35 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata
Crítica de "Mascarados", la máscara social
Como si se tratara de un documental de observación, la película brasileña de Henrique y Marcela Borela, retrata la vida cotidiana de los trabajadores de la piedra de Pirenópolis, que encuentran en la confección y utilización de máscaras el ritual de liberación necesario para sobrellevar sus vidas.
Este trabajo que participa de la competencia latinoamericana del 35 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, desarrolla los acontecimientos alrededor de la Festa do Divino Espírito Santo de Pirenópolis, en el preciso momento en que una decisión judicial obliga a los enmascarados a asistir a la celebración con un número para poder ser identificados.
El montaje de Affonso Uchoa, construye en paralelo una reflexión sobre el control hacia la clase trabajadora en la vida pública y social. Justamente cuando el acto de ponerse la máscara implica ser un otro, disfrazarse, camuflarse, pasar desapercibido por un tiempo, esta nueva normativa 'normativiza', valga la redundancia, los cuerpos. P
ero Mascarados (2020) también trabaja el sonido musical de esas vidas, desde las explosiones al pie de la montaña hasta los ritmos carnavalescos liberadores de la festividad. Las máscaras no ocultan solo los rostros sino también los cuerpos.
El film de los hermanos Borela propone de esta manera una denuncia a los mecanismos de represión ejercidos por el poder en el interior de Goiás, sea en la rutina laboral o en el ritual del disfraz, aquel espacio donde, al son de la música, los cuerpos de los obreros pueden ser ellos mismos.
