La comedia romántica en terapia intensiva

La novia de mi mejor amigo

El género de la comedia romántica es, en Hollywood, un espacio muy transitado, donde la gran cantidad (y poca calidad) de sus producciones han caracterizado y denostado a lo largo de los últimos años a una temática que sufre de las mismas carencias, irregularidades y despropósitos que sufren otros de los sectores mas comerciales de una industria ultra transitada y repetida en los fiascos que acostumbra a producir.

La novia de mi mejor amigo
martes 15 de septiembre de 2009
El argumento es sencillo y muy bien conocido para el asiduo espectador de este tipo de producciones. Un amor entre jóvenes no correspondido, en medio de esta situación un amigo que acude en ayuda cómplice para demostrarle a la chica que su chico (el que ella no quiere) es lo mejor que puede pasarle. Cualquier similitud con otros films de este corte no es pura coincidencia. El desarrollar de la historia nos dejará ver que este cuento ya nos fue contado una decena de veces.La película peca de facilismo por donde se la mire: gags que de tanto repetidos pierden gracia, humor escatológico como la salida mas fácil a la hora de pretender sorprender y un romanticismo meloso y forzado que carece de toda química. Este panorama refleja lo que es el estado actual de la comedia norteamericana más comercial. Salvo algunas excepciones, las comedias románticas llevan muchos tiempo estancadas en la misma receta rendidora, que en los últimos años ha fijado parámetros esquemáticos que el público consume de forma masiva, lo dicho anteriormente, el reduccionismo del humor inteligente.Howard Deustch es un veterano director que lleva años dedicándole su oficio al género de la comedia. Sus últimas y más reconocidas intervenciones fueron la mediocres Los Suplentes (The Replacements, 2000) y la secuela de Mi Vecino el Asesino (The Whole Ten Yards, 2004). La comedia en cuestión posee los más palpables lugares comunes de este tipo de producciones a la que Deustch aporta su oficio para retratar celos, envidias, engaños, idas y venidas amorosas, típicos condimentos de la maltratada comedia norteamericana del nuevo milenio. La estructura de comedia romántica clásica se mezcla con los referentes más burdos del género. En el relato se refleja un machismo subliminal y un aire romántico que subyace para generar cierto entretenimiento que disfrace una comedia vulgar, grosera y nimia.Los personajes deambulan por la trama sin tener demasiado en claro el rumbo y la inconsistencia en el delineamiento de los mismos se traduce en la gran confusión y la poca gracia que generan. Mas allá de la grata intervención de Jason Biggs, un referente de amplia experiencia en la comedia que trabajó con Woody Allen en La Vida y Todo lo Demás (Anything Else, 2003) y fue icono de la comedia teen en American Pie (1999) el resto del elenco (Kate Hudson y Alec Baldwin incluidos) desborda de estereotipos. Definitivamente, desde que Julia Roberts abdicó el puesto de reina de la comedia romántica, éste aún está vacío y películas con el encanto de Mujer Bonita (Pretty Woman, 1990), La Boda de mi Mejor Amigo (My Best Friend's Wedding, 1997) o Un lugar llamado Nothing Hill (Nothing Hill, 1999) aun esperan mejores comparaciones.Este híbrido de comedia romántica deja una sensación más que insuficiente. Uno se pregunta: entre tanto afán comercial, entre tanto lucro de taquilla por parte de los productores responsables de estas obviedades, ¿dónde quedaron los verdaderos guionistas?, ¿cuándo una comedia romántica va a hacer reír y emocionar de verdad, sin prejuicios de ser un producto simple y chato destinado al público adolescente menos entendido también parte de este círculo vicioso de retroalimentación que el buen cine tiene poco?.
2.0
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