El Tila: Fragmentos de un psicópata

Roberto Martínez es detenido por asesinato. Es recluido en una prisión siempre a la espera de su declaración. Y mientras eso sucede se dedica a escribir recluido en su celda una especie de diario sobre lo que sucedió. Entonces el film toma esa forma y se va sobre el pasado de Roberto, desde su infancia hasta el presente de la película. Así, lleno de tormento, vive encerrado hasta aceptar su papel.Lo más destacable es la especie de “desorden” en el cual se construye el relato. Va de un tiempo al otro de manera indistinta, de recuerdo del pasado a presente pasando por su juventud y luego a la infancia, y así. Sin embargo, siempre va para adelante, la combinación ese ir y volver constante (a la vez que se cruzan imágenes experimentales que parecieran más sacadas de un videoarte) hace que la película genere más sensaciones. El personaje se vuelve atractivo en su oscuridad y además va mutando sobre sí mismo: se lo ve más inseguro y desesperado, y a la vez disfrutando de ser el asesino.No será una obra maestra, pero es un film atractivo y a la vez extraño. Busca romper el cliché de las películas de este género y lo hace con un constante juego peculiar entre las relaciones de cada fragmento, también usando al tiempo y cortes abruptos que puedan hacer que el argumento no decaiga sobre lo soso y ya conocido. Pero la extrañeza está; por un lado, en cómo se va haciendo el film desde el tema social y el amarillismo mediático sobre los asesinos, a veces con demasiada inocencia y en otras de manera poco novedosa. Por el otro, en su propuesta perturbadora y directa sobre la vida de un hombre que quiere ser artista y a la vez vivir con una violencia yacida sobre sus propios recuerdos.Cabe señalar al final que la actuación es lo más importante. La manera cómo el personaje se impregna en el espectador está en la manera deliberada y segura en que ha sido construido. Sufre constantes cambios físicos, pero sobretodo, se detona todo el tiempo en sus ojos. La mirada es lo que más se recuerda, pues se utiliza en los cambios de tiempo y también sobre el desenlace cuando deba contar el crimen que cometió.