En el nombre de la madre

Algunas bestias

Aquello que originalmente se lo presenta como un idílico fin de semana familiar en una isla alejada de la civilización, propone, en realidad, un errático camino hacia las miserias y pasiones humanas más humillantes en Algunas bestias (2019) nueva película del realizador chileno Jorge Riquelme Serrano.

Algunas bestias
viernes 25 de diciembre de 2020
En un contexto propicio para el encuentro y el diálogo, una isla rodeada de cristalinas aguas, es presentada como el contexto para que los protagonistas del relato puedan comenzar su siniestra y oscura danza en la que las mentiras y ciertos resquemores sobre el futuro familiar ciñen a una ajustada propuesta de rasgos teatrales apoyada en las magníficas interpretaciones de su elenco.Un matrimonio acomodado (Paulina García, Alfredo Castro) llegan a la isla en la que su hija (Millaray Lobos García) su marido (Gastón Salgado) y sus nietos (Andrew Bargsted, Consuelo Carreño) tienen intenciones de emprender un proyecto de turismo sustentable.En la isla no hay conexión de internet, teléfono, y tampoco agua potable, pero todas estas ausencias son ocultadas al matrimonio para que fueran a conocer el espacio y ver si desean sumarse económicamente al proyecto.Jorge Riquelme Serrano impulsa su narración con una puesta visual potente y estilizada, valiéndose de la construcción de una familia acomodada, perteneciente a la clase dominante en Chile, con todos sus vicios, morales en falta y mentiras cómplices de un Estado opresor que elimina a aquellos que no se condicen con lo esperable.En el medio de eso están esos jóvenes, con una relación ambigua, hermanos, amigos, ¿amantes?, que representan las contradicciones que también poseen los adultos, hombres y mujeres que en vez de aprovechar el espacio y la naturaleza para descansar, terminarán por convertir todo en un lugar de contienda en donde nada ni nadie saldrá indemne del match.A la ajustada pericia para rodar en el interior de esa cabaña venida a menos, el director suma su cámara casi en constante movimiento, que aporta su carácter voyeur, para espiar a esos personajes en su intimidad y silencios, en sus encierros y conflictos. Como un gran puzzle, el espectador deberá reconfigurar el mapa familiar y las relaciones implicadas, en donde una fuerte crítica a la clase dominante, que rechaza al más vulnerable, y se aprovecha de él, en todos los sentidos, fortaleciendo las premisas en donde la figura materna, se muestra como la más sensible y necesaria para revalidar o rechazar de cuajo el relato que deviene en la pantalla.Al duelo actoral entre Paulina García y Alfredo Castro, se suma la naturalidad con la que Consuelo Carreño y Andrew Bargsted configuran a esos jóvenes, los que, con sus ambiciones y deseos, terminan por ser las principales víctimas de un siniestro juego perverso y sexual en donde las peores miserias del hombre se potencian en medio de un contexto de supuesta liberación y divertimento.Algunas bestias propone el escenario y los roles, y deja al espectador la posibilidad de reconstruir los hechos que terminan por convertir el idilio de un fin de semana en la naturaleza en una contienda en la que el dinero, los excesos y el sexo, servirán de espejo para reflejar aquella mirada de la sociedad que no se encuentra en los medios y en películas hegemónicas.
8.0
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