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Crítica de "Lady Bird": Just Greta Gerwig, protagonizada por Saoirse Ronan

"Lady Bird" (2017) probablemente sea una de las mejores puestas en escena de uno de los relatos más trillados, el de la chica que madura a lo largo del último año de colegio y al final se va a la universidad. En el camino cambia a su amiga gorda por una amiga cool, tiene sexo por primera vez y se pelea con la madre que no la entiende. ¿Aprenderán a respetar sus puntos de vista?

Crítica de "Lady Bird": Just Greta Gerwig, protagonizada por Saoirse Ronan
martes 26 de marzo de 2024

La película, escrita y dirigida por Greta Gerwig, quien antes destacó como actriz en el cine independiente y como ícono del lado más encantador de la cultura hipster, ofrece una mirada alternativa dentro de un espacio seguro y tradicional, como lo es la estructura de esta obra cinematográfica.

Saoirse Ronan interpreta de manera magistral a una joven que encarna la esencia de Gerwig en su adolescencia, adoptando el nombre de Lady Bird y protagonizando un momento icónico al lanzarse del auto conducido por su madre en los primeros minutos de la cinta. La mayor parte de la historia transcurre con ella llevando un yeso rosa, como símbolo de su singularidad.

Como cualquier adolescente que ansía escribir su propia historia, Lady Bird anhela dejar atrás su mundo: una casa modesta, un colegio católico, y una familia que la ama pero no la comprende. Su sueño es ir a la universidad y escapar a Nueva York, una trayectoria que refleja la propia experiencia de Gerwig, convirtiendo la película en una obra con tintes autobiográficos.

Una escena clave revela el aprecio de una monja por el "amor" que Lady Bird demuestra hacia su natal Sacramento en un ensayo, algo que ella atribuye simplemente a prestar atención. La monja le enseña que ambas cosas son equivalentes, lo que sugiere que la película es un homenaje amoroso de la directora a su pasado.

Lady Bird está meticulosamente detallada en personajes entrañables, diálogos astutos y creíbles, y una sucesión de escenas impresionistas que aportan a la espontaneidad y naturalidad de la historia. Saoirse Ronan brilla con una presencia genuina y encantadora, mientras que el ambiente familiar en su hogar se siente auténtico, gracias a las impecables actuaciones de Tracy Letts y Laurie Metcalf como sus padres.

Incluso los personajes más estereotipados adquieren profundidad a través de su lenguaje peculiar y las pequeñas viñetas que protagonizan. La película rebosa de momentos humanos que superan las necesidades de la trama, aunque esta última podría considerarse descartable en términos generales. Aunque el desenlace pueda parecer algo débil y abierto a la interpretación, se ajusta al tono vivencial de la película.

A pesar de seguir una fórmula conocida que culmina en un baile de graduación climático, Lady Bird destaca por su voz única y su actitud distintiva, cortesía de la dirección de Greta Gerwig.

8.0
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