Te acuerdas cuando

Fuimos felices

Fuimos felices (2018) recopila sesenta y ocho minutos de videos caseros filmados en 8mm de 1940 a 1980 por tres familias de procedencia judía, ya en Buenos Aires o los típicos destinos vacacionales del porteño. Es como un álbum fotográfico en movimiento, incluidas las voces en off de viejos miembros familiares que narran invisibles el fotomontaje al compás de música ídish o alemana. Si tan solo todas las películas eligieran su público con tanta contundencia como esta.

Fuimos felices
viernes 20 de abril de 2018
Construida por Herman Szwarcbart, la película se presenta cual cápsula del tiempo, recogiendo desde los momentos más triviales y espontáneos de los núcleos familiares hasta los rituales y celebraciones más opulentamente kitsch, toda ocasión vuelta íntima por el coro de voces que acompaña las filmaciones. Inmediatamente sentimos y compartimos la nostalgia de todos estos extraños porque recordamos nuestras propias cajas de fotos y Súper 8, y porque a menudo las personas en aquellas imágenes son tan extrañas como las de esta película.Pronto surge también un elemento de humor negro, desprendido de la falta de sentimentalidad con la que las ancianas voces recapitulan el fin de las personas que van apareciendo alegremente en pantalla. “Ésta quedó ciega pobrecita,” dice una vieja de una nenita sin un ápice de lástima, casi como culpándola. Los narradores divagan, se van por las ramas, a veces pelean entre sí por detalles triviales pero que para ellos son cruciales. “Éste se separó”. El insulto queda flotando en el aire.Las filmaciones parecen ir en orden de antigüedad y se ven unidas principalmente por la intención de impartir nostalgia y conmemorar momentos de felicidad, ya sean espontáneos o no. No se reconstruye del todo las genealogías de las familias - nos quedamos con pantallazos e impresiones fugaces de sus miembros, como ojear un collage sin contexto (a veces ni los narradores saben lo que están viendo y sólo pueden adivinar). El contexto político o social de cada época queda al margen, reducido a menciones pasajeras - Perón, Rodrigazo, etc. No viene al caso. El único dato histórico que conecta a las filmaciones es que los narradores de dos de ellas mencionan la “suerte” de ir o venir de Estados Unidos.Melancólica y a veces graciosa, Fuimos felices es un simpático memento y una bonita forma de inmortalizar las imágenes que todos juntamos a lo largo de nuestras vidas pero suelen quedar arrinconadas en el olvido.
6.0
Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS