Crítica de “¡Hoy sí!” con Jennifer Garner al frente de una clásica comedia familiar

“Hace tiempo que trabajo y no me pagan” dice Allison (Jennifer Garner), la protagonista de ¡Hoy sí! (Yes Day, 2021) una exitosa empresaria de marketing que puso en paréntesis su vida para criar junto a su marido (Edgar Ramírez) a sus hijos. En esa simple frase, dicha en una entrevista laboral para un puesto al que aplica aun sabiendo que está sobrecalificada, esta propuesta potencia ideas de género en cada una de sus escenas.

En el arranque se la muestra a Allison de joven, disfrutando de la vida, deportes extremos, tomando riesgos, gritando a cuatro vientos: SI. Pero, la rutina, las obligaciones, y mucho más, la han convertido en esa persona que nunca hubiera imaginado ser.

“Yo antes decía a todo que sí, pero al nacer mis hijos empecé a decir a todo que no”, reflexiona Allison, y tras entender que se ha convertido en un ser que no desea ser, acepta el desafío propuestos por sus hijos de instaurar un día en el que a todo, absolutamente todo, deberán decir que sí.

Amparada en la comedía física, en la exageración a la hora de interpretar acciones y situaciones, Garner y Ramírez disfrutan el día del sí al igual que sus personajes. Cantan, bailan, se disfrazan, y asumen cada una de las tareas que los hijos van presentando a lo largo de la jornada, a riesgo de terminar intoxicados por helados, mojados por lavar el auto con las ventanillas abiertas, o hacer el ridículo frente a una multitud en un recital.

El duelo que Allison mantiene con Katie (Jenna Ortega), su hija menor, además, permite visualizar la representación que se hace constantemente sobre uno de los vínculos más importantes, desestructurando la fábula y aggiornando al tiempo actual de conquistas de género algunos temas.

Basada en el best seller de Amy Krouse Rosenthal, el director Miguel Arteta revisita clásicas comedias familiares blancas en donde los conflictos se multiplican para presentar una carrera contrarreloj para sus protagonistas, y en donde la excusa del día del sí servirá para reunir a la familia en actividades a las que nunca están acostumbrados compartir por las exigencias cotidianas de rutinas y más.

Reforzando la idea del camino del héroe, en la transformación de Allison y su familia, la película se permite analizar la vida familiar en la actualidad, con sus microcortes, exigencias y ritmos, en ocasiones, imposibles de seguir. Pero también habla de cómo el paso del tiempo puede cambiar a las personas, aún sin saberlo, y sobre cómo la cultura de la juventud, que atraviesa todos los ámbitos, descarta personas y las elimina de su radar a la hora de contratar fuerza de trabajo.

En síntesis, una película que en su disfraz de comedia familiar, permite con holgura transitar el humor sin dejar de lado el análisis y la reflexión, potenciando premisas que en otras manos podrían bien haberse quedado sólo con ideas sin sustento.