Rotterdam 2020: Nicolás Schujman habla de "En la plaza oscura" y su participación en la sección "Voices"

Entre las corridas y la falta de tiempo que implica siempre el participar de un festival, muchas veces reproducimos la injusticia de no dar espacio adecuado a los cortometrajes. El Festival internacional de cine de Rotterdam (usualmente conocido por su sigla, IFFR) se caracteriza por el espacio y relevancia que da a los cortos. En ese contexto, haciéndonos cargo de nuestras falencias e imbuidos del espíritu de esta muestra, comenzamos la cobertura de su 49° edición con esta entrevista a Nicolás Schujman, que presentó aquí su muy recomendable obra En la plaza oscura.

Rotterdam 2020: Nicolás Schujman habla de "En la plaza oscura" y su participación en la sección "Voices"
miércoles 29 de enero de 2020
Tras BAFICI y General Pico, En la plaza oscura tiene su premier internacional en Rotterdam, ¿cómo fue el proceso para llegar allí y cómo ha sido la experiencia?El proceso para llegar acá fue el tradicional. Es decir, aplicamos por medio del formulario que está en la web. El mail de invitación fue una grata sorpresa. La experiencia fue maravillosa. Rotterdam es un festival muy cinéfilo en su programación pero además porque el público local es muy cinéfilo. Es algo que uno puede comprobar simplemente observando la cantidad de salas de cine que hay en una ciudad de apenas 600 mil habitantes. Tanto el público como el staff nos dieron una muy cálida recibida, así que estoy muy feliz con la experiencia.El IFFR se caracteriza por el lugar que da a los cortometrajes, ¿cómo ves esa situación en Argentina?El cortometraje, en general, está en un lugar un poco marginal, tanto en la industria como en la consideración crítica. Creo entender las razones de ello para el primer caso, aunque no del todo para el segundo. No obstante, pienso que el BAFICI, al igual que Rotterdam, le da un lugar de bastante importancia a los cortos. Tiene una competencia amplia y variada en formatos y géneros y además tiene una muestra no competitiva. Algo que me resultó curioso de Rotterdam es que muchos cortos se pasan como preludios de largos. Anoche, un programador me contaba que en cada caso intentan generar una especie de diálogo entre el corto y el largo.¿Cómo surge En la plaza oscura?Surge a partir de restricciones. Había hecho un corto mientras estaba en la universidad, Barrancas, que transcurre en Barrancas de Belgrano. Quería filmar otro corto y empecé a pensar a partir de esas restricciones: tres personajes y una plaza. Después me gustó la idea de que la plaza fuera oscura y de que toda la acción transcurra en una noche. Finalmente, me gustó la idea de incluir algún elemento fantástico en la trama. A partir de ahí fui desarrollando la historia.Tenés una formación (y trabajo) en el ámbito de la ciencia política, ¿cómo ves la relación entre el cine de género y la política?Últimamente se le da mucha importancia a la posición política de un filme e incluso a la del director de ese hipotético film, cosa que no siempre es equiparable. Parafraseando a Andrés Rosler, hoy los padres duermen a sus hijos contándoles que “todo film es político”. Sin embargo, esta máxima se presta a varios malentendidos. Uno de ellos es esa práctica tan extendida de juzgar una película únicamente por su posición política. No es que la posición política de un filme no importe, sino que a veces pareciera que es lo único que importa. Otro malentendido es el de moralizar lo político. Es decir, creer que si uno piensa distinto que yo sobre algún tema político, se debe a una cuestión moral, está del lado de los malos. Entonces, veo que muchas personas se apuran demasiado en asignarle una posición política a un filme, para después ponerlo del lado de los buenos o de los malos, según corresponda al caso.Ahora, sobre la relación específica entre el cine de género (me refiero en este caso al género terror) y la política, diría que la “estética del realismo” no tiene el monopolio de la representación de la realidad. Es decir, que el género también lo hace pero por otros medios. No soy un experto en el tema, pero creo que el terror se conecta con los temores y fantasías de una sociedad. De ahí que sea una estructura narrativa que puede ayudar a representar la complejidad del presente.¿Tu película es, efectivamente, cine de género?Muchas personas me dijeron que el corto es “de género” (la sinopsis del festival de Rotterdam lo dice). Lo que no sé es si se referían a la comedia o al terror. Supongo que un poco y un poco. Para mí, es una comedia con elementos de terror, pero es una comedia más que nada. Tengo la sensación de que cuando se mezclan géneros, al menos en la etapa del guión, uno no puede predecir con exactitud qué va a salir después. Le ponés un poco de sal y un poco más de pimienta, pero puede que quede más salado que picante.Nos gustó el resumen que de En la plaza oscura se hacía en el catálogo del Festival Nacional de Cine de Cine de General Pico ("En una misma noche se encuentran un boxeador, una chica misteriosa y Hochman, un joven que parece no saber nada de boxeo, ni de chicas, ni de lo que puede pasar en una plaza oscura."): ¿Te parece que responde adecuadamente a lo que planteas?Les aclaro: la sinopsis la enviamos nosotros y es la misma que está en el catálogo del BAFICI (risas). Pero me gustó mucho el texto que escribieron para el catálogo de Rotterdam… (*)Es difícil hacer una sinopsis de En la plaza oscura porque la sorpresa es uno de los elementos narrativos centrales del corto. Entonces el desafío está en cómo interesar al posible espectador sin adelantarle esa información. Me gusta esa sinopsis porque adelanta lo justo y necesario.¿Cómo es eso de dirigir y protagonizar? Más allá de toda broma, ¿cuánto de autobiográfico hay en la historia...?Para hacer el corto conté con la ayuda de un gran equipo. Digo “gran” no porque fueran muchas personas (de hecho eran pocas), sino por el profesionalismo y el afecto con el que trabajamos. Eso hizo que dirigir y protagonizar fuera un placer enorme. Sobre cuánto hay de mí en la historia, sin adelantar información clave como decíamos antes, diría que Hochman (el personaje del corto) es alguien que se enfrenta a una situación nueva en su vida. Tiene que cumplir una tarea para la cual no cuenta con mucha experiencia previa. Quizás yo me sentía un poco así cuando pensé en esta historia.(*) El texto del catálogo del IFFR: "Hochman is an ungainly figure who boxes, but isn't very good yet. That evening he has a Tinder date with a mysterious girl. Initially, things seem to go well, but both have their own intentions. Comedic, surprisingly playful genre film". Una traducción posible podría ser la siguiente: Hochman es un tipo desgarbado que boxea, pero no es muy bueno en ello todavía. La noche en cuestión él tiene una cita vía Tinder con una chica misteriosa. Al principio las cosas parecen andar bien, pero los dos tienen otras intenciones. Cómica y sorprendentemente juguetona película de género.
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