegándose un ambiente bastante nostálgico.

La crítica especializada no ha sido muy condescendiente con este documental. Un sector señala que carece de profundidad en el abarcamiento de sus tópicos. Por ejemplo, The Hollywood Reporter la calificó como “entretenida y superficial”. En buena parte se debe a que se intentó compactar de tres a más entrevistas en cada episodio, los cuales no tenían tiempo suficiente para semejante propuesta. Aunque es inspirador escuchar a íconos como Akira Nishitani, Akira Yasuda o Rebecca Ann Heineman (primera campeona de un torneo oficial de videojuegos de Estados Unidos), se percibe el desorden y la falta de un tiempo digno para cada uno de ellos. En general, se trata de un ritmo un tanto torpe que impide que cada historia se desarrolle debidamente.

Sin embargo, no todas las críticas han sido negativas. Algunos especialistas rescatan que High Score haya buscado múltiples perspectivas para abordar un mismo tópico. La pluralidad de enfoques sirve, de algún modo, para dar un mejor contexto a las repercusiones que determinados fenómenos tuvieron en el público y las industrias. Las anécdotas y curiosidades contadas por los mismos protagonistas revelan el trasfondo humano de la creación de los videojuegos.

Aún con sus evidentes falencias, High Score ofrece algunas respuestas sobre cómo creció la industria de los videojuegos hasta convertirse en una de las más rentables y queridas por la gente. En efecto, como precisa Miguel Solórzano, articulista en la sección Gaming de TechSpring, actualmente se ha registrado que más de 3 mil millones de personas juegan videojuegos (casi el 40 % de la población mundial). Así, High Score podría resumirse como una serie documental ligeramente informativa, inspiracional y disfrutable para toda persona interesada en el sector gamer.