Uppercase Print

La trama sigue la búsqueda del acusado por parte de la policía secreta con unas muestras de la caligrafía del misterio autor. Pronto, con la ayuda de expertos e informantes, encuentran al culpable: un joven de 16 años que tras la escucha de un programa radial político se anima a realizar una serie de grafitis en algunas paredes de su barrio, donde critica la falta de libertad y derechos laborales que existe en la Rumanía de Nicolae Ceaucescu. El adolescente es detenido y procesado, así como posteriormente vigilado por la policía secreta, responsable de su muerte en 1985.Uppercase Print, tan compleja como inteligente, que se configura desde dos fuentes principales, una obra teatral y los archivos policiales de la época, se erige sobre el cuestionamiento de las versiones oficiales y la revisión crítica del pasado. Por un lado, se reconstruyen los diferentes aspectos del archivo policial; por otro, se muestran fragmentos de la programación televisiva que ofrecía la cadena estatal rumana en aquella época. Si en el primer caso se abordan una serie de hechos secretos, solo conocidos tras la caída del régimen, en el segundo se expone la versión oficial, el ideario social que el gobierno quería transmitir a su población.  Conjugando el cine y el teatro, la ficción y la realidad, el presente y el pasado Jude, que puede hacer cualquier cosa y bien, narra con una intensidad por momentos nada complaciente esta especie de juicio público secreto mediante la utilización de planos fijos y con actores que se encuentran ubicados en una especie de estudio televisivo iluminado con luces de neón rojas y negras. Sin duda uno de los directores rumanos más interesantes y arriesgados de la actualidad que siempre está dispuesto a revisitar el pasado desde una óptica diferente, en especial ese pasado que otros preferirían no mirar.