El joven director presenta su primer libro de cuentos

Nicolás Tete se lanza a la escritura con "Nada nos puede pasar"

"Para escribir suelo partir de cosas que sé, mundos que conozco y que me divierten, desde ahí los distorsiono", dice en una charla con EscribiendoCine.

Nicolás Tete se lanza a la escritura con "Nada nos puede pasar"
Nicolás Tete
Nicolás Tete
miércoles 07 de abril de 2021

Tras dirigir Últimas vacaciones en familia (2013), Ónix (2016) y el largometraje documental La vida sin brillos (2018), y mientras aguarda el estreno de Todos tenemos un muerto en el placard o un hijo en el closet, Nicolás Tete se lanza a la escritura con Nada nos puede pasar (Blatt & Ríos), un libro de cuentos generacional que nos recuerda, entre citas de canciones, castings para programas de talentos, telenovelas juveniles y primeras experiencias sexuales, que todos brillamos alguna vez, aunque más no sea en un papel secundario.

Hasta ahora te conocíamos por tu carrera cinematográfica, pero Nada nos puede pasar nos presenta una nueva faceta artística, ¿hay un diálogo entre el cine y la literatura en el libro?
Hay mucho diálogo. Varias de las historias del libro tienen un vínculo directo desde la historia que se narra. Un cuento es sobre un meritorio de producción y una actriz francesa, otro sobre un adolescente que queda elegido para actuar en una película en su pueblo, otro sobre una actriz que fue a probar suerte a Nueva York y en un relato aparece la posibilidad de que Woody Allen filme una película en Buenos Aires, entre otras situaciones. Se nombran muchas películas, es inevitable para mí. Para escribir suelo partir de cosas que sé, mundos que conozco y que me divierten, desde ahí los distorsiono. El cine y todo lo que lo rodea es uno de esos mundos.

¿Cómo definirías Nada nos puede pasar?
Lo definiría como un libro de cuentos que puede entretener y emocionar. Me gusta mucho algo que dice la contratapa del libro: "La galería de personajes que desfilan por las páginas de Nada nos puede pasar está poblada de adolescentes que crecieron en la última década del siglo XX. Es sobre la generación que vivió el cambio de paradigma de un mundo al otro: de la televisión a la pantalla del celular; de ser espectadores de programas juveniles a protagonizar sus propias vidas en redes sociales". Creo que eso define mucho de lo que pasa en el libro. Y también sumaría algo que me dijo una amiga: son cuentos sobre personajes con miedo a perder. 

Los lugares, los espacios, los personajes del libro corresponden a tú época ¿Cuánto hay de autorreferencial?
En general hay disparadores autorreferenciales. Siempre escribo partiendo de una historia que conozco o de algo que me cuentan. En el libro hay de todo. El primer cuento está basado en una noticia que hubo hace unos años sobre una actriz española y el segundo es el más autorreferencial del libro, está ilustrado con una foto para marcar esa realidad. Igual en general hay más ficción, me encanta partir de algo real y condimentarlo con mucha ficción.

¿De qué manera fuiste estructurando los cuentos? ¿Pensaste un hilo conductor que los unifique?
El hilo conductor fue apareciendo. Solo algunos cuentos fueron escritos ya pensando en el libro. Tenía muchos cuentos entre mis archivos y un día releyendo empecé a pensar en el libro. El hilo conductor sin duda son mis intereses a la hora de escribir, no puedo obligarme a escribir sobre cosas o personajes que no me interesan. Tiene varios hilos conductores que se entrecruzan: Crecer, la fama y el amor. Tres cosas que se unen para mí perfectamente en el título: Nada nos puede pasar, que obvio remite a la telenovela Verano del 98. La televisión es un gran hilo conductor del libro. Primero dije “Uh, hice dos cuentos que hablan de la televisión” y después me di cuenta de que es algo que me interesa. Creo que hay mucho para contar al respecto y es interesante ver cómo fueron cambiando esos consumos que son parte de nuestro día a día. Vivíamos consumiendo novelas juveniles que nos mostraban un relato de cómo era ser adolescente y después nos dábamos cuenta de que la cosa no era así.

¿Nada nos puede pasar es un libro generacional o cualquier lector se puede sentir identificado en sus historias?
Es generacional, pero creo que cualquier lector puede sentirse identificado o por lo menos atraído por lo que pasa. Simplemente alguien de otra edad puede llegar a no tomar algunas referencias o no sentirse tan interpelado por ellas. Son cuentos con historias diferentes, incluso hay cuentos con protagonistas de distintas edades. Además creo que es un libro de apariencia muy accesible, pero con varias lecturas posibles, o por lo menos es lo que estoy viendo que pasa.  Lo están leyendo adolescentes y les gusta mucho, también gente más grande. Tiene en sus temas algo universal muy fuerte.

El libro está atravesado por una serie de productos de consumo popular que abarcan desde los programas de Cris Morena y Reina Reech a las redes sociales, ¿Hay un placer culposo en ese consumo?
Ya no. No me dan culpa esos consumos, ni mencionarlos en mis textos y películas. No nos tiene que dar culpa algo que nos hace felices o nos hizo felices. Sé que hay algo en todos esos consumos que me hizo ser quién soy y hacer lo que hago. Yo de chico me pasaba el día viendo televisión de aire y consumiendo cosas muy populares. Por eso también cuando escribo o filmo busco hacer obras que puedan tener un contacto interesante con el espectador.  El libro tampoco juzga esos consumos.

¿Qué te ofrece la literatura que el cine no tiene?
Me permite contar más historias, más que todo si escribo cuentos. Por un tema de tiempos y formatos. Es otra forma de expresarme y la necesitaba. Escribo todos los días o por lo menos lo intento. Es otra forma de narración en la que intento crecer. Vengo de un proyecto en cine que tardó mucho en concretarse y eso me hizo pasarla bastante mal. La literatura se volvió mi red de contención. También me gusta en términos productivos. En cine, por ejemplo, poner a unos personajes a bailar una canción de Bandana me costaría mucho de derechos y en un cuento no. Dos oraciones y listo. En ese aspecto es liberador escribir cuentos porque cuando escribo cine no puedo dejar de pensar como productor y director. Hay ideas que sé que son para cine y otras para literatura.

¿Tuviste referencias literarias a la hora de abarcarte en esta nueva aventura?
Sin duda, para mí nos nutrimos de todo lo que consumimos. Leo casi exclusivamente literatura latinoamericana. No lo busqué, pero creo que el libro se puede enmarcar en la literatura de Dani Umpi y en el estilo de La asesina de Lady Di de Alejandro López, libros que me gustan mucho. Y por supuesto Manuel Puig. Me lo dijeron algunos lectores y yo agradecido.

Hablando de cine, tu última película Todos tenemos un muerto en el placard y un hijo en el closet se estrenó en varios festivales, consiguió premios, pero acá sigue siendo inédita, ¿cuándo la veremos?
Está teniendo un camino muy raro la película, los planes que teníamos fueron reformulados por la pandemia. Por algunos compromisos no tuvimos opción y empezó a estrenarse en festivales internacionales. Ganamos el Work in Progress del festival de Guadalajara y hace unas semanas recibimos dos premios del público: uno en Pride Queer Film festival de Australia y otro en Queerscreen de Francia. Estamos muy contentos con la posibilidad de que la película se haya estado moviendo a pesar de todo, recibimos buenas críticas y comentarios en los países en los que ya se estrenó. Igual para mí es muy raro tener la peli estrenada a kilómetros de distancia y acá no. Nunca la vi en un cine, ni tampoco la vio aún el elenco. Hicimos Q & A virtuales muy lindos, pero queda gusto a poco. Es un proyecto que llevó muchos años y siempre tuvo complicaciones que al final la potenciaron. Se va a estrenar en un par de meses acá, no tenemos la fecha exacta.  Espero poder anunciarla pronto.

¿Qué nos podés adelantar de la historia?
Es una película sobre vínculos y conocerse a uno mismo. Una feel good movie. El protagonista es Manuel quien viaja a la casa de sus padres para el aniversario de boda de ellos buscando conseguir dinero y poder irse a vivir con su novio a Dinamarca. Pero cuando llega a la casa de su familia su novio lo deja y entra en crisis total con su vida. La película es sobre ese viaje que sirve para despertar distintos problemas familiares y cambiar la vida del protagonista. Se van a encontrar con excelentes actuaciones. El vínculo familiar fue un gran trabajo que hicieron los protagonistas y creo que es una película muy buena para este momento que estamos viviendo.

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