Sombras explosivas

Escuadrón 6

Escuadrón 6 (2019) dirigida por Michael Bay, es una película de acción a todo ritmo plagada por el desenfreno y el destello de todas las posibilidades visuales. Desde un montaje frenético que si bien no busca un gran arco dramático ni densidad alguna se inclina por ser la construcción estética y pop con explosiones y masiva destrucción. Atractivo por ir directo a la acción y al centro del movimiento, pero no entrega nada más que ello.

Escuadrón 6
Un grupo de agentes de acción son “fantasmas” pues se hacen pasar por muertos para llevar a cabo misiones secretas. No saben sus nombres reales entre sí. Cada uno lleva un número. Están liderados por Número 1 (Ryan Reynolds), un millonario que ha construido su fortuna con avances tecnológicos en informática y que utiliza la misma para organizar este escuadrón que lucha por fuera del gobierno de EE. UU. contra los fines progresistas de la democracia y los personajes que ponen en peligro al mundo. Entre todas las misiones esta vez está centrada en derrocar al dictador y tirano Rovach Alimov (Lior Raz) de Tuquistán, con el objetivo de poner al hermano Murat (Payman Maadi) que traiga la democracia. Mientras se van en camino a ello cruzan por distintos países y grandes ciudades. Incluso llegan al centro de Medio Oriente a la vez que se va conociendo el origen de cada uno de los que conforman el grupo. Por ejemplo, Mélanie Laurent es número 2, Manuel García-Rulfo, número 3; Ben Hardy, número 4; y así cada uno de distinta procedencia y profesión.Una película que desde la primera secuencia demuestra que todo será en base a explosiones y persecuciones siempre al límite y con el riesgo constante, Michael Bay entra de lleno en su propio estilo, cabe reconocer que sabe donde mejor se desenvuelve en los últimos tiempos. Hace de la acción y el movimiento el centro de cada secuencia, se sumerge en lo más desenfrenado y da la sensación de estar todo el tiempo en un videoclip sobrecargando donde todo sobrevuela en la imagen. Esta vez llega a lo más sangriento. Sabe perfectamente a lo que apunta y donde atrapar al espectador que gusta de ello. Y por ello es difícil la manera como sea vista. Sigue la idea de misión estilo videojuego con la posibilidad de colocar infinidad de posiciones de cámara dando todo el tiempo la noción de vértigo como si nada fuera imposible de mostrar, si esperas una explosión habrá miles y así cada vez más.Abunda mucho el humor, la sobreactuación, lo acrobático y conforme avanza se entiende que la trama es lo menos importante (quizá al final cuando “recuperan” sus vidas anteriores) incluso al principio es lo que poco convence. Todo está en ver a los agentes en acción. Sigue en la misma senda de la libertad de una superproducción que toque temas de la coyuntura actual, pero con el cronometro de fondo y haciendo estallar todo lo que se cruce. Y eso es todo lo que ofrece. Constantes referencias a las sagas de Misión Imposible, Brigada A: Los Magníficos o de James Bond incluso a películas de misión y de acción sobre todo con el tema de la guerra en Medio Oriente. La idea de los buenos contra los malos, de percibir el sello de Bay. Se mantiene con todo su arsenal desde Transformers (2007) y parece seguir bajo esa misma y única línea.
5.0
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