Brujería, fichines y secuelas poco convincentes

Sólo en la Oscuridad 2

En los últimos años se ha puesto de manifiesto una tendencia a hacer películas con argumentos basados en video juegos. Los resultados, en la mayoría de los casos, han sido más bien desfavorables. Uno de los principales exponentes de esta tendencia (sobre todo en la parte de los resultados desfavorables) ha sido el director Uwe Boll, responsable de la primera parte de esta saga (Alone in the Dark) y productor de la secuela en cuestión.

Sólo en la Oscuridad 2
sábado 22 de agosto de 2009
El investigador paranormal Edward Carnby (Rick Yune) se ve involuntariamente envuelto en el enfrentamiento entre una bruja ancestral y un grupo de personas que trata de eliminarla. Sus capacidades extrasensoriales convertirán a Carnby en el factor decisivo para la resolución del conflicto a favor de uno u otro bando.Mientras que la primera parte pretendía aproximarse de alguna manera al video juego en que estaba inspirada, este film, escrito y dirigido por Michael Roesch y Peter Scheerer, tan sólo toma como nexo con su precuela al personaje de Carnby, planteando una historia que puede comprenderse sin necesidad de ver la primera parte.De esta forma, Solo en la Oscuridad II cuenta con todas las condiciones para entrar en la categoría de "secuela innecesaria que tiene poco y nada que ver con su antecesora que de por si ya no era muy brillante": El protagonista (dignamente compuesto por Christian Slater en la primera parte) es interpretado por un actor distinto y con una capacidad de expresión digna de la legión de honor Zulma Lobato; los demonios de la original son reemplazados por una bruja (a la cual, pese a ser inmune a las balas, sus enemigos se empeñan en dispararle durante los más de 80 minutos del film), y una daga mágica cuyos poderes varían a lo largo de la película de acuerdo a las necesidades del guionista; los maquillajes parecen comprados en un cotillón del Once; la fotografía es poco expresiva y no logra generar un clima acorde a lo que pretende contarse, y la resolución de la historia es torpe, abrupta e inverosímil por donde se la mire.Pese a todo esto (o quizá debido a todo esto) la película divierte y es una buena oportunidad para ver en una misma obra a varios actores de culto como Lance Henriksen, Danny Trejo, Bill Moseley y Michael Pare.Ideal para un doble programa con un video de Corona o una de los Bañeros.
4.0
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